Los sindicatos checos convocan una huelga contra el Gobierno por el llamado paquete de ahorros
Miles de sindicalistas de toda la República Checa entraron en huelga este lunes para manifestar su desacuerdo con la política del Gobierno. Otros se reunieron en Praga en una marcha de protesta.
Los sindicalistas checos están descontentos con la política del Gobierno, con las medidas de ahorro, la reforma de las pensiones, los bajos salarios en el sector público, alta inflación y las insuficientes finanzas destinadas a la enseñanza. Su desacuerdo lo expresan este lunes por medio de una huelga de un día, una marcha de protesta y manifestaciones por toda la República Checa.
Esta jornada nacional de protestas sindicales es la más grande de los últimos 30 años, de acuerdo con los líderes sindicales. La huelga ha sido declarada por diez uniones sindicales del país y se sumaron a ella también los sindicatos del sector de la Enseñanza. Además de empresas productivas y otras, este lunes permaneció cerrada gran parte de las guarderías y colegios.
El primer ministro checo, Petr Fiala, dijo la semana pasada, que consideraba injustificada la huelga y las manifestaciones. En horas de la mañana de este lunes recalcó, que con la huelga y manifestaciones, los líderes sindicales persiguen sólo sus propias ambiciones políticas. Apuntó que estaba dispuesto a negociar con los Sindicatos, pero no bajo presión y en medio de esta atmósfera marcada por la huelga y las manifestaciones. También el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Marian Jurečka, sostuvo que el Gabinete estaba preparado para seguir negociando con los sindicalistas, sobre todo sobre los salarios.
Entre los organizadores de la huelga y la jornada de protestas figuran la Confederación Checo-Morava de Uniones Sindicales, que es la mayor central del país con unos 270 000 miembros, la Asociación de Sindicatos Independientes, con unos 110 000 miembros, y la unión KOVO, que representa a los sindicatos del sector de la industria pesada.
Algunas empresas se sumaron a la huelga por un tiempo definido. Por ejemplo, la empresa automovilística Škoda Auto, detuvo por dos horas las labores en su central y todas sus sucursales. Un apoyo simbólico anunciaron los sindicatos del sector de transportes. Los conductores de autobuses y tranvías vistieron chalecos reflectantes.
Además de la huelga, los Sindicatos organizaron una marcha de protesta por Praga, seguida por una manifestación en la plaza Malostranské náměstí, cerca de la sede del Gobierno. A esta actividad llegaron sindicalistas de todas las regiones del país. Además, hubo otras manifestaciones en Praga, por ejemplo una, organizada por estudiantes de liceos capitalinos que protestaron contra la escasez de finanzas para la Educación. Indicaron que a raíz de ello bajará el nivel de la enseñanza en Chequia, retrocediendo a tiempos pasados.
Un sondeo de la agencia STEM/MARK para la Televisión Checa, reveló que la huelga sindical cuenta con el apoyo de unas dos terceras partes de los ciudadanos de la República Checa, mayormente de los electores de la oposición, sobre todo del movimiento ANO. Sin embargo, también cierta parte de los electores de la coalición gubernamental no está de acuerdo con las palabras de Petr Fiala, de que la huelga es injustificada y representa un paso irresponsable de los Sindicatos. A la vez, casi la mitad de los encuestados considera indispensable la adopción del paquete gubernamental de recortes de las finanzas públicas, ratificado la semana pasada por el presidente de la República, Petr Pavel.
De acuerdo con los analistas, que se expresaron para la agencia ČTK, la huelga y las protestas de este lunes afectarán en lo mínimo el rendimiento de la economía checa. Sin embargo, lo preocupante es que los ciudadanos se declaran en huelga y protestan contra la necesaria reducción del endeudamiento del país y los intentos del Gobierno por equilibrar las finanzas públicas.