Chili Ta: la influencer de comida vietnamita que causa furor en Chequia
Luego de su participación en el programa MasterChef, decidió dejar un trabajo de oficina para crear una de las cuentas de instagram más populares de Chequia, convirtiéndose así en una verdadera influencer gastronómica. Y a pesar de mostrar en cada uno de sus posteos su gran sentido del humor, Chili Ta se toma la comida muy en serio y en esta entrevista nos cuenta por qué.
Como tantos otros vietnamitas que viven en República Checa, Ta Thuy Dung tuvo que adoptar un nombre checo, en su caso Zuzka, con el que no se sentía demasiado a gusto, tal como le ocurría con su anterior trabajo. Sin embargo, con el tiempo, fue tomando algunas decisiones que la ayudaron a encontrar una actividad que le encanta y además le terminó dando el nombre por el que hoy la conocen las casi trescientas mil personas que la siguen en Instagram. Y aunque Chili Ta empezó a hacerse famosa gracias a su participación en MasterChef, lo cierto es que lleva casi toda su vida viviendo en Praga.
“Cocinar es una habilidad esencial que yo no dudaría en incorporar a las escuelas primarias”.
“Llegué a República Checa a los cinco años. Primero vino mi papá en los ochenta durante el comunismo por la colaboración que había entre ambos países y él trabajaba en una fábrica. Luego volvió a Vietnam, se casó con mi mamá, regresó a Chequia porque teníamos algunos problemas financieros y, un par de años después, en 1995, vinimos con mi mamá. Hace ya casi treinta años”.
Aunque ella no deja de sentirse vietnamita, asegura que su dominio del checo es aún mejor. De hecho, lo considera su lengua nativa y dice que le encanta ese idioma que utilizaron tantos escritores notables que ella admira. De hecho, cuenta que, desde que era pequeña, siempre demostró ser muy creativa a la hora de escribir, a tal punto que ganó varios concursos de literatura.
La cocina de una influencer gastronómica
A pesar de que estuvo muchos años deseando encontrar un trabajo en el que poder usar toda su creatividad, dice Chili Ta que no tenía el coraje ni una idea precisa para lograr vivir de eso. Antes de entrar en MasterChef, trabajaba como manager de redes sociales en una agencia de publicidad. Y tras su exitosa participación en ese conocido reality show decidió dar un salto al vacío. Tenía la certeza de que, al fin, había llegado el momento: renunció a su trabajo y, de a poco, empezó a cocinar y a crear un contenido tan exquisito que cumplió el sueño de ganarse la vida con lo que ama hacer. Si bien parte de sus ingresos se los da su pequeña empresa con la que cocina para eventos, dice que la mayoría de sus ganancias provienen de su exitoso perfil de instagram que el año pasado ganó el premio a mejor blog de comida. Es por eso que, si bien suele hacer muchas cosas, concuerda en que el término que más justicia le hace a su trabajo es el de influencer gastronómica.
“Creo que sí, porque la comida es una parte esencial de mi trabajo, aunque ahora ya no quiero hacer tantas recetas. Siento que internet está un poco saturado de recetas y no creo que necesitemos más de eso. Lo que creo que falta es alguien que enseñe acerca de la actitud frente a la comida, entender el origen de la comida y cómo impacta en tu cuerpo, en tu humor, porque sí que lo hace. Y también educar nuestra actitud sobre cocinar y el cuidado personal en el ámbito alimentario. Porque muchas veces nos apartamos de eso. Pensamos en cocinar como un hobby, como si se tratara de coleccionar estampillas. Sin embargo, yo siento que cocinar es una habilidad absolutamente esencial que no dudaría en incorporar a la educación elemental, para que se estudie en las escuelas primarias”.
Red Hot Chili Ta Pepper
“Mi mayor talento no es cocinar, sino volver las cosas entretenidas”.
