El joven checo enamorado de la física que está desarrollando un microscopio de increíble precisión
Jakub Dokulil es un joven físico checo que cursa una maestría en la Universidad de Viena, donde trabaja en la fase inicial de un nuevo microscopio de notable exactitud.
Para Jakub Dokulil, su primer encuentro con la física fue amor a primera vista, un amor que sigue vigente hasta la fecha. Desde su primera lección de física en la primaria sintió un interés inmediato por la materia, y poco a poco, ese interés se convirtió en pasión. Pronto, Dokulil comenzó a participar en olimpiadas de física y matemáticas. Aunque se dio cuenta de que estas competencias eran más teóricas que prácticas, gracias a ellas comprendió que lo que más disfrutaba era aplicar su conocimiento a aspectos prácticos, algo que ha podido explorar ampliamente en la Universidad de Viena. Aunque la distancia en ese caso era mínima, dejar su hogar para estudiar en un país extranjero no fue fácil para Dokulil. Aun así, no se arrepiente, tal como explicó a Radio Praga Internacional.
“Desde el punto de vista académico, debo decir que aquí la Facultad de Física ofrece un espectro mucho más amplio de temas y materias en las que uno puede especializarse. Sabes, había cosas cuya existencia desconocía hasta que llegué aquí. Y creo que es algo realmente importante: saber que algo existe. No necesitas ser un experto en ello. No necesitas estar familiarizado con el tema. Pero al menos es bueno saber que tal cosa existe. Para mí, después de la transición, hubo muchos de esos momentos de asombro. Pero debo decir que, dado que la facultad aquí es grande en comparación con el instituto que formaba parte de la facultad en Brno donde estudié, el hecho de que la facultad sea tan grande significa también que es mucho más anónima. Sabes, realmente no hay una comunidad como la que tenía en Brno con mis compañeros de estudio. Aun así, estoy muy agradecido de haber dado este paso y de estar aquí en Viena, porque la Facultad de Física aquí ofrece una libertad increíble”.
Para su tesis de maestría, Dokulil trabaja en el diseño de un nuevo microscopio llamado Minflux cuya tecnología permite observar dinámicas en materia viva con una precisión espacial a nivel nanométrico y temporal a nivel de milisegundos. Con mucho entusiasmo, se refiere a su funcionamiento.
“Hablando sobre mi trabajo, lo explico con el ejemplo de un experimento de seguimiento de kinesina. Sabes, en nuestras células tenemos una máquina molecular, un motor molecular, llamado kinesina. La kinesina tiene dos 'piernas' y camina sobre los microtúbulos. Lo que podemos hacer es medir cada paso que da. Cada paso mide ocho nanómetros. No me gusta compararlo con el grosor de un cabello humano ni nada por el estilo, pero es realmente, realmente pequeño. La kinesina da alrededor de cien pasos por segundo, así que se mueve muy rápido, y podemos observar este proceso con Minflux. Esto es algo que realmente me fascina y también me motiva: el hecho de que podemos contribuir a hacer nuevas observaciones y descubrimientos”.
Para que el microscopio Minflux funcione adecuadamente, debe estar acompañado de un programa bien estructurado. Para este proyecto, Dokulil utiliza Python, uno de los lenguajes de programación más avanzados que existen. Además, sabe diseñar en computadora y utilizar impresoras 3D. Sin embargo, gracias al Centro de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Viena, los físicos pueden apoyarse tranquilamente en ingenieros para desarrollar estos detalles, lo cual facilita en gran medida su trabajo. Para todos los jóvenes que están considerando estudiar alguna ciencia, Dokulil ofrece una recomendación.
“Creo que si ya sientes entusiasmo por la ciencia y sabes lo que quieres hacer, entonces simplemente debes seguir tu pasión. En mi experiencia, algo realmente importante es encontrar un buen mentor, alguien que te apoye, que te enseñe muchas cosas, porque hay mucho por aprender. He tenido la suerte de encontrar buenos mentores en mi vida. También me gustaría animar a las personas a probar cosas diferentes, a trabajar en distintos temas, a ir a diferentes lugares y, sobre todo, a experimentar por sí mismas lo que es trabajar en otro sitio. Y luego, con esa experiencia, podrán decidir mejor hacia dónde quieren ir, qué quieren hacer. Esto les ayudará a encontrar aquello que realmente es adecuado para ellas”.
A tal punto considera Dokulil importante la figura de los mentores que concluye diciendo que pueden inculcar en los estudiantes tanto una pasión como un rechazo por determinado tema.