Colágeno de carpa, el milagro de la industria alimentaria y cosmética que protege el medio ambiente

Los científicos de la Universidad Tomáš Baťa de Zlín acaban de patentar su método de extracción del colágeno de carpa que podría emplearse en la industria alimentaria y cosmética. Entre las ventajas, destacan que, a cambio de la gelatina vacuna y porcina, su fabricación es respetuosa con el medio ambiente.

Foto: Roman Verner,  Český rozhlas

La carpa es un clásico de las Navidades checas. Se suele cenar en forma de filetes empanados y acompañada de ensalada de patata durante la Nochebuena. Para muchas familias es impensable abandonar esta costumbre, por lo que la producción anual de carpas pescadas en Chequia llega a unas 20.000 toneladas. Puesto que la gente suele comer solo la carne del pesado y tirar el resto, los científicos de la Universidad Tomáš Baťa de Zlín, encabezados por Pavel Mokrejš, se plantearon cómo se podrían aprovechar los residuos. Mokrejš conversó sobre el proyecto con la Radio Checa.

“Los productos secundarios del pescado no se aprovechan en la actualidad. Nosotros intentamos procesarlos por medio de métodos amigables con el medio ambiente y utilizarlos en distintos proyectos”.

Foto: Roman Verner,  Český rozhlas

Con los productos secundarios, Mokrejš se refiere a las cabezas, las escamas, las espinas y la piel que, en el caso de la carpa, contienen grandes cantidades de proteínas, lípidos, sustancias minerales y vitaminas que se desperdician. Por eso, los científicos de Zlín inventaron un procedimiento que permite usar estos residuos para la fabricación de colágeno, utilizable tanto en la industria alimentaria como la cosmética.

El colágeno se fabrica habitualmente de residuos vacunos o porcinos, no obstante, las características del colágeno de pescado son mucho más convenientes para la cosmética, según explicó a la Radio Checa la estudiante de la Universidad Tomáš Baťa, Aneta Prokopová.

Foto: Roman Verner,  Český rozhlas

“Las moléculas del colágeno de pescado son más pequeñas y, por lo tanto, penetran mejor en el cutis. El resultado es una reducción de las arrugas. A las mujeres se les borró hasta el 70% de las arrugas. No desaparecen por completo, pero se reducen, se cierran. El colágeno absorbe el agua del cutis y su efecto es que las arrugas se eliminan”.

Foto: Roman Verner,  Český rozhlas

La gelatina de carpa podría contribuir positivamente también a la industria alimentaria, sobre todo durante la fabricación de ositos de goma o productos de carne, como explicó a la Radio Checa Robert Gál, director del Instituto de Tecnología de Alimentos de la ciudad de Zlín.

“La gelatina se utiliza para la fabricación de dulces, sobre todo ositos de goma. Pero también está en productos cárnicos. La gelatina de pescado es, sin duda, mucho más asequible, pero por ahora no se usa tanto como la gelatina de cerdo o vaca”.

El jefe del proyecto de Zlín, Pavel Mokrejš, advierte que la producción de la gelatina vacuna o porcina requiere la utilización de métodos que emplean ácidos y lejías, lo cual influye negativamente en el medio ambiente. A cambio, su método es mucho más ecológico.

Foto: Roman Verner,  Český rozhlas

“Nosotros utilizamos enzimas proteolíticas y, por eso, trabajamos a temperaturas relativamente bajas, a bajas concentraciones de enzimas y a un pH muy cercano al neutro. Procesamos sustancias residuales, empleando una tecnología que es muy amigable con el medio ambiente. Y somos capaces de fabricar productos que pueden ampliar la oferta de muchos comerciantes. Por ejemplo, pueden reemplazar los productos de la gelatina vacuna y porcina en distintos lugares del planeta”.

Los científicos de Zlín patentaron su método para el territorio de la República Checa y ahora aspiran a obtener la patente mundial.

Foto: Roman Verner,  Český rozhlas
Autores: Roman Verner , Martina Kutková
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