República Checa ya no es el paraíso para cineastas foráneos

Barrandov studios

Los grandes estudios de Hollywood, que hace dos o tres años se peleaban por venir a filmar al país, ahora buscan otros lugares más convenientes. Las pérdidas para la economía local son millonarias. Y todo por culpa de los impuestos.

Estudios  Barrandov
Hollywood está perdiendo su interés por filmar en la República Checa. Y las consecuencias para la economía local son catastróficas.

Si en el año 2003, el volumen de producción de películas extranjeras en el país llegó a más de cinco mil millones de coronas (cerca de 180 millones de euros), el año pasado esa cifra descendió a los mil 400 millones de coronas (50 millones de euros). Y la tendencia es a la baja.

Daniel Craig en la película "Casino Royale"
Casino Royale, Van Helsing, Misión Imposible, Hellboy y Crónicas de Narnia fueron algunas de las producciones de Hollywood que se filmaron acá.

Pero los productores internacionales ya se han puesto a buscar lugares en Europa más baratos, convenientes e idóneos.

"El país aún tiene una buena reputación, gracias a los estudios Barrandov y a los exteriores excepcionales y antiguos que acá se brindan. Pero a pesar de eso, corremos el riesgo de perder a la mayoría de las producciones extranjeras", declaró Radomír Docekal, jefe de la Asociación Checa de Productores Audiovisuales, al periódico Hospodárské Noviny.

La razón es muy simple: el sistema de impuestos poco ventajoso, que no desgrava, como en otros países, las producciones audiovisuales.

Ese sistema de desgrave sí impera en Hungría y Rumania. Y también en Holanda, Alemania e, incluso, Gran Bretaña, que garantizan la devolución de hasta un 20 por ciento del total invertido a las productoras.

Esos países se están beneficiando del éxodo masivo de producciones norteamericanas desde la República Checa.

"Hay un proyecto de ley que estimula las producciones extranjeras, devolviendo parte de lo invertido, pero hoy en día, hasta filmar en Alemania e Inglaterra es más barato que en la República Checa", se queja Radomír Docekal, quien advierte: "Si no reaccionamos, nadie vendrá a filmar al país".

Y mientras ese estímulo no llegue, el éxodo continúa. El último en partir: Hellboy 2, cuyo rodaje se iba a realizar próximamente en Praga, pero que se mudó a Budapest, porque allí sí que se desgravan los impuestos.