serie

5) De Latinoamérica a Chequia para ayudar al medio ambiente

La Universidad Checa de Ciencias de la Vida

La Universidad Checa de Ciencias de la Vida es un centro de formación superior cuyo propósito es educar en el ámbito del desarrollo sostenible y la conservación de la variedad biológica. Atraídas por esta misión, Sandra García, de México y Carolina Huertas, de Colombia, eligieron la universidad para sus estudios del doctorado.

La Universidad Checa de Ciencias de la Vida | Foto: Petr Zmek,  Česká zemědělská univerzita

Carolina Huertas y Sandra García vinieron a Chequia de Colombia y México, respectivamente, para estudiar la carrera de Cambio Climático Forestal en la Facultad de Ciencias Forestales y de la Madera de la Universidad Checa de Ciencias de la Vida. En sus tesis doctorales, las dos investigadoras pretenden presentar trabajos que contribuyan a un mejor desarrollo tanto de la vida de las personas como de la naturaleza en Chequia. En el caso de Carolina, se trata de investigar cómo se aprovechan los impuestos pagados por aquellas compañías que contaminan el agua o el aire.

“Hago la investigación de qué está pasando con ese dinero. Están los programas de financiación de la UE, así que hago un análisis de cómo se están implementando esos fondos financieros en el sector ambiental. Mi interés surgió desde Colombia porque trabajaba en una empresa que hacía parte del sector petrolero y sé que pagaban muchísimos impuestos, pero yo no los veía retribuidos en los bosques de Latinoamérica, por ejemplo”.

Sandra García | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

Sandra García escogió estudiar en Praga ya que gracias a la Universidad de Ciencias de la Vida se le abrió la posibilidad de participar en el proyecto Resonate, en el que colaboran siete países miembros de la UE, para ver la resiliencia desde diferentes puntos de vista, desde la producción de madera hasta los muebles que tenemos. Su investigación está también enfocada en la producción forestal en Chequia y su sostenibilidad.

Foto: Petr Zmek,  Česká zemědělská univerzita

“En República Checa tienen mucho problema con el insecto pequeño que se come los bosques y les deja unas finanzas muy malas a los productores forestales. Trabajamos con ellos, que nos den su opinión, cómo están trabajando para manejar esto de los insectos, o las sequías, los fuegos y los vientos para que nosotros podamos implementar algo para que en el futuro siga habiendo una producción buena de madera. También cómo conservar el sistema lo más saludable posible”.

Sembrar la semilla

La Universidad Checa de Ciencias de la Vida | Foto: Petr Zmek,  Česká zemědělská univerzita

Carolina Huertas había estudiado previamente ingeniería forestal en Colombia y desarrollo rural en España. Sandra García, por su parte, se licenció en biología y, posteriormente, continuó sus estudios de sostenibilidad de bosques y producción de biomasa en Países Bajos. Además de dedicarse al tema del medio ambiente a nivel académico, ambas se empeñan en observar su entorno. Sostienen que en Chequia tienen más conciencia sobre el calentamiento global y la protección de la naturaleza personas que trabajan directamente, por ejemplo, en los bosques y el cambio del tiempo afecta a sus ganancias. Sin embargo, dice Carolina que también la gente que, simplemente, sale a pasear a las zonas verdes se da cuenta de que algo en la naturaleza está cambiando.

Carolina Huertas | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

“Algunas personas que les gusta la naturaleza, que salen a caminar al bosque, que pasan su tiempo libre ahí se han dado cuenta de que algo está pasando porque están talando muchísimos árboles, que ya no escuchan la misma cantidad de pájaros que antes había. Pero siento que otras personas que son de otras ramas, que están en otro ambiente, sus prioridades son otras, no la naturaleza, así que así es el nivel de su consciencia sobre esos temas”.

Prosigue Sandra que en el caso del segundo grupo de personas, también en lo que se refiere a su entorno, intenta despertar una mayor conciencia sobre el tema ofreciendo pequeñas curiosidades o haciendo comentarios.

