Nuria Cazorla, la bailarina de Madrid que triunfa en Liberec
La bailarina Nuria Cazorla y el guitarrista Miguel Trápaga juntaron sus fuerzas con el Cuarteto Zemlinsky checo este miércoles en la Biblioteca Municipal de Praga. Nuria, radicada en la ciudad de Liberec, conversó con Radio Praga Internacional sobre el evento, sobre su llegada a Chequia y el trasfondo de la vida de los bailarines.
El Fandango de Boccherini, una pieza clásica muy española, llenó este miércoles la Biblioteca Municipal de Praga. Gracias a la bailarina española Nuria Cazorla, las miradas de los asistentes experimentaron momentos únicos.
“El mundo de la danza es tan competitivo que muchas veces los bailarines vamos allá donde el trabajo nos lleva”.
Nuria Cazorla
“La música es muy intensa y muy pasional. Yo la siento muy así. Lo que pasa es que a mí me gusta contrastar la parte coreográfica, no seguir al 100% la música. Como contrastar, quizás, la parte más pasional. Darle un momento de ralentí al cuerpo y que sea la música la protagonista. Como el escenario lo compartimos los músicos y yo, son cinco músicos sentados y yo bailando alrededor, hay muchas partes que les cedo el protagonismo a ellos y creo que se crea una conjunción muy bonita”.
Nuria creó una coreografía especialmente para esa ocasión. Según explica, no es una bailarina de danza española, sino de danza clásica y contemporánea. Pero puesto que ella misma siente la música muy de cerca, en su coreografía intentó integrar ciertas técnicas de la danza española a su propio estilo. Por el momento, la pieza se pudo ver en una ocasión única y la propia bailarina no sabe si en algún momento podrá repetirla. Pero, como cuenta, no le da pena ya que está acostumbrada a la “fugacidad” de su oficio.
“Nosotros, los bailarines, estamos muy acostumbrados a trabajar algo, tener esa fecha de estreno y luego tienes incertidumbre. Ciertos proyectos no sabes si va a haber oportunidad de volver a hacerlos o no. Entonces lo das todo ese día y ya en el futuro se verá”.
Actualmente, Nuria Cazorla vive en la ciudad de Liberec a la que llegó desde Madrid pasando por elencos de Dresde y Graz. Desde 2019 es solista del teatro F. X. Šalda de la ciudad del norte de Bohemia y, como dice, no fue un destino que hubiera elegido a propósito, sino que las oportunidades laborales la llevaron hasta ahí.
“El mundo de la danza es tan competitivo que muchas veces los bailarines vamos allá donde el trabajo nos lleva un poco. A mí me ha salido esta oportunidad”.
“Ciertos proyectos no sabes si va a haber oportunidad de volver a hacerlos o no. Entonces lo das todo ese día y ya en el futuro se verá”.
Nuria Cazorla
En el teatro de Liberec, Nuria representa, por ejemplo, el papel de Carmen en la escenificación doble Šach mat/Carmen, una muchacha india en la representación Mauglí o el papel de Mila en la obra MašínGun Brothers. Asimismo, Nuria había preparado para el teatro Šalda dos coreografías propias que se estrenaron en 2022, una se basa en la música de Johann Sebastian Bach y la otra en la obra de Rodrigo Cuevas.
Tras casi cuatro años en Chequia, Nuria sostiene que no ve grandes diferencias entre Chequia y España en lo que se refiere a la práctica del baile, ya que los grupos de bailarines suelen ser bastante internacionales por las causas explicadas previamente. Pero sí que ha notado diferencias entre los dos países en cuanto al público.
“La diferencia principal es que en República Checa se ve como la parte cultural está muy apoyada y está muy dentro de la vida diaria de las personas. Hay mucha cultura, mucha costumbre de ir al teatro. Estar continuamente informándote de qué está pasando. Y en España, es una pena, pero toda esta parte cultural está un poco más olvidada. Eso es la diferencia más grande que veo de un país a otro”.
Nuria confiesa que, por el momento, tiene previsto quedarse en Liberec. A su vez, explica que la vida profesional de los bailarines es tan corta que siempre hay que seguir buscando oportunidades, que siempre está ahí la ambición de ver qué más hay por hacer, con qué coreógrafos se podría trabajar.
