La República Checa, dispuesta a recibir refugiados directamente desde Turquía

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La República Checa está preparada para apostar por el sistema de “uno por uno” y recibir refugiados sirios y afganos directamente desde Turquía, tal como ha anunciado el primer ministro, Bohuslav Sobotka. La oposición teme que se trate de una reformulación del sistema de cuotas.

La cumbre de la Unión Europea con Turquía,  foto: ČTK
Tras la cumbre de la Unión Europea con Turquía, en la que se ha tratado de llegar a un acuerdo para poner fin a la crisis migratoria, la República Checa se ha mostrado favorable a la puesta en práctica del llamado sistema de “uno por uno”. Este supondría que por cada inmigrante ilegal procedente de Turquía que sea interceptado y devuelto a este país, la Unión Europea se compromete a aceptar un refugiado de los más de dos millones que esperan en territorio turco el fin de la guerra de Siria.

Así lo explicó el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, en la Cámara de Diputados.

Bohuslav Sobotka,  foto: Khalil Baalbaki,  Radiodifusión Checa
“En el momento en que un refugiado de Siria o Afganistán se sienta en la balsa, llega a Grecia y desembarca en una de las islas, será registrado y devuelto a Turquía. Esta gente tendrá pocas posibilidades de que suceda otra cosa. Y en el momento en el que quede claro que los traficantes de personas no pueden ofrecer otra perspectiva que un viaje de ida y vuelta, se reducirá dramáticamente la motivación de navegar de Turquía a Grecia y arriesgar la vida de uno y la de su familia”.

La medida, que todavía está en proceso de negociación, no ha sido bien recibida por la oposición. El Partido Comunista lo considera el resultado del chantaje de Turquía a la Unión Europea. Ankara ha conseguido de hecho en la cumbre una mayor ayuda económica y ventajas en el acceso de sus ciudadanos a la UE sin visado.

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Por su parte, el opositor Partido Cívico Democrático, ve en el “uno por uno” una actualización de la propuesta de reparto de inmigrantes mediante cuotas. Sobotka negó en la Cámara que se vayan a renovar las cuotas, e insistió en que la medida acarrearía el compromiso de aceptar refugiados legalmente solo al principio, ya que la emigración ilegal disminuiría inmediatamente.

“Los refugiados sirios que intenten entrar ilegalmente a Europa serán registrados, con lo que su oportunidad de emigrar legalmente se reducirá a cero. Es una buena motivación para que se reduzca el flujo de inmigración ilegal. Esto no significa nuevas cuotas ni ningún nuevo sistema de reparto. Ha quedado claro en la cumbre y es parte del acuerdo al que se ha llegado. Son válidos solo los compromisos que los países europeos han adquirido en los últimos meses”.

De izquierda: Ahmet Davutoglu,  el primer ministro de Turquía,  Donald Tusk y Jean-Claude Juncker,  foto: ČTK
Una garantía adicional del funcionamiento del sistema es por otro lado el cierre de la ruta de inmigración ilegal por los Balcanes Occidentales, una reivindicación del Grupo de Visegrád que finalmente se ha materializado en la cumbre. Grecia no tendrá otra posibilidad que quedarse los refugiados o retornarlos a Turquía.

El primer ministro subrayó además que Ankara ha dado muestras de cooperación, por ejemplo abriendo su mercado laboral a los refugiados, fundando escuelas para los menores de edad y haciendo más estricta su política de visados, lo que conllevará en su opinión que muchos sirios decidan quedarse en el país y no arriesgarse a viajar a Europa.

Por su parte, el socio de coalición del Partido Socialdemócrata en el Gobierno, el movimiento ANO, considera que hace falta un plan alternativo a la confianza en Turquía y que la solución a la crisis migratoria pasa por resolver la guerra civil siria.