Traductora, novelista y dramaturga, su prosa exquisita y un talento natural para anticiparse a temas de gran trascendencia han convertido a Radka Denemarková en una escritora imprescindible de la actual literatura checa.
En la notable trayectoria literaria de Radka Denemarková hay un dato que, tal vez, se destaque demasiado sobre los demás: la gran cantidad de certámenes literarios que ha ganado en distintas categorías. Y si bien no deja de mostrar la gran versatilidad de esta autora, también es cierto, tal como afirma el editor, periodista y traductor checo Filip Noubel, que su importancia en la actual literatura checa va más allá de los premios.
“Ella es la única autora que recibió los premios literarios más importantes cuatro veces y todos en distintas categorías: traducción, ensayo, libro del año y también novela, pero creo que lo que la vuelve una escritora tan importante es su estilo, su escritura, su lenguaje y también los temas que aborda”.
Noubel también remarca el hecho de que Radka Denemarková se haya formado tanto en literatura checa como en alemana en la Universidad Carolina de Praga, lo cual, en su opinión, tuvo un efecto decisivo no solo en la escritura de sus libros sino también en la forma en que logró posicionarse como intelectual y como autora.
“Ella es la principal traductora de Herta Müller, ganadora del Nobel de Literatura, y lo menciono porque para mí Denemarková es una autora muy importante no solo en la literatura checa sino también en la europea y mundial porque ella siempre está tratando de salirse de los marcos de referencia usuales, y eso proviene de su carácter, de su talento, pero también, probablemente, de que empezó como traductora”.
Noubel hace hincapié en que Denemarková tomó esa decisión en una época en que la mayoría de los checos mantenían una relación de amor-odio algo superficial con el idioma alemán por lo que había sido el peso de la historia. Y no lo hizo para sacar rédito económico sino por simple curiosidad, para poder entender un poco esa idiosincrasia, como así también los profundos vínculos culturales entre alemanes y checos.
“Y en relación a eso hay algo también que me parece muy destacable en ella y que yo aprecio mucho: se volvió una especie de hacker cultural porque desarma un montón de estereotipos. Entre ellos, una idea muy poderosa en la cultura checa y su mentalidad, que es esta imagen de ser la víctima”.
Noubel afirma que en la cultura checa o incluso checoslovaca hay una tendencia importante a verse a sí mismos como víctimas del omnipotente mal de sus grandes vecinos. Desde su pertenencia al Imperio Austrohúngaro, casi en situación de colonia en materia económica y lingüística, pasando por la Alemania nazi cuando, en efecto, se produjo una ocupación y, luego, la invasión soviética en 1968.
“Y esa imagen de una pequeña nación víctima de la historia es algo que Radka Denemarková ha estudiado con mucho detalle, primero interiorizándose en la cultura germana y, luego, escribiendo muchos libros, uno de los cuales es mi libro favorito que, además, está disponible en español”.
La novela en cuestión se llamó en castellano El dinero de Hitler. Además de cosechar elogiosas críticas y traducirse a muchos otros idiomas, Noubel destaca la forma en que el libro problematiza esa idea de la victimización de los checoslovacos, mostrando que también hubo personas de familias alemanas que sufrieron injusticias. Del mismo modo, explica Noubel, que algunos habitantes de este país colaboraron en el exterminio nazi y en las persecuciones políticas durante el comunismo. Lo notable, agrega, es que esa revelación también trasciende las fronteras porque algo similar ocurrió en otros países como Francia, España o Polonia. Como si todos esos países tuvieran en común el hecho de no poder dejar de pensarse en términos de héroes o víctimas, es decir, en términos absolutos de blanco y negro. Radka Denemarková, por el contrario, trabaja los matices y, por eso mismo, es que Filip Noubel la considera una hacker cultural.
“Y yo estoy de acuerdo con ella, incluso cuando la mayor parte del tiempo me dedico al periodismo, que las grandes verdades solo pueden ser dichas a través de la literatura porque eso permite meterte en la psicología de las personas”.
En ese sentido, afirma que El dinero de Hitler es una novela poderosa porque logra acceder a verdades profundas bajo una gran multiplicidad de emociones y perspectivas. Pero Filip Noubel asegura que esa característica recorre, en realidad, toda la obra de Radka Denemarková. De hecho, puede verse claramente en Contribución a la historia de la alegría, también disponible en español, y en Horas de plomo, libro que se propone abordar un país tan complejo como China, donde el propio Filip Noubel se encontró con la autora hace unos años.
“Estoy de acuerdo en que es una novela que, por momentos, se lee como un ensayo o investigación periodística sobre la China contemporánea y que no solo involucra a los chinos sino a los extranjeros que llegan para vivir ahí o ganar dinero y luego volver. Según reconoció ella misma, Denemarková no es sinóloga, pero aun así logra dar cuenta de una verdad muy humana sobre China y, a la vez, universal porque habla de cómo funciona ese sistema autoritario y qué es lo que genera en las personas”.
Traductora, dramaturga y novelista, Filip Noubel siente que Radka Denemarková tiene obras tan distintas entre sí que, por momentos, parece increíble que se trate siempre de una misma autora. En ese sentido, asegura que una de sus grandes virtudes es la versatilidad. Y, por supuesto, ese extraño don para descubrir temas que terminan generando un enorme interés en la sociedad.