La pandemia complica el trabajo a los meteorólogos
Los meteorólogos están utilizando radiosondas para pronosticar el tiempo. Los aviones, que normalmente proporcionan hasta 800 000 mediciones diarias, se han quedado en tierra a causa de la pandemia.
La pandemia del COVID-19 que estalló en Europa a mediados de marzo ha complicado los pronósticos del tiempo al igual que su precisión. En condiciones normales, los meteorólogos trabajan en gran parte con mediciones proporcionadas por las decenas de miles de aviones que cruzan los cielos.
El Instituto Hidrometeorológico Checo ha estado empleando radiosondas para completar los datos faltantes. La radiosonda es una pequeña caja envuelta en poliestireno que se ata a un balón meteorológico. Según explica el jefe del equipo de aerología, Martin Motl, el balón logra subir a una altura de más de 30 kilómetros.“Alcanza una altitud de entre 30 y 35 kilómetros. Sube unos 5 o 6 metros por segundo y esta velocidad le permite llegar a la altitud que nosotros necesitamos para realizar las mediciones. Tarda entre 80 y 90 minutos, después se revienta”.
El Instituto Hidrometeorológico Checo, situado en el sur de Praga, realiza tres mediciones al día. La radiosonda mide la temperatura, la humedad o la dirección y la velocidad del viento. Se ha mostrado muy útil, sobre todo ahora cuando, según Radmila Brožková, jefa del equipo de previsiones numéricas, los meteorólogos han perdido entre el 80 % y 85 % de los datos a causa de las restricciones al transporte aéreo. En tiempos corrientes, los aviones realizan hasta 800 000 mediciones al día y proporcionan datos importantes a los meteorólogos, explica Brožková.
“El avión cuenta con aparatos en el morro que miden la velocidad de circulación del aire. Además, cuentan con un sensor de temperatura y últimamente muchos utilizan asimismo sensores de humedad. Entre el momento de despegue y el momento en el que el avión alcanza su nivel de vuelo, realiza una medición perfecta del perfil de la atmósfera”.Para el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio los datos colectados por los aviones son los segundos más importantes, después de los datos capturados por satélites. El centro estima que sin los aviones, los modelos meteorológicos son menos exactos en hasta un 15 %.
Según Brožková, el tema del uso de radiosondas se ha debatido asimismo a nivel europeo y se ha acordado que, para compensar al menos parcialmente la falta de datos, las estaciones de meteorología harían mediciones con radiosondas al menos dos veces al día en todos los países.
En los últimos años, el número de satélites meteorológicos ha aumentado, hecho que ayuda a atenuar el impacto negativo de la falta de datos causada por las limitaciones del tráfico aéreo. Antes de la pandemia, más de 40 compañías aéreas ayudaban a colectar datos meteorológicos. Su regreso a los cielos lo aguardan con impaciencia no solo los turistas o comerciantes, sino también los meteorólogos, incluidos los checos.