Las Fuerzas Armadas podrían usar drones diseñados originalmente para la agricultura

Locathor

Las Fuerzas Armadas checas podrían aprovechar la tecnología de drones, originalmente diseñados para agricultores checos. El concepto desarrollado para rociar sembríos podría aplicarse en el campo de batalla.

El Ministerio de Defensa recientemente mostró interés por la tecnología de drones diseñados por los expertos de la Facultad de Tecnología de la Universidad de Agricultura. El Ministerio se inspiró en la guerra en Ucrania, donde los soldados también aprovechan drones civiles en el campo de batalla. Tomáš Kopečný, viceministro de Defensa, confirmó para la Radio Checa que el Ministerio ya comenzó negociaciones con los expertos de la Universidad de Agricultura.

“Organizamos varios encuentros con la Universidad. También juntamos a los miembros de la Universidad con los representantes del Ministerio y del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de República Checa. Los desarrolladores que trabajaban antes para los agricultores recibieron informaciones sobre, qué es lo que necesitan los soldados: resistencia contra los ataques por medio de interferencias magnéticas”.

Informa Kopečný que el aspecto crucial de la tecnología tiene que ser la resistencia contra una posible interferencia de la conexión de radio que mantienen los soldados con los drones.

“Lo crucial es, cómo se va a mover el dron por el campo de batalla electrónica. Durante varios meses, un gran número de drones ucranianos de máxima calidad estuvo en pausa operativa porque los rusos cosechaban más éxito en la lucha electrónica. Eso ya no es así”.

Gracias a los expertos universitarios, el Ministerio de Defensa conseguiría dos tipos de drones. Uno serviría para la exploración y el otro sería un dron de combate. Petr Hnízdil, director del laboratorio de la Universidad de Agricultura ofreció a la Radio Checa más detalles sobre el primer tipo de dron, llamado Lokátor, equipado con cuatro motores y cuatro hélices que gracias a su diseño recuerda un avión pequeño.

“Puede apagar dos de sus motores, y seguir volando con los otros dos y, así, economizar energía. Puede estar mucho tiempo en el aire. Es capaz de pararse, bajar hasta muy cerca al objeto de interés, sacar fotos detalladas, volver a su altitud de vuelo, cambiar al modo convencional de vuelo y seguir”.

El segundo tipo de dron estaría equipado con la tecnología stealth, es decir, la tecnología de invisibilidad, por la que no se vería en un radar convencional. Podría transportar munición ligera al campo de batalla y volver de manera desapercibida a su operador. Según sostiene Petr Hnízdil, no se trata del llamado “dron kamikaze” que utilizan los rusos actualmente en Ucrania.

“Lo bueno es que vuelve. Simplemente se cambia el cartucho con las armas o la batería y se puede mandar otra vez al campo de batalla. También es muy preciso, porque el operador ve lo mismo que ve el dron. En caso de que ocurra algo inesperado puede cambiar de rumbo y enviar el dron a otro lugar”.

De acuerdo con Hnízdil, la fabricación de un dron de estos costaría unos 12.000 euros. La geometría y la forma del objeto están diseñadas de una manera muy simple para que la fabricación sea la más sencilla posible. La fecha de estreno de los drones en el servicio de las Fuerzas Armadas checas, sin embargo, no se puede esperar a corto plazo. El equipo de expertos de la Universidad tiene que obtener certificados militares, lo que podría llevar años, advierte Kopečný.

Autores: Martina Kutková , Iveta Vávrová
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