Dos tradicionales platos checos escapan al ranking de las peores comidas del mundo a último momento

El ranking de los platos peor puntuados del mundo, elaborado por el sitio Taste Atlas, ha hecho sufrir a los amantes de la cocina checa. Las posiciones son determinadas por el público votante, cuyas opiniones, en esta ocasión, terminaron haciendo justicia con los platos checos.

Si bien sobre gustos no hay nada escrito, el ranking elaborado por el sitio Taste Atlas sobre los platos de peor sabor del mundo sí que ha dejado un mal sabor de boca a los defensores de la cocina checa tradicional.

Sopa de carpa | Foto: Stanislava Brádlová,  Český rozhlas

La iniciativa depende de los votos del público, que puede compartir sus opiniones y asignar un puntaje a cada plato seleccionado. El ranking se actualiza periódicamente y, hasta último momento, dos platos tradicionales de la cocina checa habían tenido la injusta fortuna de ocupar un lugar en la lista. Afortunadamente, en la última publicación del ranking, que se actualiza periódicamente y podría variar, las recetas han logrado escapar de la selección.

Los platos no eran otros que la sopa de carpa y el pastel de arroz con leche, que aún esta semana continuaban ocupando los puestos 89 y 90, respectivamente. Ambos ya venían logrando una notable mejoría en el ranking, ya que en actualizacones previas ocupaban los lugares 27 y 28.

Pastel de arroz con leche | Foto: Dagmar Heřtová,  Český rozhlas

La tendencia a la mejora se mantuvo y gracias a los votos del público, estos dos ejemplos de la cocina tradicional checa finalmente, al menos por el momento, fueron excluidos del ranking, lo que podría entenderse como un acto de justicia, especialmente si se tienen en cuenta otras recetas que figuran en la selección de los peores 100 platos del mundo.

El chef checo premiado con una estrella Michelin, Roman Paulus, conversó en su momento con Radio Praga Internacional sobre los orígenes de la sopa de pescado, un clásico de la Navidad local, que además, aseguraba, es una receta de la que los checos deberían sentirse orgullosos.

Roman Paulus | Foto: Archivo personal Paulus

“La gente pobre no solía comer carne, sino cebada y hongos, hasta que empezó a instalarse el menú de la carpa con ensalada de papas. En la actualidad, la mayoría de la gente sigue comiendo eso, o algún otro pescado, y me parece que está muy bien. La sopa de pescado, que suele llevar ingredientes muy sabrosos y un proceso de cocción clásico, también me gusta mucho. Lo mismo con la ensalada de papas en sus diferentes versiones, aunque tengo la sensación de que perdió un poco de popularidad a causa de la mayonesa. Y al mediodía siguiente, el 25 de diciembre, normalmente comemos algún tipo de ave como pavo o pato, lo cual creo que es bastante común también en Francia, Polonia y Austria, pero la sopa de pescado es muy especial, algo de lo que creo que podemos estar orgullosos”.

Hákarl | Foto: Chris 73,  Wikimedia Commons,  CC BY-SA 3.0

La lista de los peores platos del mundo está encabezada por un plato islandés, el hákarl, que consiste de cubos de carne fermentada de tiburón. Sin embargo, esta opción cuenta con serios contendientes que podrían fácilmente arrebatarle el lugar, como la porción de tarántulas fritas, del sur de Asia, o las hormigas culonas, que se sirven en Colombia.

Ya dos platos checos habían logrado escapar del ranking, en cuya previas actualizaciones se encontraban ubicados entre los peores 40 del mundo. Se trataba de los casos de los fideos con semillas de amapola y la sopa de tripas.

Chongos zamoranos | Foto: Jessicatena,  Wikimedia Commons,  CC BY-SA 3.0

No han tenido la misma suerte una gran variedad de platos españoles y latinoamericanos, que, a esta altura, parecen condenados a ocupar un puesto permanente en el ranking. Tal es el caso de los chongos zamoranos, de México, la changua, también de Colombia, el cuscús paulista, de Brasil, o las peladillas de España. El peor puesto ocupado por un plato latinoamericano es la sopa de caracol, de Honduras, que se ha mantenido de forma invariable entre las opciones menos sabrosas que se pueden encontrar en el mundo.

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