Muestras de las aguas residuales confirman que COVID-19 sigue presente en Chequia
Mientras el Ministerio de Salud informa que la epidemia de coronavirus en Chequia va retrocediendo, los científicos afirman que las muestras obtenidas de aguas residuales confirman que sigue habiendo una alta presencia del virus en la sociedad.
Las pruebas de coronavirus realizadas últimamente en los laboratorios, revelan la aparición de unos dos mil contagios nuevos de COVID-19 en Chequia cada día. Independientemente de que el número de infectados va bajando desde hace dos meses, las muestras de las aguas residuales no son tan alentadoras.
Los científicos afirman que el número verdadero de personas infectadas es mucho mayor, pero algunas personas simplemente no tienen síntomas de la enfermedad, por lo que no se hacen pruebas.
No obstante, los análisis de las aguas residuales testimonian una alta presencia de COVID-19 entre la población en Chequia, como dijo a la Radio Checa Hana Zvěřinová Mlejnková, del Instituto Hidrotécnico de Praga.
”Nuestros datos son realmente objetivos y revelan la cantidad de coronavirus que hay entre la población, independientemente de si las personas se someten a un test de COVID-19 o no. Lo cierto es que las muestras que recogemos indican una mayor presencia del virus en la población local de lo que se supone recurriendo a las pruebas clínicas”.
Este seguimiento de las aguas residuales por parte de especialistas del Instituto Hidrotécnico de Praga comenzó hace dos años a fin de ayudar en la búsqueda de métodos para prevenir la proliferación del coronavirus en caso de nuevas epidemias.
En el experimento fueron incluidas las ciudades de Praga, Brno, Břeclav y Kladno, para abarcar ciudades de distinto tamaño y número de habitantes. Las muestras son recogidas una vez a la semana. Por ejemplo, los resultados de las mediciones en la ciudad de Brno revelan que la situación allí es peor de lo que suponían los test de laboratorio, según sostuvo Hana Zvěřinová Mlejnková.
“De acuerdo con el gráfico de las mediciones de aguas residuales en Brno, la situación responde a la ola de coronavirus de otoño del año pasado, cuando los laboratorios confirmaban más de 10 000 contagios diarios. Pero claro, al bajar ahora el número de infectados, son menos también las personas que se hacen los test. Por ello apreciamos tanto este método que nos permite demostrar de forma objetiva el nivel de la presencia de ese virus entre la población”.
De acuerdo con la especialista, la situación es semejante en las cuatro ciudades incluidas en el proyecto. Para las mediciones se utiliza una instalación idéntica que confirma la carga viral, acotó Hana Zvěřinová Mlejnková a la Radio Checa.
“La instalación para recoger las muestras se compone de 24 recipientes de plástico, para poder seguir la situación las 24 horas del día. El agua contenida en los recipientes luego se mezcla, o también es posible analizar muestras recogidas durante una hora determinada. Luego estas se analizan en un laboratorio, al igual que los test clínicos, pero en este caso las muestras pasan previamente por una purificación de las aguas residuales. Las pruebas son tan sensibles que revelan hasta la mínima presencia del virus”.
El monitoreo de las aguas residuales continuará hasta finales de este año para verificar si permite descubrir una nueva ola de coronavirus que podría venir en otoño, incluso en una situación cuando no se hacen tantos test de laboratorio.
A diferencia de unos 50 países del mundo que usan la epidemiología basada en aguas residuales para para monitorear la situación y adoptar cuanto antes medidas a fin de prevenir una nueva propagación del COVID-19, el Gobierno de la República Checa aprovecha este método de forma mínima hasta el presente.