“La huelga se hará y nada la puede detener”

Josef Středula

La República Checa se está preparando para una de las huelgas más grandes de su historia moderna. El lunes se restringirá el funcionamiento de las escuelas, el transporte público o las fábricas.

Conductores, profesores, funcionarios, bibliotecarios o médicos. La mitad de los sindicalistas checos que forman parte de la Confederación de Sindicatos de Bohemia y Moravia, es decir, unas 140.000 personas, estarán en huelga el próximo lunes 27 de noviembre.

Carteles de la manifestación organizada por la Confederación Checo-Morava Confederación Checo-Morava de Sindicatos  (ČMKOS) | Foto: Kateřina Šulová,  ČTK

De acuerdo con Josef Středula, jefe de dicha Confederación, el motivo más importante para convocar la huelga es que el Gobierno checo no comunica suficientemente con los sindicatos y no hace caso a sus pedidos. La Confederación no está de acuerdo, por ejemplo, con el recién aprobado paquete de austeridad, con la política de sueldos de los empleados, de las pensiones de jubilación o con el decreciente nivel de vida en Chequia.

“Desde hace tiempo expresamos de forma clara cuáles son nuestros pedidos, ya sea el paquete de austeridad o el presupuesto estatal. Junto a los empleadores entregamos por primera vez en la historia propuestas complejas, eran nueve. En vez de tomarlos y apoyarlos, el Gobierno hizo caso a dos de los nueve puntos. El Gobierno no dialoga, no resuelve el problema de la sociedad, solo se interesa por si tiene el acuerdo de la coalición y esto es, según mi opinión, muy poco”.

En lo que se refiere a las escuelas, los sindicatos estiman que se tratará de la huelga más grande desde el año 1989, cuando el 27 de noviembre se celebró la llamada “huelga general” que contribuyó a la caída del régimen comunista de la entonces Checoslovaquia.

Daniel Prokop | Foto:  René Volfík,  iROZHLAS.cz

Algunas escuelas cerrarán por completo, otras “solamente” expresarán su apoyo a la huelga. La asociación Plataforma Docente publicó un mapa de las escuelas primarias, los institutos y las guarderías donde los padres pueden consultar en qué medida les afectará el acontecimiento. Se estima que el evento restringirá el funcionamiento de más de la mitad de las escuelas.

Según contó a la Radio Checa el sociólogo Daniel Prokop, tal actividad puede ser enriquecedora para la sociedad, sobre todo si los sindicalistas formulan de manera comprensible sus pedidos, como sucede en el caso de los profesores.

“Creo que los checos no son muy de hacer huelgas y manifestaciones y creo que algunas veces sí tiene sentido recordar los problemas de la sociedad y que se podrían resolver de otra forma. Para mí es un evento legítimo. La cuestión es si la huelga tiene objetivos claros, si realmente puede cambiar algo. Por ejemplo, en el caso de la educación, sí que está claro qué es lo que quieren conseguir. Pero no estoy seguro en el caso de las protestas por las pensiones de jubilación o contra el paquete de austeridad, si de verdad definen qué es lo que no les gusta y qué es lo que harían de otra forma”.

De acuerdo con los representantes de los sindicatos del ámbito de la industria, cientos de fábricas participarán también en la huelga. Se puede tratar de hasta un millón de empleados. Éstos interrumpirán la producción por una hora. La fábrica de automóviles Škoda Auto parará la producción en todas sus plantas por dos horas.

Según informó Josef Středula, la huelga cuenta con unos servicios mínimos establecidos. La asistencia urgente en los hospitales, por ejemplo, no sufrirá ninguna interrupción. Los manifestantes del ámbito de la sanidad, por lo tanto, estarán marcados con unas pegatinas.

Para el lunes se organiza también una marcha de manifestación que empezará al mediodía en la plaza Jan Palach de Praga. Una hora más tarde, los sindicalistas expresarán sus exigencias en la Plaza Malostranské, frente a la Cámara Baja del Parlamento.