Pitiwis, el restaurante checo más auténtico de México

Ubicada en los límites del turístico municipio de Coyoacán, en la Ciudad de México, se encuentra Pitiwis, una pequeña carreta de comida checa auténtica. En entrevista con Radio Praga Internacional, su creador, Petr Blaha, cuenta su experiencia como checo en México y las adversidades que ha enfrentado para abrir y mantener su restaurante.

Petr Blaha llegó por primera vez a México en el año 2000. Enamorado de la cultura y de su gente, decidió echar raíces. Conoció a su esposa, con quien tiene dos hijas checo-mexicanas y, unos años más tarde, nació Pitiwis. Juntos manejan las dos sucursales del restaurante que actualmente operan en la Ciudad de México.

Foto: Fiona Arvayo,  Radio Prague International

Blaha nos comparte el anhelo que sentía por la comida tradicional de su país, ya que en México no encontraba nada parecido.

"Como a todos los checos que viven en otros países, me hacía falta algo tradicional: la comida de mi país. Algunas cosas se pueden preparar, pero, por ejemplo, en República Checa hay embutidos por todos lados. Aquí no hay. Lo que hay está feo, quién sabe si es carne de verdad. Pasé años buscando algo parecido a los embutidos de allá, como el salami, pero nunca lo encontré. Hasta que un día, platicando con un amigo, me dijo: ‘Si lo quieres, tienes que hacerlo tú mismo, no hay otra’. Así que hace unos diez o doce años empecé comprando máquinas caseras para hacer pruebas. Probé con la salchicha principal que tenemos, la flobasa, que es la que ahora vendemos en Pitiwis".

Antes de abrir Pitiwis, Blaha tuvo la oportunidad de presentarse en ferias internacionales de comida en distintas partes de México. Su primera experiencia fue en la Feria de las Culturas Amigas, que se celebra en la Ciudad de México desde hace 15 años. Ahí presentó un platillo tradicional checo, el vepřo knedlo zelo, que consiste en carne de cerdo acompañada de dumplings checos –los knedlík–, y chucrut. Aunque el platillo fue bien recibido, la presentación no fue la más adecuada para el tipo de evento en el que se encontraba. Por ello, la siguiente vez que participó en algo similar, optó por ofrecer un embutido.

A pesar de que su receta original fue un éxito, Blaha nos platica sobre su primer roce cultural: en México, los embutidos tienen muy mala fama. Aun así, supo manejar las diferencias.

Foto: Fiona Arvayo,  Radio Prague International

"De hecho, ha habido varios intentos de restaurantes checos aquí en México, pero no funcionaban. Tienes que ofrecer un producto que le guste a los mexicanos y que sea fácil de consumir, como comida rápida. Por eso, si te fijas, incluimos hamburguesas. La hamburguesa no es checa, es europea, claro, de Hamburgo. Pero es algo que todo el mundo conoce. Además, aquí en México la salchicha tiene muy mala fama. Muchos piensan que está hecha con lo peor de lo peor. Así que, aunque uno la haga bien, con pura carne y sin conservadores, la gente no confía de inmediato. Por eso metimos hamburguesas: sirven como imán para que la gente venga, y ya estando aquí, les damos a probar lo demás. Es un trabajo a largo plazo".

Aun así, Blaha nos cuenta que México y su gente son muy abiertos a nuevas experiencias y que, desde que llegó hace 25 años, se ha sentido bien recibido y acompañado. México siempre le ha tratado bien, dice.

Foto: Fiona Arvayo,  Radio Prague International

"Bueno, empezando por la gente, el mexicano, y tú lo sabes bien, es muy abierto. Primero piensan que eres gringo, pero cuando les explicas que no, te reciben con los brazos abiertos. En República Checa la gente es más cerrada, más fría. Aquí, en cambio, a lo mejor por el clima, la gente es más amigable. Haces amigos rápido. De hecho, tengo amigos desde que llegué, y seguimos en contacto después de 24 años. Esa es la mayor diferencia entre México y República Checa. Sobre la inseguridad, bueno, si no te metes donde no debes, no te pasa nada".

Para todos aquellos checos que han soñado con una vida más cálida en México, Blaha cuenta que empezar un negocio es incluso más fácil que en la República Checa, a pesar de las adversidades a las que se enfrenta incluso el mismo mexicano. Para empezar, con los propios pagos ilegales bajo coacción a bandas criminales.

"El famoso pago de piso. En ese caso, la Ciudad de México es de las pocas zonas donde no se puede cobrar el piso fácilmente. Aquí hay patrullas por todos lados. No las ves, pero seguro hay una a la vuelta. Entonces, cuando hay una emergencia, se movilizan rapidísimo, y los extorsionadores se la piensan dos veces. En provincia es diferente: ahí sí te obligan a pagar porque, si no, te queman el negocio".

Si eres un extranjero visitando México o un mexicano en busca de una experiencia gastronómica checa, Pitiwis es probablemente la mejor opción en la capital. Su especialidad son los embutidos, cien por ciento caseros y elaborados con ingredientes naturales. Pero incluso la carne de la hamburguesa y otros platillos a base de carne son preparados por ellos. Blaha recomienda la parrillada, que incluye tres tipos de salchichas, costillas y verduras, acompañadas de papas, ensaladas o encurtidos típicos de Chequia.

Pitiwis cuenta con dos sucursales: una en la calle Mártires Irlandeses, en el municipio de Coyoacán, y otra en Lomas del Platero, en el municipio de Álvaro Obregón.

Autor: Fiona Arvayo
palabras clave:
audio

Relacionado

  • Sabores Checos

    ¿Cómo se preparan las especialidades tradicionales de la cocina checa? ¿Cómo se elabora la cerveza tradicional? ¿Qué no puede faltar en un buen pan?