Resumen de la Prensa Checa
La persistente amenaza de inundaciones, los impactos de la crisis económica sobre las campañas electorales de los partidos checos y las protestas agrícolas son algunos de los temas que aparecen en la prensa checa de este martes.
“El agua aún no ha dicho su última palabra”, escribe en portada Lidové Noviny. Los niveles de los ríos por fin están bajando, pero el estado de alerta emitido por el Instituto Hidrometeorológico permanece vigente hasta el miércoles.
Fuertes tormentas con lluvias se registraron la noche del lunes al martes en Bohemia del Sur. La peor situación se vivió en las cercanías del río Blanice. En la ciudad de Putim, el agua inundó unas 20 casas, informa el periódico.
Determinar con exactitud la localidad y el carácter de las lluvias torrenciales es prácticamente imposible, escribe Mladá Fronta Dnes. “La situación cambia de un minuto a otro. Los pronósticos del tiempo se actualizan varias veces al día y aún así no es suficiente”, sostiene el meteorólogo Marian Sandev.
El Instituto Hidrometeorológico trabaja con dos programas: uno europeo y otro checo. Depende de la experiencia del meteorólogo, que tiene que comparar los datos, muchas veces contradictorios, de los dos sistemas y sacar una conclusión, explica Sandev en Mladá Fronta Dnes.
Los programas del Partido Cívico Democrático y el Partido Socialdemócrata nunca han sido tan parecidos, indica el matutino.
La culpa la tiene la crisis económica. Debido a la recesión, faltan millones en el presupuesto nacional. Conscientes de ello, los políticos tratan de omitir en sus campañas las promesas vagas de siempre.
De esta manera, la Socialdemocracia por primera vez en la historia no promete al electorado un aumento de las subvenciones sociales. Y en el programa del Partido Cívico Democrático falta la reducción de impuesto al ingreso.
Právo comenta la protesta de los agricultores checos contra los bajos precios de la leche, que tuvo lugar este lunes en diferentes regiones del país. En la actividad participaron unos 6.000 ganaderos, que con sus tractores y automóviles bloquearon las carreteras locales.
La peor situación se registró en la autopista D1, que une Praga con la ciudad morava de Brno, donde se formaron largas colas de vehículos. La protesta terminó sin mayores incidentes, concluye Právo.
