Oficios manuales están en peligro de extinción en Chequia
El número de personas que se dedican a oficios manuales se va reduciendo notablemente en la República Checa. Si bien hace once años, unos 4.000 alumnos se licenciaban anualmente en un oficio, hoy día su número ha mermado en una tercera parte.
Unos de los motivos frecuentes de este fenómeno es el choque de intereses intergeneracional, entre los padres y sus hijos, según explica la directora de la Escuela Secundaria de Artesanía de Praga, Jana Porvichová.
“A veces hasta tenemos que sonreír al enterarnos de las visiones de algunos padres. Es cuando vemos que a un alumno del noveno grado de la escuela básica le hace ilusión dedicarse a un oficio técnico, por ejemplo, pero su madre lo ve como un renombrado científico o médico, aunque es obvio que su hijo jamás llegará a serlo”, dijo.
Aun así algunos menores son capaces de imponer su voluntad pese a los propósitos de sus padres.
Cuando la vocación supera a los prejuicios
“Opté por la profesión de mecánica de coches, porque ya desde la sexta clase me atraen los automóviles. A veces necesito una ayuda de fuerza masculina, pero por suerte siempre hay alguien que me echa la mano”.
Por otro lado, la escasez de mano de obra hace del oficio un asunto lucrativo, según resaltó el director de la Escuela Secundaria Técnica de Praga, Drahoslav Matonoha.
Si un cantero es hábil y conoce las nuevas tecnologías, puede ganar hasta 2.500 euros por mes, lo que supera varias veces el salario medio nacional, según resaltó el director.
