Presidente y jefes del Parlamento checo quieren que Bruselas refuerce las fronteras de Europa
El presidente checo y los jefes de las dos Cámaras del Parlamento coinciden en que es necesario presionar a la Unión Europea para que refuerce sus fronteras externas. En caso de que Bruselas no aplique una política exitosa en ese sentido, Chequia tratará de frenas la llegada de inmigrantes ilegales a su territorio, indicaron los tres altos representantes políticos.
En declaraciones a los medios de comunicación, Hamáček sostuvo que entre los asuntos de la reunión destacó la aprobación del presupuesto estatal para el próximo periodo, la devaluación de la corona checa por parte del Banco Nacional y sobre todo el problema de la inmigración ilegal.
El presidente del Senado, Milan Štěch, indicó que los tres altos cargos comparten la idea de que Bruselas debe aplicar medidas para aliviar al Viejo Continente de las consecuencias de la ola migratoria.
“Coincidimos en que es necesario concentrar esfuerzos para presionar a la Unión Europea. La Comisión debe dar luz verde a una política que garantice que los desplazados se quedarán en África y en el mundo árabe”.El jefe de los senadores sostuvo que esto es posible con programas de ayuda financiera directamente en los países afectados e insistió en que es necesario el respaldo de las Fuerzas Armadas.
“En caso de que la política europea de protección de las fronteras externas no funcione, nos veremos obligados a reforzar las nuestras. Podemos realizar ejercicios militares excepcionales y llamar a la reservas del Ejército, porque de lo contrario la situación se puede complicar aún más, tal y como podemos observar ahora”.
Hamáček y Štěch informaron al presidente Zeman sobre las actividades habidas y por haber en las Cámaras que dirigen y apoyaron la decisión del mandatario de viajar a China a las celebraciones del fin de la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico.Chequia fue el único país comunitario en rechazar la propuesta de Bruselas de boicotear el acto debido a la tensión reinante entre China y Japón, y por la anunciada asistencia del presidente de Rusia, Vladimir Putin, y del líder norcoreano, Kim Jong-Un a las celebraciones.