La huelga detiene el metro de Praga por primera vez en la historia
La huelga de transporte público ha paralizado la vida en Chequia. El transporte urbano ha interrumpido su circulación en varias ciudades, los trenes han dejado de circular en todo el país. El metro de Praga se ha quedado detenido por primera vez en la historia.
Los trenes interrumpieron su circulación a medianoche del miércoles en todo el territorio nacional. El transporte urbano en Praga, Brno, Olomouc y Ústí nad Labem se ha reducido al mínimo.
La ciudad más afectada es Praga donde más de tres millones y medio de pasajeros utilizan el transporte público cada día. Ocho líneas de tranvía y 22 líneas de autobuses han interrumpido su circulación en la capital checa, el metro ha dejado de funcionar del todo.
El Gobierno intentó prevenir la huelga convocando una reunión con los sindicatos el miércoles. Sin embargo, los líderes sindicales no cedieron en sus exigencias. Jindřich Hlas, presidente de la Federación de los Maquinistas, resumió así los motivos de la huelga.
“Apelamos al primer ministro para que discuta con nosotros las reformas gubernamentales. Le exigimos que espere con su aprobación hasta que sean acordados todos los detalles. Todo esto con el único objetivo de minimizar los impactos negativos de las reformas sobre la ciudadanía. Pero el jefe del Gobierno no nos hace caso”, sostuvo Hlas.Una manifestación de los sindicatos comenzó a las ocho de la mañana en la Plaza Palacký, en Praga. Desde allí, los manifestantes han emprendido una marcha por el centro de la ciudad hacia la Oficina Gubernamental, situada en la Ciudad Pequeña de la capital.
En una entrevista para la televisión Nova, el jefe del Gobierno, Petr Nečas, condenó la actuación de los sindicatos.
“Respeto el derecho de los sindicatos a organizar una huelga. Rechazo, sin embargo, que hagan de los ciudadanos a sus rehenes, que bloqueen el funcionamiento del Estado y que provoquen grandes pérdidas económicas. Los únicos que pagarán por todo esto serán los ciudadanos que no lograrán llegar al trabajo, a la escuela, al médico”, criticó Nečas.
El primer ministro criticó en repetidas ocasiones a los líderes sindicalistas, acusándoles de formar una alianza con la oposición socialdemócrata y luchar por sus intereses políticos.En la misma entrevista, Nečas recalcó que pase lo que pase, él mantendrá su postura firme respecto a las reformas.
“Estamos preparados para debatir sobre los parámetros de las reformas, pero no podemos renunciar a ellas. Nuestro país necesita ser modernizado si debe competir con los demás países europeos. Si no realizamos las reformas, seguiremos el ejemplo de Grecia, Portugal e Irlanda”, dijo Nečas.
Los ciudadanos de Praga, así como de otras ciudades checas, se han preparado bien para la huelga. Muchos se tomaron vacaciones para evitar atascos de tráfico. El resultado es que las calles de la capital checa lucen semivacías. En vez del esperado colapso, el tráfico recuerda los tranquilos fines de semana.Alta circulación sólo se registra en las vías de ciclismo, ya que muchos ciudadanos han optado por ir al trabajo en bicicleta o en patines.
El menos contento de todos es el presidente de la República, Václav Klaus, que debido a la huelga se ha visto obligado a cancelar la fiesta de su 70 cumpleaños.