Agrega Chili Ta que, con su contenido, ella quiere combatir la creencia bastante extendida de que comer debería ser algo muy rápido porque nos quita el tiempo que necesitamos para hacer otras cosas. Y aunque el hilo conductor es la comida, el instagram de Chili Ta es tan variado como una dieta rica y saludable en proteínas: se mete en eternas polémicas como la de la pizza con piña, ofrece algunas ideas innovadoras como la de hacer arroz al horno, se ríe de una serie de extrañas costumbres tanto checas como vietnamitas y hasta se anima a imaginar qué platos le gustaría cocinar a la mismísima Barbie; pero todo eso logra hacerlo siempre con mucho humor. De hecho, cuenta Chili Ta que ese apodo que se le ocurrió utilizar mientras estudiaba Negocios y Marketing en la Universidad de Nueva York de Praga se lo puso un ex novio, justamente por su particular sentido del humor y por su debilidad por la comida picante.
“Creo que mi superpoder es hacer que las cosas sean realmente entretenidas. Eso es lo que disfruto hacer. Mi mayor talento no es cocinar, sino volver las cosas entretenidas, incluso cuando se trata de cuestiones muy académicas o complejas. Sé como mostrarlas de un modo atractivo. De hecho, le estoy ofreciendo mis servicios a la Academia de Ciencias de Chequia y pronto voy a colaborar con un grupo de historiadores checos. De algún modo, siempre logro relacionar todo con la cocina, pero la idea es sobre todo presentar los temas de un modo ameno. Porque hay muchas instituciones que intentan comunicar pero es muy difícil escuchar a un profesor durante dos horas”.
A pesar de que varias ciudades checas como Praga, Brno y Olomouc han empezado a sumar a sus muchos encantos una excelente y muy cosmopolita oferta gastronómica, es cierto que la comida checa en sí suele despertar tantas críticas como elogios. En ese contexto, la mirada de Chili Ta, a caballo entre dos países y dos culturas muy distintas, resulta también muy interesante.
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“Amo la cocina checa pero es increíblemente pesada. Y tiene sentido porque en su momento el trabajo en el campo requería recuperar energía, pero hoy que trabajamos mucho más en oficinas o necesitamos estar de pie se vuelve realmente pesada. A mí, en lo personal, me gusta mucho el pato con knedlíky y repollo, pero es un plato increíblemente pesado que no puedo imaginarme comer muy seguido”.
Nuestro Vietnam
Además de contar con una de las comunidades más grandes de República Checa, los vietnamitas pueden enorgullecerse de que su gastronomía se ha vuelto también muy popular en muchas ciudades checas, a juzgar por la cantidad de restaurantes y locales que ofrecen su comida. Chili Ta confirma que esa popularidad es real, aunque aclara que, tal como ocurre con tantas otras gastronomías del mundo, lo que se ofrece en Chequia no siempre es la auténtica comida vietnamita.
“La mayor diferencia es la forma de servir. Nosotros nunca comemos con un plato cada uno el arroz, las verduras y todo lo demás. Nunca comemos así. Los vietnamitas tenemos muchos condimentos, muchas comidas, muchos vegetales, sopas...y cada comensal tiene pequeños cuencos y siempre compartimos todo, eso es lo maravilloso”.
Añade Chili Ta que, de todos modos, se abrieron en el último tiempo un par de restaurantes vietnamitas que incorporan algunas de esas modalidades. Y, por supuesto, otra posibilidad de probar esa auténtica comida vietnamita queda quizás un poco más lejos pero también vale la pena. De hecho, hay quien asegura que ningún visitante de Praga debería dejar de conocer Sapa, esa especie de ciudad dentro de la capital checa que Chili Ta recomienda visitar con algún amigo vietnamita para que la experiencia resulte más provechosa.
“Para algunos puede resultar un poco caótico y hasta sucio, pero yo siempre lo recomiendo. Es una experiencia única visitar esa comunidad vietnamita en plena ciudad de Praga donde se pueden encontrar ingredientes auténticos, hierbas y frutas... casi todo lo que se puede conseguir en Vietnam se puede conseguir en Sapa, lo cual no sucede en el centro de Praga. Así que por supuesto que lo recomiendo. También sugeriría no comer en sus restaurantes más limpios y lindos porque la comida no suele ser tan buena en esos lugares”.
Feliz por su gran actualidad en el rol de influencer gastronómica, Chili Ta reconoce que, aunque ama su trabajo, no deja de tratarse de una actividad muy estresante. De hecho, se considera a sí misma una empleada de Instagram que, como cualquier otra red social, un día puede llegar a perder adeptos y, por lo tanto, dice que siempre debe tener a mano un plan B.