Carolina Huertas y Sandra García | Foto: Martina Kutková,  Radio Prague International

“A mí me gusta, cuando hablamos con nuestros amigos que no son de nuestras ramas, meterles esa espinita o dar un dato curioso. ‘No hay que consumir tanto o miren los árboles, son estas especies’. Tal vez sembrar la semillita en las personas y que les de curiosidad y que digan: ‘Bueno, no voy a utilizar botellas de plástico y voy a utilizar mi botella de vidrio para no generar tanto plástico’”.

¿Qué se podría mejorar en Chequia?

Foto ilustrativa: mali maeder,  Pexels

Chequia es uno de los líderes europeos en cuanto al reciclaje de plásticos, entre los Veintisiete queda en segundo puesto. Desgraciadamente, no se da la misma situación en el caso de los residuos bilógicos. El reciclaje insuficiente de biomasa en Chequia es algo que llamó la atención también a las estudiantes de la Universidad de Ciencias de la Vida porque saben qué ventajas puede aportar este material para el medio ambiente. De acuerdo con Carolina, las leyes en este sentido podrían ser mucho más exigentes y no solo a nivel checo, sino también europeo.

“Están los sistemas de papel, el vidrio, el plástico, etcétera, pero siento, al menos en donde yo he estado y vivido, que algunas personas sí son conscientes en separar mientras que otros dicen: ‘Lo pongo todo en la misma bolsa y no me importa’. Porque como existe el contenedor que te recibe todo sin haberlo clasificado, la gente, si no lo exiges, lo va a hacer por la ruta más fácil. Eso me ha causado asombro, que aquí igual pasa eso. En Colombia, porque no tenemos las leyes, ocurre, pero aquí hay un marco legal que debería poderse cumplir mejor”.

Carolina Huertas y Sandra García | Foto: archivo personal de Sandra García

Partiendo de sus experiencias de México y Colombia, Sandra y Carolina también dieron algunas sugerencias de las pequeñas cosas del día a día que podría hacer cada checo para no seguir dañando a la naturaleza. Sandra, por ejemplo, ofreció el ejemplo de cómo ahorrar bolsas de plástico en los supermercados.

“Cuando voy al súper, muchas de las cosas están en plástico. A veces tomas nada más una manzanita y la pones en una bolsa de plástico. En México se tiene la costumbre de llevar tu costalito y ahí pongo todas las verduras o las frutas o el pan y a veces se conserva mejor. O la luz, si no se está utilizando, desenchufar. Sé que algunos cargadores del celular ya bloquean el uso de energía pero, al menos en México, si lo dejas enchufado, los llaman vampiros energéticos”.

Foto: Skitterphoto,  Pixabay,  Pixabay License

Por su parte, Carolina se ha fijado en Chequia del excesivo uso de la calefacción no solo en las casas sino también en el transporte público, en las tiendas o, incluso, en la universidad. “¿Por qué no lo apagamos, no nos ponemos un saco adicional y no nos ahorramos ese gasto energético que es un montón al año?”, dice y también ofrece la comparación en lo que tiene que ver con el consumo del agua.

“En Colombia hay muchos lugares donde no existe el agua potable. Así que abrir un grifo y tener el agua no existe para muchas personas. Y he tenido la oportunidad de vivir en esos lugares de tener que cargar el agua para poderlo usar, para lavar los implementos o para bañarme yo misma, así que intento reducir al máximo el uso de agua en la medida de lo posible”.

Foto: Seregas,  Pixabay,  Pixabay License

Fundada en 1906, la Universidad Checa de Ciencias de la Vida cuenta, actualmente, con 20.000 estudiantes de los cuales unos 2500 provienen del extranjero. La universidad pone énfasis en la educación y la investigación en el ámbito del desarrollo rural sostenible y la conservación de la variedad biológica, la gestión sostenible de los recursos naturales y la producción alternativa de energías por medio de la energía solar o la biomasa. Una de sus misiones más importantes es advertir del consumo excesivo de los recursos naturales y del peligro en el que se encuentra la diversidad biológica de nuestro planeta.

palabras clave: