El ministro de RR.EE. checo asegura que Europa debe frenar la crisis migratoria
El ministro de Relaciones Exteriores de la República Checa, Lubomír Zaorálek, está convencido de que hay que fortalecer las fronteras exteriores de Europa. En declaraciones a la Televisión Checa, el ministro se expresó en contra del envío de soldados a las fronteras, porque no se trata de una guerra.
Europa carece de sistemas anticrisis
A pesar de que en un principio semejantes declaraciones parecen simples y sin mayor aporte, la situación es mucho más compleja. En declaraciones a la Televisión Checa, el canciller Zaorálek criticó el mal funcionamiento de la Unión Europea a la hora de encarar situaciones de crisis.
“Europa no ha tomado medidas para los periodos de crisis. Ya sean crisis económicas o financieras, ni tampoco para lo que podemos llamar crisis migratoria. Ha quedado demostrado que los principios aplicados funcionan en periodos de calma y tranquilidad”.Los jefes de los gobiernos de Eslovaquia, Polonia, Hungría y Chequia han cerrado filas en el rechazo a las cuotas de refugiados propuestas por Bruselas. En su lugar insisten en que deben funcionar los centros de control de solicitantes de asilo en Grecia e Italia, así como las fronteras exteriores, matizó Zaorálek.
“Nosotros no protegemos las fronteras exteriores, porque simplemente nuestro país no tiene fronteras fuera del espacio Schengen. En caso de que en alguno de los países con fronteras externas no funcionen los mecanismos de control, nos parece lógico que nosotros, en cooperación con los demás, enviemos ayuda”.
Los checos están a favor de la Guardia Fronteriza y Costera europea
En la práctica esta propuesta ya funciona de cierta manera. La República Checa ha enviado policías a Hungría y Macedonia para que ayuden a controlar la inmigración ilegal.
Es por eso que los políticos checos apoyan la propuesta de Bruselas de crear una Guardia Fronteriza y Costera que pueda intervenir en cualquier país que no pueda cumplir con sus obligaciones a la hora de proteger las fronteras exteriores.El entusiasmo checo no lo comparten los primeros ministros de Polonia y Hungría que tildan el asunto de violación de la soberanía nacional. Rechazan que eventualmente fuerzas de otros países se encarguen del control de sus fronteras.
Policías para las fronteras no soldados
En otro ámbito, el ministro Zaorálek se expresó contrario a las palabras del presidente checo, Miloš Zeman, quien aseguró a un canal de televisión eslovaco que la crisis migratoria se resuelve enviando soldados a las fronteras.
“No sé por qué el presidente habla de soldados. Los soldados están destinados para la guerra. La República Checa envía policías, por ejemplo, a Hungría y Macedonia. No es necesario crear la sensación de que se trata de una guerra. Europa no está en guerra”.Los primeros ministros de los países del Grupo de Visegrád coincidieron en que una opción para frenar la ola migratoria es cerrar la ruta de los Balcanes, medida que prácticamente sacaría a Grecia de Schengen.
Los políticos centroeuropeos consideran que mientras no haya una estrategia europea común, es legítimo que los países de la ruta de los Balcanes protejan las fronteras y que ellos les prestarán ayuda.