Los restaurantes checos reabrieron con menos clientes y pocas ganancias

Foto ilustrativa: Lenka Žižková

La reapertura de los espacios interiores de restaurantes, cervecerías y cafeterías anunciada hace una semana por el Gobierno no ha tenido el resultado esperado. Los checos no los han invadido como esperaban sus dueños y administradores.

Foto ilustrativa: Lenka Žižková,  Radio Prague International

La reapertura de los restaurantes ha sido gradual en Chequia. Tras la declaración del estado de emergencia a mediados de marzo unos pocos se atrevieron a abrir ventanas dispensadoras de bebidas y comidas, al tiempo que recibían pedidos de platos para llevar.

Cuando la epidemia del coronavirus lo permitió el Gobierno dejó abrir terrazas y espacios exteriores. Hace una semana las autoridades anunciaron con bombos y platillos la reapertura de los espacios interiores de restaurantes, cafeterías y cervecerías. Pero la invasión de personas sedientas y hambrientas no se cumplió.

Foto: Lenka Žižková,  Radio Prague International
Si bien existen diferencias entre las regiones del país, un estudio de la empresa Storyous, encargada de los sistemas de las cajas registradoras de los restaurantes, ha indicado que las ventas son mucho más bajas que antes del estado de emergencia.

Problemas serios acusan por ejemplo en la ciudad de Olomouc, no hay estudiantes y mucho menos turistas, según ha indicado a la Radio Checa Michal Prochovník, administrador de un restaurante en el casco histórico.

“En este momento tenemos muchos menos clientes que en el mismo periodo del año pasado. Esto se debe a que hay pocos turistas en la región de Olomouc y en el país en general”.

Una situación similar fue narrada a la Radio Checa por Jakub Dostal, también de la ciudad de Olomouc.

“En esta época del año lo normal es contratar a muchos trabajadores de temporada, pero debido a que la gente no viene y las ganancias son muy bajas somos precavidos y vamos despacio”.

Casos parecidos se repiten en todo el país. Una de las cafeterías de la red Mamacoffee tuvo que cerrar en la Galería Nacional en el Palacio de la Ferias de Praga. De acuerdo con su dueño Daniel Kolský, siempre han dependido de los turistas, pero debido a la epidemia del nuevo coronavirus de la noche a la mañana todos desaparecieron.

Foto: Olga Vasinkevich,  Radio Prague International
De acuerdo con el director de la empresa Storyous Igor Třeslín, las pérdidas se deben a que mucha gente sigue ordenando comida para llevar, esto se traduce en un bajo consumo de productos para los restaurantes, y por lo tanto las ganancias se reducen. Problemas serios acusan los establecimientos cercanos a los centros de oficinas, porque las empresas han recomendado a los empleados que trabajen desde casa, y un mal momento siguen viviendo los bares y clubes nocturnos, indicó Třelín.

Jan Kubíček, de la Asociación de los Centros Comerciales, estima que el fin de las restricciones debe ser más rápido y amplio.

“El país registra muy buenas cifras (de coronavirus), no entendemos por qué no se ha permitido abrir las áreas de juego para los niños. Tampoco es posible consumir alimentos en los cines, no vemos razón alguna”.

A pesar del fin de una serie de restricciones, como por ejemplo salir a la calle sin mascarillas, permitir la celebración de eventos públicos con un número determinado de personas, que cada cierto tiempo aumenta, así como la posibilidad de viajar sin limitaciones entre otras medidas, los ciudadanos siguen siendo cautelosos.

Según los datos de la compañía Storyous, más del 30 % de las personas han confesado que temen visitar los restaurantes, cervecerías y cafeterías con la misma frecuencia que lo hacían antes de la pandemia de coronavirus.