Inspirada en temáticas propias pero también universales que irrumpieron como consecuencia de la Revolución de Terciopelo, la escena actual de la poesía checa goza de una enorme vitalidad, tal como demuestran sus distintas propuestas estéticas y las cada vez más frecuentes traducciones a varios idiomas.
Chequia es un país con fuerte tradición poética. Sin ir más lejos, su único escritor en obtener un Nobelde Literatura se destacó, precisamente, como poeta. Y si bien desde hace algunos años se está desarrollando una escena muy particular vinculada al ámbito bohemio de lecturas, cafés y revistas literarias, el también poeta y bibliotecario Robert Wudy afirma que no se trata de algo ajeno a lo que fue el acontecimiento político más importante del país en las últimas décadas.
“Pienso que la actual poesía checa se encuentra en una etapa de transición y cambios, heredados en gran parte de la segunda mitad del siglo XX, que fue una época de cierta esquizofrenia porque había dos grandes culturas: una oficial, la del realismo socialista, y otra estética, underground. El punto bisagra fue la Revolución de Terciopelo de 1989, ahí empezaron a confluir luego de cuarenta años de esa extraña desintegración”.
Según Robert Wudy, la actual escena poética checa es, entonces, una especie de consecuencia natural de ese momento histórico, y recuerda que hasta entonces muchos escritores importantes y talentosos ni siquiera podían publicar. Es decir, que había empezado una nueva era cuyos ecos pueden verse claramente en algunos de los temas y las búsquedas de la actual poesía.
“Si bien ya hace treinta años de eso, la verdad es que todavía es algo que está en el aire porque, en mi opinión, se necesitan otros cuarenta años más para volver a cierto cauce y poder empezar desde cero. Pero lo cierto es que gracias a eso la poesía se encuentra en una situación cada vez mejor”.
Además de haber publicado dos libros de poemas, Robert Wudy es también un gran lector de poesía. De hecho, cuando empezó a trabajar en la biblioteca pública de Praga 2, que se inauguró hace 140 años, lo primero que hizo fue proponer la organización de un festival de poetas o escritores ligados a la poesía, que ya lleva cuatro años y por el que pasaron los principales poetas actuales, incluyendo a quien él considera uno de los grandes pioneros: el hoy novelista Jáchym Topol.
“Muchas cosas llegaron a este país tarde, y ahora es el momento en que estamos absorbiéndolas en simultáneo, porque antes estaban fuera del alcance. Y creo que un autor muy especial es Jáchym Topol, que empezó como poeta antes de convertirse en novelista y fue el primero en actuar desde el arte underground, y el primero en crear una nueva atmósfera cultural”.
Wudy afirma que Topol es un gran poeta incluso cuando él mismo parece renegar por momentos de esa etapa, pero además menciona algunos otros nombres que, si bien están más asociados a la segunda parte del siglo XX, en cierta forma prepararon el terreno para lo que está sucediendo en la actualidad.
“Para mí los autores más emblemáticos dentro de la generación mayor son Ivan Wernisch y Miloslav Topinka. Wernisch es autor de Zimohrádek, un libro de poesía esencial de 1965, y luego de la Revolución pudo seguir publicando. Hoy sigue activo y lo que escribe es fascinante. Creo que él es el corazón de la poesía checa contemporánea, mientras que Topinka vendría a ser el cerebro”.
De las generaciones más jóvenes considera que un poeta esencial es Petr Borkovec porque logró consolidar una voz única que, sin embargo, está absolutamente ligada a su época y lo acompaña incluso a la hora de escribir prosa, algo que Wudy vuelve a poner en relación con Topol o Josef Straka, autores que suelen trabajar una prosa poética o algo intermedio que los hace traspasar las fronteras entre una y otra. Pero además de ser buenos poetas, tanto Josef Straka como Petr Borkovec se destacan por organizar excelentes lecturas de poesía. Wudy reconoce que él se inspiró en el trabajo de ambos para crear su propio festival.
“Petr Hruška es otro poeta esencial con un estilo muy distinto al de Borkovec: tiene una marca muy fuerte de lo que son las regiones de Moravia y Silesia; pero además hay muchos otros poetas incluso más jóvenes, y por eso creo que tenemos un gran futuro por delante”.
Algunos otros poetas que vale la pena destacar son Jakub Řehák, Kamil Bouška, Vojtěch Vacek y Lumír Slabý, un destacado poeta de la ciudad de Tábor que falleció en 2019. Para Wudy, el único elemento en común entre todos esos nombres es el uso del verso libre. En su opinión, la poesía checa es tradicionalmente más lírica que épica, aunque afirma que parte de la poesía checa contemporánea muestra también un gran compromiso a nivel social, lo cual configura una combinación interesante. También destaca la importancia de algunas revistas de poesía, como Tvar en Praga, Protimluv en Ostrava y Host en Brno. Por otro lado, para Robert Wudy, una de las marcas más importantes de la escena actual de la poesía checa tiene que ver con la fuerte presencia de mujeres.
“Lo que es interesante es que hay muchas poetas mujeres y creo que tiene que ver con un proceso natural de la sociedad y es algo muy bueno que aprecio particularmente. Una de ellas es Alžběta Luňáčková, una poeta muy joven con un estilo muy poderoso”.
Por último, Wudy asegura que la actual poesía checa tiene un influjo muy importante de estéticas extranjeras, algo que también remite a una tradición iniciada por otros grandes poetas como Vladimír Holan y Vítězslav Nezval. En ese sentido, no es un hecho aislado que otro destacado poeta contemporáneo como Milan Děžinský se inspire en la poesía inglesa, o que Borkovec haya incorporado a su propia voz muchos elementos de poesía rusa que él mismo traduce. De la misma forma, la actual poesía checa también suele traducirse a muchos idiomas cada vez con más frecuencia. En español, por ejemplo, Pretextos lanzó hace tiempo una antología de diez poetas actuales de Chequia, preparada por Radim Kopáč y traducida por Patricia Gonzalo de Jesús, mientras que, para mitad de año, la editorial Vaso Roto va a publicar una exclusiva de mujeres. Por supuesto, también suelen encontrarse distintas traducciones y antologías online de poesía checa, como la que realizó el poeta peruano Emilio Paz para la revista Liberoamérica.