Los países del Grupo de Visegrád rechazan la solidaridad obligatoria
Los países del Grupo de Visegrád volvieron a rechazar la redistribución de refugiados presentada por la Comisión Europea. Los ministros de RR.EE., de los cuatro países de la agrupación expresaron en Praga su sorpresa ante la presión ejercida por Bruselas.
El anuncio hizo sonar las alarmas en Chequia, Polonia, Eslovaquia y Hungría que ha expresado su malestar por las nuevas medidas anunciada por la Comisión Europea para obligar a todos los países comunitarios a recibir refugiados.
Para Lubomír Zaorálek, ministro de RR.EE. de la República Checa, país que preside actualmente el Grupo de Visegrád, la Comisión plantea algo que no cuenta con el apoyo de los Veintiocho.“Debo decir que me encuentro desagradablemente sorprendido. La Comisión Europea devuelve a la mesa de negociaciones una propuesta en la que no hay consenso”.
Mientras que la Comisión Europea insiste en la redistribución de refugiados, los países de Europa Central señalan que la Unión Europea no ha conseguido poner en marcha los sistemas de registro y control. Advierten que no están dispuestos a recibir a personas que no quieren estar en sus países, y que además puedan representar un peligro para su seguridad.
El presidente checo, Miloš Zeman, se mantiene firme en su crítica contra el reasentamiento, y se opone a la política de asilo que trata de imponer la Comisión Europea.“Repito lo que he dicho en otras ocasiones, Chequia debe sumarse a la demanda presentada por Eslovaquia y Hungría contra la Comisión”.
Desde el punto de vista de la Unión Europea la solidaridad voluntaria no funciona, por lo que busca mecanismos que lleven a todos los países comunitarios a participar en la política de asilo.
Los ministros de RR.EE. de los cuatro países del Grupo de Visegrád coincidieron en que la propuesta es inaceptable y que la Comisión no debe presentar iniciativas que provoquen divisiones entre sus miembros.Semejante decisión suena a extorsión, carece de sentido y frena la solución de la crisis migratoria, así calificaron los ministros de exteriores del Grupo de Visegrád la nueva política de asilo de la Comisión que tildaron de solidaridad obligatoria.