El Grupo de Visegrád se ha convertido en una plataforma idónea para dialogar con la Unión Europea

Štefan Füle, foto: Comisión Europea

El Grupo de Visegrád se ha convertido en un importante elemento para la estabilidad regional y destacada plataforma para el diálogo con la Unión Europea. No obstante, la crisis migratoria ha alterado las relaciones entre viejos y nuevos países comunitarios. Los países centroeuropeos rechazan la imposición de sistemas permanentes para el reasentamiento de refugiados.

Štefan Füle,  foto: Comisión Europea
La crisis migratoria golpea duro. Más de 850.000 personas viven en Alemania de manera provisional en campos de acogida, escuelas o salas de deporte. Llegaron al Viejo Continente huyendo de conflictos militares o simplemente de la pobreza extrema que les impiden llevar una vida normal en sus países de origen.

En condiciones similares viven 2,7 millones de sirios en Turquía, atentos a una posibilidad o descuido que les permita viajar a Europa. No obstante, la acogida de inmigrantes ha enfrentado a los países miembros de la Unión Europea que no llegan a un acuerdo para reducir la ola migratoria, según indicó a la Televisión Checa (ČT) el antiguo eurocomisario Štefan Füle.

“Considero que la situación surgida responde a un malentendido entre los países miembros. Todos tenemos cierta dosis de responsabilidad, tantos los miembros viejos como los nuevos, y en parte la Comisión Europea que respalda propuestas que crean divisiones”.

Michal Kořán,  foto: archivo del Instituto de Relaciones Internacionales
Una de las mayores discordias se debe a la propuesta de la Comisión Europea, respaldada por los miembros más antiguos de la Unión Europea, de crear un sistema permanente para la distribución de refugiados entre los Veintiocho.

Los países de Europa Central que integran el llamado Grupo de Visegrád, conocido también como V4, rechazan semejante imposición. La República Checa, Polonia, Hungría y Eslovaquia indican que no se han dado las condiciones anunciadas por Bruselas, como por ejemplo la creación de determinado número de puntos de registro activos, en Grecia e Italia, así como el reforzamiento de las fronteras exteriores de Europa.

El Grupo de Visegrád ha demostrado la importancia de actuar como un bloque regional, explicó el politólogo Michal Kořan.

Refugiados de Siria,  foto: Robert Cotič / CC BY 3.0
“El Grupo de Visegrád representa desde hace tiempo una ficha importante y constructiva dentro de la Unión Europea. Es cierto que últimamente se ha ganado adjetivos no muy agradables y hasta injustos, pero es una plataforma que ha ayudado a la estabilidad de Europa Central”.

Para el antiguo eurocomisario Štefan Füle, es importante recordar que los países del V4 están dispuestos a ayudar en la solución de la crisis migratoria. Están de acuerdo con el reasentamiento de refugiados partiendo de una política voluntaria y acorde a sus posibilidades.

Chequia está dispuesta a recibir de manera voluntaria a unos 1.200 refugiados, pero exige que se trate de personas registradas adecuadamente y que no representen ningún peligro para la seguridad del país.