Chequia expone a Donald Tusk su posición respecto al Brexit y a la crisismigratoria
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha recibido a través del Gobierno checo la posición de los países del Grupo de Visegrád respecto a las condiciones de Gran Bretaña para permanecer en la Unión Europea y las posibles soluciones a la crisis migratoria.
Acerca del llamado Brexit, tal como transmitió a Tusk el primer ministro checo, Bohuslav Sobotka, el V4 está convencido de las bondades de la permanencia de Gran Bretaña en los Veintiocho. No está de acuerdo sin embargo con dos de las condiciones exigidas por Londres: la posibilidad de negar subvenciones por niños a familias extranjeras cuyos hijos no residan en el país y el llamado “freno de emergencia”, que posibilitaría la capacidad de dejar de otorgar dotaciones sociales a ciudadanos comunitarios si esto se revela como un gran esfuerzo para las arcas del Estado.
Así lo expresó el ministro de Relaciones Exteriores checo, Lubomír Zaorálek.“Si el Gobierno británico tiene la falsa ilusión de que puede seguir siendo fuerte fuera de la Unión Europea, eso es algo que desde la República Checa o Bruselas no podemos impedir. Creo que nos comportamos de forma correcta con Gran Bretaña, que desde Visegrád hemos expresado una opinión bastante flexible. Claramente hemos dicho cuáles son los límites que no podemos cruzar. No podemos aceptar la discriminación de nuestros ciudadanos”.
Donald Tusk cree sin embargo que se llegará a un compromiso, por ejemplo adaptando la cuantía de las subvenciones por niños al nivel de vida del país donde residan. Respecto al resto de exigencias británicas, el V4 no se ha pronunciado, por lo que tácitamente se supone que aceptaría un acuerdo en el que la Unión Europea aceptara reformas como un mayor papel de los parlamentos nacionales o un incremento de poder de los países de fuera de la Eurozona en las decisiones económicas.Solucionando la crisis migratoria junto a Turquía y los Balcanes
El otro gran tema de la reunión entre Sobotka y Tusk fue la crisis migratoria. El grupo de Visegrád solicitó la formación cuanto antes de una guardia fronteriza y costera europea que pueda encargarse de la gestión de los refugiados de forma independiente al país al que lleguen. De esta manera se evitaría la situación actual en Grecia, donde el Gobierno local no tiene ni los medios ni la voluntad de identificar a los inmigrantes y hacerlos esperar en campos de detención.
Donald Tusk por su parte expresó su solidaridad con Grecia, que está atravesando una situación económica difícil, y descartó la toma de medidas drásticas, como excluir al país de la zona Schengen.“No podemos olvidarnos de los miembros de la Unión Europea más afectados por la crisis financiera, como Grecia. Necesitan una asistencia continua e incluso mayor que la actual”.
Chequia, Eslovaquia, Hungría y Polonia, que el lunes trataron el tema con Macedonia y Bulgaria como países invitados, pidieron también que se integre en la solución y se proporcione ayuda a los países de los Balcanes Occidentales, convertidos ahora en países de tránsito para los refugiados. Al mismo tiempo consideran que hay que presionar más a Turquía, por ejemplo condicionando su posición de país candidato a la UE a su colaboración en la crisis migratoria.
Después de su visita a Praga, Donald Tusk viajó a Berlín a entrevistarse con la canciller alemana, Angela Merkel. Tanto el tema de Gran Bretaña como la crisis migratoria protagonizarán la próxima cumbre de la Unión Europea.