Se reabre el invernadero de Mendel, cuna de la genética

El restaurado invernadero de Gregor Johann Mendel, en el que el fraile y científico descubrió los principios de la herencia genética y estableció las bases de esa rama de la ciencia, se abrió este sábado.

Los representantes de la ciudad de Brno y de la región de Moravia del Sur, pero también miembros de la Iglesia, inauguraron este sábado el remodelado invernadero de Mendel, situado en el jardín del convento de los Agustinos en la capital morava.

El invernadero de guisantes donde Gregor Mendel sacó su teoría de la genética | Foto: Chybik + Kristof Architects & Urban Designers

Gregor Johann Mendel realizó en este invernadero sus experimentos con guisantes que le llevaron a descubrir los principios de la herencia genética y poner las bases de este nuevo campo científico. El reformado invernadero debería, por un lado, recordar la persona de Mendel y, por otro, servir como espacio educativo, dijo el padre Ján, de la orden de los Agustinos de Brno.

“El nuevo invernadero es distinto no solo desde el punto de vista de su aspecto, sino también en su uso. En este lugar, Mendel llevó a cabo sus experimentos. En el nuevo invernadero queremos recordar su personalidad y su obra revolucionaria y seguir aprendiendo de él”.

El invernadero original fue construido sobre el año 1854 por orden del abad Cyril František Napp, mentor de Mendel, que tuvo mucha influencia en su formación científica. Medía unos 180 metros cuadrados y sirvió a este propósito unos 20 años, ya que en los años 70 del siglo XIX fue destruido por un temporal. Posteriormente fue reconstruido y gracias a las fotos preservadas se sabe que funcionó hasta los años 60 del siglo pasado, cuando fue derribado debido a su estado ruinoso. Excepto las fotos, se preservaron también dos dibujos técnicos con los que pudieron trabajar los arquitectos del nuevo invernadero.

Foto: Universidad de Mendel en Brno

Sobre la obra habló para la Radio Checa Ondřej Chybík del estudio arquitectónico Chybík + Kristof.

“Salvo la forma original con el tejado plano no intentamos imitar el invernadero antiguo que se encontraba en este espacio. Tratamos de crear un espacio que fuera lo más flexible. Eso es justamente lo contrario de lo que había sido el invernadero antes, porque servía para un solo propósito, el cultivo de guisantes y la ciencia”.

Los visitantes del nuevo invernadero podrán observar, por ejemplo, todas las fases del desarrollo de los guisantes. Sin embargo, tal y como explicó Chybík, sobre todo será un espacio multiusos, donde se celebrarán distintos eventos culturales y conferencias.

Foto: Universidad de Mendel en Brno

“La abadía fue un centro importante de la cultura y la educación en la ciudad de Brno durante la época de Mendel. Me alegro de que el invernadero restaurado pueda servir no solamente como un legado del hermano Gregor, sino también como un lugar de diálogo, ciencia y fe”, comentó en la apertura Alejandro Morales, prior general de la Orden de San Agustín.

La importancia del sitio también se refleja en el hecho de que una de las piedras fundamentales haya sido bendecida por el papa Francisco el 17 de noviembre del año pasado en el Vaticano.

Además de la importancia científica y religiosa, el invernadero tuvo desde el principio la ambición de convertirse también en un lugar único desde el punto de vista arquitectónico. Más detalles ofreció para la Radio Checa Filip Poňuchálek, portavoz del Ayuntamiento de la ciudad de Brno.

Foto: Universidad de Mendel en Brno

“Cuando se termine la construcción, el monasterio, en colaboración con la región de Moravia del Sur, comenzarán a preparar la solicitud para que el invernadero pueda estar inscrito en la lista de Patrimonio de la Humanidad. Creemos que podemos conseguirlo, también gracias al apoyo de los países vecinos”.

El precio total del proyecto fue de unos dos millones de euros y la financiación fue compartida gracias a la cooperación con Austria.

Junto al proyecto del invernadero, la ciudad de Brno decidió reconstruir también la Plaza de Mendel y dedicarle una estatua. También estos dos lugares llevan piedras bendecidas por el papa. Todos estos eventos se deben al 200 aniversario del nacimiento de Mendel, que se conmemora en 2022.

Autores: Martina Kutková , Alena Hesová , Tomáš Kremr
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