El robot-agrónomo, un ayudante audaz en el campo
En la feria de artesanía, ingeniería, ciencia y bricolaje Marker Faire de Brno, se presentó el robot Fravebot, en cuyo desarrollo han participado agricultores de la región. El robot ya trabaja en una granja al cuidado de los tomates.
El robot-agrónomo ayuda a cuidar y revisar el cultivo de tomates en la granja familiar Ráječek, en las afueras de la ciudad de Brno. Los tomates se siembran en invernaderos utilizando el sistema de cultivo hidropónico, esto es, que los tomates no se siembran en el suelo, sino en unos tubos abiertos colgados a unos metros. Este sistema sirve también para aprovechar mejor el calor del lugar, lo que lleva a un mayor crecimiento de las plantas.
La granja participó en el desarrollo de un robot-agrónomo con la start-up Fravebot, que coopera también con la Universidad Mendel de Brno. En su periodo de pruebas está dando buenos resultados, dice Matěj Sklenář, de la granja Ráječek.
“El robot es como la prolongación de la mano de un agrónomo. Lo desarrollamos junto con la start-up Fravebot. Lo cierto es que simplifica mucho el trabajo con el cultivo de tomates”.
El robot tiene la forma de un coche de cuento de hadas, con unas cámaras instaladas en una trompa que puede alcanzar hasta cuatro metros de altura. El robot circula por unos rieles instalados entre las largas líneas de los cultivos de tomates y las cámaras van haciendo videos o fotografías que el robot es capaz de evaluar de inmediato, como indicó Matěj Sklenář.
“Pasar por cada hilera de tomates y controlar las aproximadamente 40.000 plantas que tenemos en el invernadero es una tarea imposible para nosotros. Pero el robot-agrónomo es capaz de sacar una foto o video de cada planta, controlarla y evaluar su estado. Los datos respectivos los guarda en su memoria hasta cinco días y nos advierte sobre los cambios o enfermedades que puedan aparecer en cada planta y también nos facilita seguir la maduración de los tomates”.
El robot informa también de cada hoja dañada porque no puede estar seguro de si esto es algo grave o no. Y, como sostiene el constructor principal del Fravebot, Vratislav Beneš, siempre es mejor controlar lo que advierte el robot que luego enfrentarse a un problema en forma de enfermedad, una plaga o un insecto dañino.
Antes de poner al robot-agrónomo a prueba en la granja Ráječek, los científicos probaron sus capacidades en un invernadero virtual, donde simularon situaciones concretas, sostiene Vratislav Beneš.
“En un invernadero virtual hemos cultivado, por ejemplo, fresas o tomates virtuales y en esas plantas hemos aplicado enfermedades virtuales. Por este invernadero hicimos pasar un robot virtual y todo lo hemos simulado. A una persona esto le puede parecer como una película con muchos efectos 3D”.
De acuerdo con Vratislav Beneš, gracias a la cooperación con la Universidad Mendel de Brno, al descubrir los científicos de ese centro alguna nueva enfermedad en las plantas, o si logran cultivar alguno de esos insectos en su laboratorio, inmediatamente le envían a Fravebot fotos de lo descubierto y los especialistas de la empresa lo modelan y ubican en la memoria del robot.
El robot–agrónomo sabe cuidar también los cultivos de fresas, y los desarrolladores lo están adaptando para cuidar plantaciones de pepinos.
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