El impacto del cambio climático en las inundaciones en Chequia: estudio revela la influencia humana
Un nuevo estudio científico confirma que el cambio climático causado por la actividad humana ha intensificado las lluvias que provocaron las devastadoras inundaciones en Chequia y Europa Central. La quema de combustibles fósiles ha duplicado la probabilidad de que se repitan eventos meteorológicos extremos, según los expertos.
Una investigación reciente llevada a cabo por un equipo internacional de científicos ha revelado que el cambio climático inducido por el ser humano ha exacerbado considerablemente las inundaciones devastadoras que afectaron a Chequia y a otros países de Europa Central.
El estudio, realizado por la World Weather Attribution Initiative, confirma que las lluvias de la tormenta Boris fueron las más intensas jamás registradas en Europa Central, superando ampliamente los récords previos.
Datos que explican el desastre
Durante los cuatro días de fuertes precipitaciones, Chequia experimentó una caída de 136,2 litros de agua por metro cuadrado. Esta cifra supera con creces los 97,5 litros por metro cuadrado registrados durante las inundaciones catastróficas de 1997. La investigación indica que el cambio climático provocado por la quema de combustibles fósiles ha duplicado la probabilidad de que se produzcan eventos meteorológicos extremos como estos.
Friederike Otto, profesora de ciencias del clima en el Imperial College de Londres y coautora del estudio, señala que la influencia de la actividad humana en este desastre es indudable.
“En términos de las cifras que analizamos, que por supuesto corresponden a la región que estudiamos y a los cuatro días de fuertes lluvias, el cambio climático, que es inducido por el hombre a través de la quema de carbón, petróleo y gas, ha duplicado la probabilidad de que ocurra un evento de este tipo. Según los modelos y las observaciones analizadas en conjunto, hay un aumento del 7% en la intensidad, pero sabemos que los modelos subestiman las precipitaciones. Por lo tanto, el aumento real en la intensidad es probablemente mayor, más cercano a lo que vemos solo a partir de las observaciones, que es un aumento del 20%”.
Por su parte, el servicio de cambio climático Copernicus de la Unión Europea destaca que Europa es el continente que más rápidamente está calentándose, con temperaturas promedio en los últimos cinco años aproximadamente 2,3°C más altas que en la segunda mitad del siglo XIX. Este calentamiento no solo ha provocado olas de calor más frecuentes e intensas, sino también un incremento en las lluvias extremas, especialmente en el norte y centro de Europa.
Ignorar cuesta caro
Bogdan Chojnicki, investigador de la Universidad de Ciencias de la Vida de Poznań y coautor del estudio, explica que la mayor cantidad de lluvia se debe a que una atmósfera más cálida puede retener más humedad.
“La alta temperatura de la atmósfera crea más espacio para el vapor. El segundo elemento es el agua líquida en los mares. Si sumamos esos dos elementos, la alta temperatura del aire y del mar crea condiciones ideales para la evaporación, que a su vez aumenta la cantidad de humedad en la atmósfera. Esto aumenta la capacidad de la atmósfera para generar fuertes lluvias. Y el aumento de las temperaturas, tanto del mar como del aire, intensificará las condiciones para el desarrollo de tal situación”.
El estudio también evalúa la vulnerabilidad y exposición a tales desastres naturales. Las recientes inundaciones en Chequia no solo han cobrado vidas, sino que también han causado daños significativos a la propiedad y a la infraestructura, destruyendo puentes, carreteras, ferrocarriles y edificios tanto públicos como privados
Para mitigar los daños futuros, Maja Vahlberg del Centro Climático de la Cruz Roja en La Haya enfatiza la necesidad de integrar las proyecciones actuales del cambio climático en la planificación del uso del suelo
“En términos de formulación de políticas, creo que es muy importante recordar, en primer lugar, que los países y ciudades afectados tienen que hacer evaluaciones posteriores al desastre y revisiones posteriores a la acción de los sistemas existentes para identificar las áreas específicas que se pueden mejorar. Pero, en general, se debe abordar la alta exposición a las inundaciones. Eso será absolutamente esencial tanto para la recuperación como para la planificación a largo plazo de las ciudades, en particular, las ubicadas a lo largo de los principales ríos en estas áreas de Europa, pero también lo será el refuerzo de la infraestructura para ayudar a defender y controlar nuestras comunidades de las inundaciones”.
Discursos contra la ciencia
A pesar de las evidencias aportadas por los expertos, las explicaciones del desastre vinculadas a la actividad del hombre aún encuentran resistencia en algunos sectores de la sociedad. Del mismo modo, líderes mundiales, como Donald Trump, ponen en duda abiertamente el cambio climático.