El Centro de Arte Contemporáneo DOX cumple 15 años. “Superó mis expectativas“, dice el fundador
El Centro de Arte Contemporáneo DOX, la mayor institución independiente enfocada en el arte contemporáneo en la República Checa, cumple 15 años.
"La idea original era algo como una kunsthalle que organizara exposiciones que vinieran y que se fueran. No planeábamos y todavía no planeamos tener una colección permanente".
En octubre de 2008 se abrió al público la mayor institución de exposiciones privada, el Centro de Arte Contemporáneo DOX. Mientras que en sus comienzos la dramaturgia del centro tenía que ver, principalmente, con exposiciones, en los últimos años amplió considerablemente la oferta. Hoy en día, es un verdadero núcleo de la actual escena cultural checa que intenta conectar distintos géneros del arte visual, el literario, el teatral y el musical, borrando las fronteras entre dichas disciplinas. A su vez, organiza conferencias, charlas, proyecciones y representaciones de teatro empeñándose en reflexionar de manera crítica sobre los temas actuales de la sociedad y abrir un debate sobre ellos.
Como dijo para Radio Praga Internacional el fundador y director de DOX, Leoš Válka, hace 15 años no se imaginaba adónde iba a conducir el proyecto.
“La verdad es que superó mis expectativas, que tampoco eran muy concretas. Solo quería armar un lugar que permitiera mezclar distintos aspectos de representaciones culturales y exposiciones, pero, sobre todo, quería hacer exposiciones de arte visual. La idea original era algo como una kunsthalle que organizara exposiciones que vinieran y que se fueran. No planeábamos y todavía no planeamos tener una colección permanente. Entonces, está pensado como un espacio para proyectos que vienen, se van, ocurren, un concepto abierto”.
El nombre DOX proviene de la palabra griega “doxa”: opinión, convicción, manera de entender las cosas. Como se puede leer en la página web de la institución: “En la época en la que cada vez más personas piensan de una manera peligrosamente similar, la mayor contribución del arte es su capacidad de cuestionar nuestras maneras de percepción habituales, aunque sea por un momento.
"Para nosotros, la exposición más importante, probablemente, fue Un mundo feliz, que tuvo lugar hace siete u ocho años. Se basaba en la obra de tres autores de distopías".
El carácter reflexivo de la institución se muestra también en lo que su fundador señala como el proyecto más significativo en la historia de DOX.
“Para nosotros, la exposición más importante, probablemente, fue Un mundo feliz, que tuvo lugar hace siete u ocho años. Se basaba en la obra de tres autores de distopías: Bradbury, Huxley y Orwell, que escribían sobre nuestro posible futuro que, en la época en la que escribían, no era muy optimista y prometedor. Combinamos sus historias con el arte inspirado por sus escrituras”.
Además de ofrecer sus espacios a distintos programas, el centro es una joya arquitectónica por sí mismo. Lo que fue una antigua fábrica en el barrio industrial de Holešovice, fue reconstruida en 2008 para acoger los espacios de exhibición, así como una cafetería, una librería y una tienda de diseño. La reconstrucción fue nominada al Premio Miese van der Rohe y la misma nominación se repitió 10 años más tarde debido a la nueva sala multiuso DOX+, dedicada a las artes escénicas.
No obstante, la parte más llamativa es la construcción de acero y madera de 42 metros inspirada en las antiguas aeronaves, el Dirigible Gulliver, colocado sobre el tejado de DOX.
“La intención era intervenir desde el punto de vista de nuestra arquitectura moderna o modernista. Yo quería una intervención que fuera en contra de este tipo de arquitectura, algo que fuera hecho de madera y que fuera un poco raro, algo sorprendente. Si lo miras, te quedas pasmado, sorprendido por esa estructura inesperada que flota o incluso vuela entre la tierra y el cielo. Y esto es lo que pasó. A su vez, tiene una función muy concreta. Es una sala que utilizamos para presentaciones y lecturas de autor, básicamente conectamos la literatura con el arte”.
"Si lo miras, te quedas pasmado, sorprendido por esa estructura inesperada que flota o incluso vuela entre la tierra y el cielo".
Actualmente, la ciudad de Praga cuenta con más espacios que se centran en el arte contemporáneo como la Galería Nacional o la nueva Kunsthalle Praha. Como dice Leoš Válka: “Para nosotros no existe competencia pero no por el hecho de ser tan buenos. Solo pensamos que cuánto más ayude una actividad al ambiente cultural o cuántos más lugares haya dónde la gente pueda ir y disfrutar distintos tipos de experiencia, mejor”.