Chequia contra una maldición de más de 15 años
Chequia sueña con volver a estar en una Copa del Mundo tras más de 15 años de ausencias. Solo dos partidos separan al combinado nacional del sueño mundialista.
El Mundial de Alemania 2006 supuso una suerte de epitafio para, probablemente, la mejor generación en la historia del fútbol checo. Nombres de la talla de Pavel Nedvěd, Petr Čech o Tomáš Rosický se despidieron por la puerta de atrás de una cita a la que Chequia no ha sido capaz de regresar desde entonces. El país sueña ahora con romper la maldición y obtener un billete para Catar, un objetivo del que solo les separan dos partidos.
El sorteo de la repesca celebrado en Zúrich marcó el camino: serán doce equipos europeos divididos en tres grupos y compitiendo por tan solo tres plazas mundialistas. En el Grupo B, el sueño checo empieza con una semifinal que los enfrentará a Suecia. Los suecos tendrán la localía como ventaja pero, por suerte para Chequia, no podrán contar con su estrella: Zlatan Ibrahimovic. El técnico checo Jaroslav Šilhavý valoró este hecho para la Televisión Checa.
“Los últimos partidos que hemos jugado contra Suecia han sido igualados. Sé que no estará Ibrahimovic. Lo importante es que nuestros jugadores estén sanos y en buena forma y que contemos con el equipo más fuerte posible”.
Una visita a tierras escandinavas en un duelo a vida o muerte, a partido único, se presenta como todo un desafío para los checos. De alzarse con la victoria Chequia se vería las caras con el ganador de la otra semifinal, donde se medirán Rusia y Polonia. En una hipotética final, nuevamente, los checos contarían con la desventaja de jugar como visitantes. Del otro lado está la posibilidad de tener que visitar la Polonia del temido Robert Lewandowski. Reina la sensación de máxima igualdad, con cuatro conjuntos con potencial suficiente para estar en una Copa del Mundo.
El internacional checo Jakub Jankto se refirió a las tres selecciones rivales pero también quiso mostrarse prudente, afirmando que el equipo debe centrarse únicamente en la semifinal con Suecia. El centrocampista del Getafe se deshizo en elogios hacia su próximo rival.
“Chequia, Suecia, Rusia y Polonia, las posibilidades son del 25% para cada uno, puede clasificarse cualquiera. Nuestra desventaja es que jugamos fuera dos veces. Los suecos son un excelente equipo, compacto, fuertes en defensa, todos miden 1.90 y tienen jugadores individualmente muy buenos. En campo neutral sería un partido igualado, así que tendrán una ventaja al jugar en casa”.
El billete para la Copa del Mundo está más caro que nunca, siendo el sorteo de esta repesca un buen ejemplo de ello. En el Grupo C todos los pronósticos apuntan a una final Italia-Portugal con una plaza mundialista en juego, es decir, una de las dos últimas campeonas de Europa se quedará fuera del mayor evento futbolístico que existe. En este sentido, el sorteo fue bastante benévolo con Chequia. Partiendo de ese tópico tan futbolero de que “no existe rival pequeño”, lo cierto es que tanto italianos como lusos eran las dos grandes amenazas a evitar. Así lo reconoció el seleccionador Jaroslav Šilhavý.
“Creo que, mientras Lothar Mathäus sacaba la bola de sorteo, todos estábamos deseando que saliera la República Checa. Con eso no quiero decir que tengamos asegurada la victoria, pero no queríamos terminar en el Grupo C (con Italia y Portugal)”.
La tercera y última plaza europea saldrá de los cruces del Grupo A. Escocia enfrentará a Ucrania y Gales a Austria en sendas semifinales.
Será el 24 de marzo del próximo año cuando Chequia trate de romper una maldición que lleva frustrando su presencia en las últimas tres ediciones de la Copa del Mundo. El combinado nacional llega con una base sólida, una lista en las que se esperan pocas variaciones y las buenas sensaciones que dejó el equipo en la Eurocopa de este verano. La irrupción de un Patrick Schick en estado de gracia como referencia ofensiva, sumada a una camada de futbolistas que vienen desempeñándose a buen nivel y teniendo presencia en importantes clubes europeos, tales como Tomáš Souček, Vladimír Coufal o Antonín Barák, invitan a la afición checa a soñar.
En caso de clasificar, Chequia sumaría su décima participación en una Copa del Mundo, aunque con la particularidad de que solo en una ocasión, en 2006, lo hizo bajo el título de República Checa. Antes de esto, y como Checoslovaquia, tuvo presencia en 8 citas mundiales, destacando los subcampeonatos de 1934 y 1962.
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