Rakušan: “Putin en una bolsa para cadáveres es un símbolo duro, pero no le representa solo a él"
Casi una semana después, el mural con Putin metido en una bolsa para cadáveres instalado en una fachada del Ministerio del Interior sigue despertando un vivo debate en Chequia. ¿Es un mensaje adecuado para un representante del Gobierno?
El Ministerio del Interior checo se vistió el pasado viernes, día de la independencia de Checoslovaquia, con las banderas de Chequia y Ucrania. Entre ellas, de una bolsa para cadáveres asomaba el rostro de Vladímir Putin. El sorprendente acto contó tanto con defensores como con críticos.
La iniciativa partió de la organización Dekomunizace (Descomunización) y del propio ministro del Interior, Vít Rakušan, que comentó la actividad en su cuenta de Twitter: “sabemos quién es nuestro aliado, quién sangra también por nuestra libertad. Como también sabemos quién es nuestro enemigo, a quien no dejaremos que nos robe nuestro concepto de patriotismo ni nuestra bandera”.
Rakušan desarrolló su explicación del símbolo en entrevista para la Radio Checa.
“Por supuesto es un símbolo muy duro, pero no es una representación solo de Putin, sino que también ilustra que las bolsas para cadáveres se utilizan a diario en el conflicto de Ucrania para civilistas inocentes”.
El ministro Rakušan contó con un gran apoyo por parte de algunos de los diputados de la Cámara Baja del Parlamento, especialmente aquellos de su mismo partido Alcaldes e Independientes (STAN). Uno de ellos, Martin Exner, dio su opinión a la Radio Checa.
“Yo creo que es correcto. Es un símbolo adecuado. Hay que dejar de aparentar que no pasa nada. Suministramos armas a Ucrania y la apoyamos. Creo que Rusia es realmente un mal. Vladímir Putin es responsable de la muerte de tal vez ya cientos de miles de personas. Así que yo creo que él es el símbolo de la bolsa para cadáveres. Y creo que no se puede distinguir entre las instituciones del Estado y los ciudadanos porque las instituciones estatales representan a los ciudadanos”.
Por otra parte, según los críticos del acto, se trató de un gesto inadecuado y una reacción impropia que fortaleció el odio y el miedo. De acuerdo con el politólogo de la Facultad de Filosofía de la Universidad Carolina de Praga Ondřej Slačálek, la polémica de la iniciativa no surgió de la propia imagen, sino de su ubicación.
“No es tan importante el qué, sino el dónde. Si un símbolo parecido lo llevaran los ucranianos exiliados durante una manifestación contra la guerra, nadie podría quejarse, difícilmente alguien los podría criticar por eso. Este símbolo en la fachada del Ministerio del Interior nos hace preguntarnos si es tarea del Estado desear la muerte de alguien públicamente”.
Rakušan intentó desarrollar más explicaciones en los días posteriores a la fecha del acto y dejar muy claras sus intenciones. En entrevista para la Televisión Checa finalmente aclaró que el propósito de sus hechos fue provocar un debate en la sociedad, que cuenta tanto con adversarios de Putin como con defensores.
“Yo también quiero que juzguen a Putin en un tribunal internacional. Putin actúa como cada dictador. La bolsa para cadáveres no simboliza solamente lo que le deseamos a él, yo deseo para él un juicio justo. Eso es lo que debería suceder cuando se actúa de acuerdo al derecho, pero seguro que será difícil. Pero el debate provocado es lo que más necesita nuestra sociedad y todavía más necesitamos defendernos en nuestra propia casa contra los que dicen que Putin es nuestro amigo. La democracia es difícil, cuesta”.
Según lo esperado, el acto del Ministerio registró una repercusión muy positiva en la prensa ucraniana, el periódico Ukrayinska Pravda escribió: “una bolsa para cadáveres con el rostro de Putin adorna el edificio de un ministerio en Praga, no es la primera vez que los representantes políticos checos critican fuertemente al presidente ruso”. Por otro lado, la agencia moscovita Eurasia Daily reaccionó con una fuerte crítica, “La enemistad contra Rusia superó en Chequia todos los límites, el Ministerio del Interior checo amenaza al presidente ruso Vladímir Putin”.