Científicos checos desarrollan una estación meteorológica para seguir el clima espacial
Un equipo de científicos checos ha desarrollado estaciones meteorológicas para la predicción del clima espacial y ayudar a los astronautas durante sus viajes.
Las estaciones meteorológicas diseñadas por un equipo de científicos checos del Instituto de Física Teórica y Experimental de la Universidad Técnica Checa ayudarán a pronosticar lo que se conoce como clima espacial. Darán seguimiento a las corrientes de partículas cargadas que pueden resultar peligrosas para los astronautas, equipos electrónicos y las naves que viajan al espacio.
Las partículas con cargas diferentes se desplazan por el espacio y los científicos las llaman clima espacial y hablan de viento solar y tormentas.
Conocidas como Hardpix, las estaciones meteorológicas checas ofrecen grandes prestaciones y gracias a su tamaño se pueden instalar en todos los satélites nuevos o antiguos, dijo a la Radio Checa el experto Milan Malich.
“Nuestro objetivo fue desarrollar un dispositivo lo más pequeño y compacto posible. La versión actual pesa alrededor de 150 gramos. La mayor parte la compone una caja de aluminio”.
Las dimensiones de la estación meteorológica Hardpix resultan ideales para su fabricación en serie, al tiempo que se pueden acoplar a todos los tipos de satélites, tanto nuevos como los más antiguos, indicó el físico Robert Filgas.
“Se trata de una especie de cajita que pesa un poco más de 100 gramos. Gracias a su diseño y consumo mínimo de energía (2-3 vatios) se puede acoplar a todos los satélites, incluso a los que están en proceso de construcción”.
El físico describió que las dimensiones y peso de la estación meteorológica checa resultan excepcionales, porque se pueden integrar a los llamados CubeSats más pequeños y también agregar posteriormente a un satélite en fase de fabricación sin alterar el diseño original.
El Hardpix checo funciona como una especie de cámara fotográfica, pero su función no es sacar imágenes de las partículas como tales, indicó el científico Milan Malich.
“Una partícula que pasa por el detector crea un rastro. Los llamamos Trek. Según la trayectoria, según el producto, según el espesor y otros atributos, se puede determinar con cierta probabilidad de qué tipo de partícula se trata”.
Las partículas con cargas diferentes se desplazan por el espacio, la mayoría no llegará nunca a la Tierra porque el planeta está protegido por un paraguas magnético. Pero cuando las naves espaciales se encuentran fuera del campo magnético de la Tierra pueden sufrir daños, a casusa de las partículas, las consecuencias serían similares a las de un rayo o granizo. Las estaciones meteorológicas como Hardpix ayudarán a pronosticar el clima espacial insistió Robert Filgas.
“Depende de las diferentes tormentas solares y de todo el ciclo solar de once años en general. Por eso es necesario monitorear durante un período de tiempo más largo, idealmente de forma continua, para saber cómo se comporta el clima solar”.
El primer Hardpix ya está en órbita y ha estado entregando datos a los científicos desde septiembre. Fue llevado al espacio por el cohete Falcon 9 a bordo del satélite ION de la empresa italiana D-Orbit para supervisar
la meteorología espacial para el Consejo de Instalaciones de Ciencia y Tecnología del Reino Unido.