La pandemia y la subida de precios están acabando con los restaurantes

Después de dejar atrás lo peor de la pandemia de COVID-19, los restaurantes siguen a la deriva. Los clientes no han vuelto, parece que los precios los han ahuyentado igual o peor que el coronavirus.

Hace un año ir a un restaurante no era fácil. Además de las mascarillas, los comensales tenían que portar certificados para demostrar que estaban vacunados o que habían superado el coronavirus. Aquello resultó incómodo y desagradable para muchos que ya se habían acostumbrado a las ventanillas dispensadoras de comida que funcionaban durante los meses más duros de la pandemia.

Foto: Rudy and Peter Skitterians,  Pixabay,  Pixabay License

A partir de la caída de los contagios del coronavirus, las autoridades checas decidieron eliminar todas las restricciones que antes eran indispensables para acceder a bares y restaurantes. No obstante, los comensales no han copado los restaurantes como era habitual en los tiempos anteriores a la pandemia, según reveló a la Radio Checa Tomáš, administrador de un restaurante de Praga.

“No quiero comparar la situación de hoy con la de antes de la pandemia, aquella bonanza no volverá. Tenemos menos clientes, es evidente que la gente no quiere gastar su dinero en restaurantes. Están esperando el recibo de la luz, del gas, al tiempo que sube el precio de los alimentos y nadie sabe qué nos deparará la crisis energética. La gente prefiere gastar solo en lo indispensable”.

A pesar de que la mayoría de los praguenses suele quejarse de que los precios están por las nubes, Tomáš dice que el aumento del precio de la energía le ha obligado a encarecer su oferta.

“La mayoría de nosotros teme subir los precios. Nuestro aumento fue de un 5% o como máximo un 10%, porque no queremos perder a la clientela”.

Foto ilustrativa: Lenka Žižková,  Radio Prague International

Los últimos días de lluvia y frío tampoco han favorecido a los restaurantes, que en esta época suelen ofrecer al público sus terrazas al aire libre en el casco histórico de la capital. Hana, camarera en un restaurante en el distrito de Praga 2, confirmó que los clientes checos brillan por su ausencia, pero que de manera tímida han empezado a volver los turistas.

“Los extranjeros están regresando. Se trata de gente de procedencias muy variadas, pero en primer lugar tenemos turistas de Alemania, México, España e Italia”.

Al igual que Tomáš, Hana asegura que el aumento de los precios responde al incremento de los costos de la energía y de los ingredientes para la elaboración de platos. Pero los clientes se quejan de que en muchos casos simplemente se paga más por un servicio igual o de peor calidad.

Foto ilustrativa: Mateus Campos Felipe,  Unsplash,  CC BY 1.0 DEED

El hecho de que cada vez menos personas busquen los restaurantes lo ha confirmado también la empresa SaltPay, proveedora de software para terminales de pago. El número de personas no se puede comparar con la cifra registrada antes de la pandemia, indican, al tiempo que otras malas noticias llegan desde las cervecerías que sugieren un nuevo aumento de precios de sus productos debido al incremento de los costos de la energía. Semejante paso puede ser mortal para muchos bares y restaurantes pequeños que todavía no se han recuperado de las consecuencias de la pandemia de coronavirus.

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