Las Escuelas Básicas de Arte inspiran a los niños

‘Prague ZUŠ Open’, foto: Martina Schneibergová

Inculcar a los niños y adolescentes el amor por el arte, y ayudar a desarrollar su talento. Esta meta se la plantean las Escuelas Básicas de Arte, que forman parte del sistema educativo en Chequia.

‘Prague ZUŠ Open’,  foto: Martina Schneibergová
Más de 250.000 niños y adolescentes checos de entre los cinco y los 18 años de edad, asisten en su tiempo libre a cursos en las Escuelas Básicas de Arte. Algunos de los padres quieren que sus hijos desarrollen en este tipo de escuela su eventual talento artístico, otros los inscriben para prevenir que pasen su tiempo libre pegados a la computadora o, en caso mucho peor, que se conviertan en pandilleros.

El sistema de las Escuelas Básicas de Arte fue creado en la República Checa en los años 50 del siglo XX, aunque las primeras escuelas de este tipo surgieron en el país hace más de 110 años, entre ellas la de la ciudad de Písek, en Bohemia del Sur. En Chequia hay actualmente unas 500, en las que se enseña música, baile, artes plásicas y arte dramático. Semejante sistema de enseñanza artística existe en muy pocos otros países del mundo, como destacara Tomáš Kolafa, de la Asociación de Escuelas Básicas de Arte.

”Las Escuelas Básicas de Arte enseñan de forma sistemática y continua a alumnos y estudiantes a partir de los cinco y hasta los 18 o 20 años de edad. Los cursos están divididos en tres etapas y los mejores alumnos pueden pasar posteriormente al Conservatorio u otras escuelas de arte. El significado de las Escuelas Básicas de Arte es inmenso. Además de ayudar a descubrir a nuevos talentos, en los pueblos pequeños cumplen frecuentemente el rol de centro cultural. Suele ser el único sitio donde se pueden efectuar programas culturales y exposiciones de arte”.

Magdalena Kožená,  foto: ČT
La música es la especialización más frecuente a la que se dedican los niños en las Escuelas Básicas de Arte en Chequia. Le está reservado casi el 75% de los cursos. No por casualidad se dice que cada checo es un músico. Filip Koča, de 10 años de edad, estudia piano por sexto año consecutivo y, según sostiene, la música le encanta.

”Decidí estudiar música porque me inspiró mi hermana mayor, que ahora tiene 18 años y estudia música en Alemania. Me encanta oírla tocar el piano y por ello quise aprenderlo también. La música me gusta en forma global, me gusta y entretiene escucharla, así como interpretarla”.

Junto con la música, a los alumnos de las Escuelas Básicas de Arte se les inculcan las bases de la estética, y aprenden asimismo a expresar sus sentimientos a través del arte y a ser sistemáticos en sus actividades. Por este sistema educativo pasaron muchas de las grandes personalidades de la vida artística actual, entre ellos la soprano checa Magdalena Kožená, quien ha creado un Fondo de Ayuda y Promoción de estas escuelas.

 Irena Pohl Houkalová,  foto: Martina Schneibergová
Todos los años este Fondo promueve un proyecto denominado ‘Prague ZUŠ Open’, que precisamente quiere dar a conocer al amplio público los resultados del trabajo de estos centros, según destaca Irena Pohl Houkalová, coordinadora del proyecto.

”El ‘Prague ZUŠ Open’ es sobre todo una actividad en la que todos compartimos la alegría que sentimos en relación con el arte, y un homenaje al sistema de educación artística. Durante todo un día y por todo el país se presentan en público los alumnos en diversas disciplinas de las Escuelas Básicas de Arte. Prevalecen actuaciones musicales, pero hay también representaciones de teatro, baile y de artes plásticas”.

La mencionada actividad se efectuará este año en centenares de lugares de la República Checa el 24 de mayo. Con anterioridad los alumnos y profesores de varias Escuelas Básicas de Arte se presentarán en la tarde del 12 de mayo en la zona de Kampa, en un programa musical de cuatro horas de duración que precederá al concierto inaugural de la edición de este año del festival internacional de música ‘Primavera de Praga’.