Pugna por controlar la gestión de las aguas checas
La lucha por conseguir el control de las compañías de aguas regionales en la República Checa comenzó a finales de los 90 y ha continuado en las décadas siguientes. Empresas extranjeras y nacionales ven en este sector un gran potencial para conseguir amplios beneficios.
Los entes municipales decidieron vender estas participaciones, dando lugar a la aparición de compradores extranjeros con Francia a la cabeza. Estas agencias establecieron acuerdos de larga duración para hacerse con la dirección de los usos del agua. Las empresas checas se dieron cuenta poco después de que les iba a ser difícil recuperar la financiación europea para la renovación de infraestructuras debido a la nueva competencia.
Actualmente, estas compañías nacionales buscan recuperar el control de la gestión de las aguas. La ciudad de Pilsen adquirió el 98 por ciento de las participaciones de Veolia, una de las multinacionales francesas, por 27 millones de euros. Además, las regiones de Ustí y Liberec pretenden comprar el 51 por ciento de las acciones de otra de las sucursales de Veolia, algo que también está intentando conseguir Praga.