Checo, castellano y catalán, fusión de idiomas en las obras de Monika Zgustová

Monika Zgustová

La literatura checa está en auge gracias a escritores y traductores como la célebre Monika Zgustová. Ella está obteniendo toda una serie de éxitos por sus trabajos tanto de traductora como de escritora de novelas trilingües, es decir, en checo, castellano y catalán.

Monika Zgustová
Monika Zgustová se presentó al premio Ángel Crespo sin imaginar que pudiera ganar, pero cuál fue su sorpresa cuando le informaron que ella había sido la galardonada del concurso por su traducción del checo al castellano de ‘Las aventuras del buen soldado Švejk’. Ella misma se asombró al saber que había sido la premiada, ya que según la propia escritora y traductora “había muchísimos libros con traducciones buenísimas, extremadamente válidas, libros largos, difíciles, de lenguas clásicas y poesía”.

Pero el jurado decidió que Monika sería la ganadora del XIII Premio de Traducción Ángel Crespo por la traducción de uno de los más clásicos de la literatura checa. ‘Las aventuras del buen soldado Švejk’ es una obra satírica inacabada, escrita por el ya fallecido Jaroslav Hašek y Monika explica en una entrevista a Radio Praga porqué eligió presentar esta obra.

“Porque era una traducción que yo acababa de hacer, pienso que estaba bien. Ha interesado mucho a la gente, se han vendido muchos ejemplares y es un clásico checo, un clásico de la literatura universal. Y pensé que podría competir bien con los demás libros que se presentaron allí”.

Compitió y ganó, pero no sin antes haber tenido que hacer grandes esfuerzos durante años. A pesar de ser checa y dominar el castellano casi a la perfección, Monika tuvo que trabajar mucho en esta obra para obtener unos resultados satisfactorios, como ella misma explica.

“El libro salió hace un año y yo acabé la traducción hace como un año y medio. Pero estuve trabajando muchísimos años en ella, porque es una traducción que no se puede hacer en poco tiempo. Francamente tienes que estar trabajando y mirando y pensando en ella y volviendo a trabajar. Yo muchas veces utilizaba a mis amigos como oyentes y les leía un trozo de la novela y si se reían era buena señal, si no se reían la volvía a trabajar más”.

Se trata de la primera traducción directa del checo al castellano de esta novela y la escritora ha podido sentir en sus propias carnes todas las dificultades que comporta una labor como la suya. En especial, en esta obra se ha encontrado con muchos inconvenientes, tratándose de una novela con un registro básico de las instituciones en tiempos del Imperio Austrohúngaro. Además, otra de las complicaciones con la que ha tenido que lidiar ha sido la mezcla de idiomas, ya que los personajes hablan tanto en checo como en alemán, prosigue Zgustová.

“Es muy difícil la traducción de esta obra, sobre todo por la situación histórica que hoy ya no existe. Hašek retrató el Imperio Austrohúngaro del comienzo de la Primera Guerra Mundial. Un ambiente de muchas lenguas, la Praga donde se hablaba tanto el checo como el alemán, donde coexistían varias culturas. Y además, los hechos que hoy no existen del Imperio Austrohúngaro: la monedas, los cargos militares… la verdad que me dio bastante batalla”.

Ésta no es su primera obra como traductora, de hecho, goza de un gran recorrido en el ámbito de la escritura y la traducción. Un recorrido que ha conseguido gracias a sus andanzas a lo largo de los años y a través de los cuales ha absorbido todo tipo de conocimientos.

Monika Zgustová nació en Praga pero emigró a Estados Unidos con sus padres donde se doctoró en Literatura Comparada en la Universidad de Illinois. Después de viajar de un lugar a otro, en los años 80 acabó afianzándose en Barcelona, concretamente en Sitges, una pequeña ciudad que le gustó desde el principio y donde formó su hogar. Además del castellano, Zgustová aprendió también el otro idioma oficial de Cataluña, el catalán, convirtiéndose así en una de las figuras clave de la introducción de la literatura checa en España.

Más de 50 obras son las que tiene traducidas al castellano y al catalán de autores como Bohumil Hrabal, Jaroslav Hašek, Karel Čapek o Václav Havel entre otros. Y hoy por hoy, Monika está muy orgullosa de la posición que tiene la literatura checa a nivel mundial, ya que asegura que se está haciendo una importante labor para darla a conocer.

“Yo misma he hecho muchas traducciones del checo al castellano y al catalán. He traducido casi 50 libros. Además de mí, hay otros traductores como Fernando Valenzuela y ahora ha surgido gente joven. Yo creo que la situación está muy bien, la literatura checa es conocida, la gente la sigue. La gente la conoce, al menos aquí en Barcelona yo diría que la gente conoce la literatura checa casi como la italiana”.

Pero Zgustová no sólo ha hecho traducciones, sino que también ha creado obras propias. Su manera de trabajar consiste en escribir novelas en checo y después, ella misma, las traduce. Así es como ha publicado ya seis obras que han tenido un verdadero éxito. Su último trabajo, ‘Cuentos de la luna ausente’ (2010), ambientado en Praga, fue galardonado con el Premio Mercè Rodoreda de cuentos y narraciones en lengua catalana. Otra de sus destacadas obras es ‘La mujer silenciosa’ (2005), una novela inspirada en la vida de su abuela durante la época del nazismo y del posterior sometimiento del comunismo. También es autora de las novelas ‘Jardín de invierno’ (2009), ‘Menta fresca con limón’ (2002) y ‘La mujer de las cien sonrisas’ (2001). No es de extrañar, pues, que la escritora haya ganado numerosos premios tanto nacionales como extranjeros por sus trabajos.

Pero no es oro todo lo que reluce, ya que traducir una obra propia a otro idioma que también se domina no es tarea fácil aunque así lo parezca a simple vista. Monika comenta los pros y los contras de este cometido.

“La autotraducción es algo difícil porque cuando tú haces una traducción tú empiezas de cero, sólo haces la traducción de aquella obra, pero no la has redactado, la ha redactado otra persona. En cambio, cuando te traduces a ti misma, ya has trabajado mucho en la novela y tienes que meterte otra vez a traducirla. Esta es la parte mala. La parte buena es que tú misma puedes controlar los giros, el vocabulario, el registro, el sentido del humor. Y además, que los libros salen en tres idiomas la vez”.

Checo, castellano y catalán, una fusión de idiomas que está aportando un gran éxito en la vida profesional de Monika Zgustová. Habrá que esperar a su próximo trabajo para saber con qué sorprenderá nuevamente.

Autor: Marta Agraz
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