Los agricultores checos bloquean con sus tractores la arteria principal de Praga
Con el bloqueo de la arteria principal de Praga, este lunes, un sector de los agricultores exige al gobierno soluciones a la crisis que les afecta. Otra movilización contra la política agraria de la UE, con participación de agricultores de varios países europeos, se espera este jueves.
Cerca de mil tractores bloquearon en horas de la madrugada de este lunes la llamada Magistrála, la principal arteria de Praga. Parte de los granjeros checos reunidos en los sindicatos de los Trabajadores de la Agricultura y la Alimentación, expresaron en una carta al ministro de Agricultura, Marek Výborný, su preocupación por el futuro de la agricultura checa. Criticaron la política aplicada por la Unión Europea, sobre todo las normas del Pacto Verde Europeo y las importaciones sin aranceles de productos agrícolas de Ucrania.
Las grandes asociaciones agrícolas y los agricultores privados se distanciaron de esta protesta. No obstante, el ministro de Agricultura, Marek Výborný, sostuvo para la Radio Checa que entendía las razones de los agricultores.
“Últimamente observamos una caída de los precios de productos como el trigo, carne de aves y otros, lo que se relaciona de alguna forma con la liberalización del mercado en dirección a Ucrania. Entiendo que los agricultores checos se opongan a ello, pero no dispongo de facultades para cambiarlo. Tampoco puedo frenar las protestas, que son una decisión legítima de los agricultores checos, así como de otros países europeos”.
Uno de los participantes en la protesta, Jiří Kejř, dijo que había venido a Praga porque le preocupaba el futuro de la agricultura en Chequia.
“Nuestro país puede dejar de fabricar automóviles, pero tenemos que comer todos los días. Y somos nosotros los que aseguramos los alimentos. Sería bueno que nuestro país sea sostenible en la agricultura y que seamos autosuficientes en este sector. No queremos depender de los suministros de alimentos de otros países. Por ello seguiremos en las protestas hasta alcanzar nuestras exigencias”.
Los organizadores de la protesta de Praga adelantaron que la actividad se prolongará hasta el martes.
Mientras tanto, las grandes uniones agrícolas de Chequia junto con los agricultores privados, acordaron la semana pasada en Varsovia, con sus colegas de Polonia, Eslovaquia, Hungría, Letonia y Lituania, participar en una protesta conjunta el jueves, 22 de febrero. Quieren bloquear los pasos fronterizos de los países en cuestión. Critican los bajos precios de acopio por sus productos, los altos gastos de producción debido a las normas del Pacto Verde Europeo, la gran burocracia en el sector agrícola europeo que disuade a los granjeros a solicitar ayuda financiera, y las importaciones sin aranceles desde Ucrania, según dijo a la Radio Checa Jan Doležal, presidente de la Cámara Agraria.
“El problema radica en que el coste de los productos importados desde Ucrania sea mucho menor. Esto no se debe a que los agricultores checos no sean capaces y efectivos, pero justamente por la política agraria de la Unión Europea los costes de producción de los agricultores europeos llegan a ser más caros”.
Doležal agregó que los agricultores no se oponen del todo al Pacto Verde Europeo cuyo objetivo consiste en alcanzar la neutralidad climática de los Veintisiete para 2050, pero insisten en que las medidas deben ser razonables y tomar en cuenta las necesidades del sector agrícola en los países comunitarios.
Manifestaciones a favor de mejores condiciones para los agricultores y contra la apertura del mercado europeo a los productos agrícolas más baratos de Ucrania, tuvieron lugar en las últimas semanas en Francia, Alemania, Polonia, Rumania, España y Portugal.
En reacción a las crecientes protestas de los agricultores europeos, la Comisión Europea informó que adoptó un reglamento para la aplicación de una excepción parcial en lo que respecta al barbecho, o sea la prohibición de sembrar algún campo de cultivo durante uno o más periodos vegetativos. La directiva entró en vigor el 14 de febrero y es válida de forma retrospectiva desde el 1 de enero de 2024 hasta el 31 de diciembre de este año.
El 26 de febrero se reunirán en Bruselas de forma extraordinaria los ministros de Agricultura comunitarios. El único tema a debatir serán las protestas de los agricultores de los países de la Unión Europea y la reacción de la Comisión Europea.