La checa Beatrice Brentnerová recibe una nominación a los Óscar por su trabajo en Nosferatu
La película Nosferatu, de Robert Eggers, ha recibido cuatro nominaciones a los Premios Óscar, entre ellas, a Mejor Diseño de Producción, que involucra a la checa Beatrice Brentnerová. Además de mostrarse muy ilusionada por la noticia, la diseñadora de sets reveló cuál fue el mayor desafío que tuvo que enfrentar durante el rodaje de esta superproducción.
La película de horror Nosferatu, dirigida por Robert Eggers, se ha convertido en una de las grandes sensaciones cinematográficas de 2024, no solo por su impactante narrativa gótica, sino también por la excelencia en su diseño de producción, una de las categorías más destacadas en los premios de la Academia. La decoradora de sets checa Beatrice Brentnerová, quien lideró el diseño de los interiores y exteriores de la película, ha sido nominada al Premio Oscar precisamente en este rubro. Consultada por la Radio Checa sobre esta noticia, Brentnerová se mostró muy entusiasmada y detalló cuál fue su papel en esta superproducción.
“Hice prácticamente todo lo relacionado con el mobiliario interior y exterior. Es decir, muebles, lámparas, telas, alfombras; todos esos pequeños detalles que se ven en la decoración de la película”.
Además, la diseñadora confesó que, si bien no tuvo miedo de enfrentar este desafío, algunas tareas le llevaron un esfuerzo importante. Gracias a su sangre fría a la hora de tomar decisiones, el trabajo avanzó a tiempo y los desafíos iniciales no pasaron a ser más que un pequeño susto inicial.
“Las lámparas fueron probablemente nuestro mayor desafío.En la época en la que está ambientada la película, y en esto hemos sido muy precisos, estábamos en un punto de inflexión entre las lámparas de querosén y las lámparas de aceite. Así que fue muy complicado conseguir este tipo de lámparas y luego poder filmarlas correctamente. Ese fue probablemente el mayor desafío”.
Talento checo para rato
Consultada sobre si cree que esta nominación podría atraer a más producciones de gran presupuesto a rodar en el país, Brentnerová confesó que se siente optimista al respecto.
“¡Espero que sí! Creo que el savoir-faire que hay aquí es realmente genial. Por un lado, la tradición cinematográfica es bastante fuerte y, por otro, hay artesanos que pueden producir y proporcionar cosas increíbles: pintar, coser, confeccionar a mano, etc.”.
Nosferatu se ha filmado en gran parte en República Checa, en lugares icónicos como elCastillo de Pernštejn y, sobre todo, en los Estudios Barrandov, lo que permitió a Brentnerová y su equipo aportar una visión auténtica y detallada de la época. Al finalizar la ceremonia de premiación de este año, si la suerte la acompaña, la diseñadora podrá intercambiar una estaca de madera por una codiciada estatuilla.
La conexión con una tradición única del país
Pero la conexión de esta película con Chequia no termina en esta nominación. El film también tiene un vínculo cultural único con una de las grandes tradiciones checas, ya que los adornos navideños de vidrio de Poniklá fueron utilizados en una de las escenas más importantes del largometraje. La técnica de soplado de estos ornamentos fue inscrita en 2020 en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO.
Barbora Kulhavá, portavoz de Rautis, la única empresa que en la actualidad produce este tipo de decoraciones, habló con Radio Praga Internacional acerca de cómo se dio esta colaboración con Hollywood.
“Fuimos contactados por la producción checa para crear decoraciones para una escena con un árbol de Navidad. La película está ambientada alrededor del año 1830, cuando los árboles de Navidad se encontraban principalmente en los hogares de familias adineradas, y solían decorarse con manzanas o piñas envueltas en papel brillante. La producción de las primeras bolas de vidrio apenas había comenzado en Turingia”.
El trabajo en conjunto no terminó en aquel inconfundible árbol navideño, ya que la empresa checa también fue fundamental a la hora de encontrar los tonos más acertados en cada escena.
“También trabajamos para recrear los colores que correspondían a las decoraciones de esa época. En aquel entonces, los adornos no tenían plateado en su interior, por lo que no eran tan brillantes como los modernos. En su lugar, buscamos un efecto similar al de las perlas, utilizando técnicas como el recubrimiento con cera para darles un tono amarillento y suave. Creamos una colección verdaderamente única para la película”.
El póker de nominaciones de Nosferatu incluye: Mejor Cinematografía, Mejor Diseño de Producción, Mejor Diseño de Vestuario, Mejor Maquillaje y Peinados, con una apuesta que, precisamente, no falla en dejar a los espectadores con los pelos de punta. Los efectos de esta experiencia cinematográfica, basada en un clásico del cine, se pueden potenciar en el cine Imax de Praga, con una pantalla de 25 metros de alto por 14 de ancho, y en una sala a la que conviene llevar, más que palomitas de maíz, algunos dientes de ajo.