La niña que inspiró a miles de checos a registrarse como donantes de médula ósea
El caso de Madlenka, una niña de dos años con una rara enfermedad por la que necesita un donante de médula ósea, ha despertado una ola de solidaridad en República Checa hasta el punto de que los centros de transfusión no dan abasto para gestionar las muestras.
En medio de una situación desesperada para la familia de Lukáš Přibyl, el padre de cuatro hijos decidió publicar un vídeo en redes sociales pidiendo ayuda al público, ya que un desconocido tiene ahora la posibilidad de salvar la vida de su hija más pequeña. Madlenka, de tan solo dos años de edad, padece de una rara enfermedad y necesita un trasplante urgente de médula ósea. A dos semanas de la publicación del vídeo, la respuesta en República Checa fue enorme, ya que miles de personas de todo el país acudieron a centros de transfusión para registrarse como donantes. En algunos casos, como en el Instituto de Medicina Clínica y Experimental de Praga (IKEM), las colas llegaban incluso fuera del edificio durante el fin de semana. En otros sitios de registro se agotaron los kits de muestras. La ola de empatía la confirmó para la Radio Checa, entre otros, Marie Kuříková, responsable del Registro Checo de Donantes de Células Hematopoyéticas.
“El año pasado obtuvimos 2353 donantes nuevos, cifra que ahora hemos conseguido en solo una semana. Nos están llegando cantidades inéditas de muestras de los centros de transfusión con los que colaboramos, normalmente los coches van una vez a la semana a por las muestras, pero ahora van cada día y aún así no dan abasto”.
No hay dudas de que el caso de Madlenka ha tenido un impacto enorme en el registro de donantes en República Checa en los últimos días, y aún así, la posibilidad de encontrar un donante para la niña es extremadamente baja, no solo porque encontrar una combinación genética que coincida es un enorme reto de por sí, sino que además la familia está librando una batalla contra el tiempo. En el caso de Madlenka, los médicos afirman que el trasplante debería ocurrir en las próximas dos semanas. Su padre, Lukáš Přibyl, afirmó para la Radio Checa que, al menos, Madlenka no es consciente de lo que está pasando y continúa normalmente su vida, en la medida de lo posible.
“La niña está bien, por suerte no se da cuenta de todo lo que está pasando y continúa siendo una niña, así que disfruta mucho de jugar y de inventar travesuras con su padre. Es un regalo verla reírse y disfrutar”.
El padre de Madlenka, que ha agradecido en numerosas ocasiones la enorme respuesta de los desconocidos que se continúan presentando a los registros de donantes de médula ósea en República Checa, reflexionó sobre el hecho de que, muchas veces, las personas necesitemos un impulso para pasar a la acción o hacer algo a lo que quizás llevábamos algún tiempo dándole vueltas.
“A los 18 a una persona normal igual no se le ocurriría ir a registrarse y rellenar un formulario para ir a salvar vidas, simplemente creo que no es algo en lo que piense, pero si la persona ve al bebé o a otra persona real a la que le ha salvado la vida, de repente puede verdaderamente observar el hipotético impacto que podría tener”.
A su vez, la responsable del Registro Checo de Donantes aclaró el proceso de entrar en el registro y resaltó el hecho de que la mayoría de las veces los donantes nunca serán contactados, precisamente por lo extraño que es encontrar a alguien con la misma combinación genética.
“Cuando una persona entra en el registro, en realidad simplemente está allí esperando a que llegue su oportunidad. Podrían pasar dos meses, dos años, veinte años o también puede ser que no la llamemos nunca, que es, en realidad, lo que pasa en la mayoría de los casos”.
Actualmente, continúan las incripciones y la búsqueda de un donante para Madlenka, que podría tener otra posibilidad de curarse además del trasplante de médula ósea, mediante un tratamiento único y muy específico que plantearon los médicos del Hospital de Motol de Praga. Independientemente de los resultados, la enorme respuesta de empatía y solidaridad de los checos frente al caso de la niña podría salvar en un futuro las vidas de decenas de personas, por lo cual los padres están profundamente agradecidos.
