Jorge Zúñiga Pavlov: "Praga tiene todo para ser la nueva Babilonia cultural"
El 3 de noviembre se conmemoraron diez años desde la fundación del local "La Casa Blu" en la Ciudad Vieja, en Praga. En la víspera de la fiesta se presentó un libro bilingue "La Casa Blu, historias del bajomundo latinoamericano" que narra la historia del establecimiento. Radio Praga se reunió con su autor, Jorge Zúñiga Pavlov, un escritor chileno que fue uno de los fundadores del local que conecta dos mundos, el hispanoamericano y el checo.
¿Sobre qué y sobre quién trata tu libro?
"El libro fundamentalmente, tiene un objetivo que es recordar una época, recordar quizá una época en que surgió este lugar La Casa Blu y recordar no sólo el lugar como tal, sino el tipo de gente que en aquellos años visitaba a Praga, buscaba trabajo en Praga y veía en Praga una ciudad que acababa de surgir como un referente nuevo cultural y sobre todo de democracia".
¿Como ves el papel de La Casa Blu respecto a Praga? ¿Qué aporta La Casa Blu a Praga y qué aporta Praga a La Casa Blu?
"No sé si La Casa Blu aporta algo especial, quizá es un referente cultural distinto. Y eso es importante. Mientras más referentes culturales hay, mientras más bares que agrupen diferentes referentes culturales y que les mezclen con los referentes locales, mejor. Mientras más bares hay en diferentes regiones del mundo, donde los checos puedan conocer mejor a los habitantes de esos países, es mejor para todos. Es mejor para el país, para la ciudad y para que las culturas se conozcan. Yo creo que Praga potencialmente puede ser la París del siglo XXI. Es una ciudad que tiene todo para ser la nueva Babilonia cultural".
¿Cómo ha cambiado La Casa Blu desde aquel entonces hasta la actualidad?
"Le hemos vendido nuestra alma al diablo. Hemos tenido que jugar con todo lo que es el marketing, el comercio, nos hemos puesto más comerciales, hemos tratado de pensar las cosas desde el punto de vista del libre mercado, hay mucha más competencia. Hoy día sin pensar económicamente no es posible. A comienzos de los años noventa se abría a cualquier hora, se cerraba a cualquier hora, no era importante que el cliente recibiera lo que estaba en la lista, si no había en el menú, no había. Pero eso cambió. Eso se perdió, eso ya no está. Yo no sé justificar. No sé decir si es bueno o malo, quizá así es".
¿Como ves las perspectivas de futuro de La Casa Blu?
"La perspectiva es quizá de lo mismo. Buscar seguir siendo un referente de encuentro entre jóvenes viajeros latinoamericanos que vienen a pasar una temporada aPraga y lo que es un mundo checo. Y ojalá que La Casa Blu siga existiendo como un lugar agradable, pero si va a ser lo que fue siempre...difícilmente. Yo creo que la República Checa, Praga, ya no es lo que era en los noventa. Y creo que la Casa Blu es parte de eso y por eso tampoco es lo que era".
