Hamáček quiso negociar con Rusia el silencio checo sobre las explosiones de Vrbětice, según Seznam Zprávy
El viceprimer ministro, Jan Hamáček, habría compartido en una reunión con responsables de la Policía, la justicia y la diplomacia su intención de negociar con el Kremlin un pacto de silencio sobre la autoría rusa de las explosiones de Vrbětice que causaron la muerte de dos personas en 2014. Según la información publicada por Seznam Zprávy, Hamáček quería pedir a cambio un millón de vacunas Sputnik V y una cumbre Putin-Biden en Praga. El viceprimer ministro considera un disparate la información pero ninguno de los asistentes a la reunión la niega. La oposición pide explicaciones y dimisiones.
El misterioso viaje a Moscú anunciado y poco después cancelado a mediados abril por el viceprimer ministro, Jan Hamáček, para, supuestamente, negociar la compra de vacunas Sputnik V, es cada vez un problema mayor para el socio del Gobierno de Andrej Babiš.
El servidor Seznam Zprávy sacudió este martes la política checa con su publicación: Jan Hamáček habría querido pactar con Moscú no publicar las pesquisas de los servicios secretos checos acerca de las explosiones de Vrbětice a cambio de un millón de vacunas y una cumbre de Rusia y Estados Unidos en Praga, como la de 2009 en la que Putin se encontró con Obama, marcando uno de los puntos de mayor distensión entre las dos potencias.
Según Seznam Zprávy, Hamáček habría reunido en su despacho del Ministerio del Interior al embajador checo en Moscú, Vítězslav Pivoňka, al director de la Agencia de Relaciones Internacionales, Marek Šimandl, al director de los servicios secretos del ejército, Jan Beroun, y al presidente de la Policía, Jan Švejdar, para compartir con ellos sus intenciones. Más tarde habría llegado el fiscal general del Estado, Pavel Zeman. Tanto Beroun, como Švejdar y Šimandl habrían intentado persuadir a Hamáček de realizar el viaje.
El viceprimer ministro negó tajantemente la información del artículo, pero no que se celebrara dicha reunión con esas personas.
“Ese artículo dice que trabaja con informaciones de los propios participantes en la reunión en el Ministerio del Interior. Pero no aporta ni una sola declaración. Especulaciones y mentiras. Tengo que decir que este puede ser el momento más duro de mi vida y eso que ya tengo una larga carrera política”.
Que la reunión se celebró con esas personas es algo que ninguno de los implicados ha negado. De hecho, como recordó en la noche del martes en la Televisión Checa el redactor jefe de Seznam Zprávy, Jiří Kubík, ninguno de los demás asistentes a la reunión ha desmentido la información publicada. Si el servidor se decidió a dar una información tan grave, es porque sus pruebas son inequívocas, explicó.
“No puedo decir qué documentos tenemos. Pero le puedo decir que los he visto, los he oído, son totalmente fiables y estoy completamente seguro de que la información que hemos publicado es verdadera. Solo me gustaría decir que las personas con las que hemos comunicado no querían confirmar esta información de forma pública. Pero estas personas, asistentes a la reunión, por un lado no han desmentido lo que hemos descrito y, por otro, están dispuestas a dar su testimonio en el marco de una investigación”.
Ante la gravedad de la información, en la Cámara Baja se celebró una reunión extraordinaria este martes a puerta cerrada y sin que los diputados pudieran tener teléfonos móviles ni ningún otro dispositivo a mano. Los asistentes a la reunión en el Ministerio del Interior acudieron, pero no les llegó el turno de palabra. Jiří Kubík cree que serán ellos mismos los que despejen todas las dudas que puedan existir sobre la veracidad de la información.
“Jan Hamáček repite una y otra vez su versión de que es un sinsentido, mentiras, algo chocante, disparates... Pero hay otros asistentes a la reunión que aún no han hablado públicamente, ni tampoco lo han hecho en la reunión de la Cámara de Diputados. En el Parlamento hemos visto cómo ha ocupado todo el tiempo el viceprimer ministro, Jan Hamáček, y para el resto de asistentes a la reunión por el momento no ha quedado tiempo. Yo creo que les llegará el turno, se expresarán, y entonces, todas las preguntas que se hace la gente tendrán respuesta”.
Un viaje que levantó sospechas desde el primer momento
Recapitulando sobre aquellos días de abril en los que Hamáček se disponía a viajar a Moscú, hay que recordar que acababa de despedir al ministro de Relaciones Exteriores Tomáš Petříček tras renovar su liderazgo en el Partido Socialdemócrata. Hamáček asumió entonces también la cartera de Exteriores temporalmente. Si sorprendentes
fueron sus intenciones de viajar a Rusia, más chocantes resultaron a posteriori, cuando se demostró que ya por entonces tenía que conocer la información de los servicios de inteligencia checos que apuntaban a la autoría rusa de las explosiones del almacen de munición de Vrbětice.
Hamáček se defiende asegurando que fue una maniobra de despiste por su parte. Pero desde entonces muchas han sido las cábalas que han intentado descifrar las intenciones reales de Hamáček con aquel viaje que el propio primer ministro Babiš desaprobó antes incluso de dar a conocer las conclusiones de la investigación de Vrbětice y de que comenzara la profunda crisis diplomática que atraviesan Moscú y Praga.
Hablando de Babiš, el primer ministro se ha desentendido del caso y solo ha asegurado que no sabía nada de dicha reunión, que se enteró por los medios, pero que fue bueno que Hamáček no realizara aquel viaje.
Otros actores políticos han sido mucho más explícitos. Los principales partidos de la oposición pidieron explicaciones, tanto del viceprimer ministro como de los asistentes a la reunión, y en el caso de que se confirme la información, dimisiones.
Markéta Pekarová Adamová, líder del partido TOP 09, habló incluso de alta traición.
“Tenía planeado comerciar en Moscú con dos vidas humanas y daños millonarios por una vacuna no aprobada y una cumbre Putin-Biden. Este asunto es de índole de alta traición”.
Entre todos los misterios que siguen envolviendo el viaje fallido de Hamáček a Moscú en el contexto de las explosiones de Vrbětice, el diputado Zbyněk Stanjura del Partido Cívico Democrático (ODS), se pregunta por el papel real que desempeña en todo ello el viceprimer ministro.
Sabemos que fueron los rusos. Los rusos saben que lo hicieron. Saben que lo sabemos pero no saben todo lo que sabemos. Con aseveraciones tan fuertes como estas, nadie puede entender el viaje planeado de Hamáček a Moscú”.
En otra información chocante conocida este miércoles, el jefe de los servicios secretos militares checos, Jan Beroun, ha asegurado al diario Hospodářské Noviny que Rusia ya conocía de antemano que el Gobierno iba a anunciar el vínculo del Kremlin con las explosiones de Vrbětice. Las páginas web de desinformación rusas ya habían publicado versiones alternativas a la oficial checa antes incluso de que Babiš y Hamáček salieran a darla en rueda de prensa el pasado 17 de abril.