Chequia rozó la victoria frente a Bélgica
La República Checa jugó un excelente duelo frente al mejor equipo del mundo según el ranking de la FIFA y a punto estuvo de llevarse la victoria en la segunda jornada de la clasificación para el mundial de Catar. Chequia buscó su segundo gol hasta el último instante frente a una Bélgica a la que arrinconó en su mitad de campo.
Chequia salió al terreno de juego del estadio Eden de Praga sin ningún tipo de complejo ante la gran favorita del grupo E de clasificación para el mundial de 2022. Frente a los Lukaku, De Bruyne o Courtois, los checos fueron fieles a su estilo con el que, parecido al Slavia de Praga a nivel de clubes, está llamando cada vez más la atención en Europa. Con unos jugadores que cada vez se entienden mejor sobre el campo, los checos mostraron solidez defensiva y un juego rápido y vertical por las bandas, con el que consiguen colgar muchos balones al área o permiten tiros desde la frontal, que no se piensan dos veces en ejecutar.
O incluso internadas como la de Krmenčík, que tras desmarcarse de Vertonghen y regatear en el vértice del área a Denayer, chutó fuerte al palo en el primer gran aviso checo en el minuto 15 de juego.
Pero poco después Bélgica demostró que también estaba en el partido. El portero del Sevilla Tomáš Vaclík, en el once titular por la lesión en la cara de Ondřej Kolář, hizo la parada del choque deteniendo un fuerte disparo de Dendocker desde dentro del área.
El segundo tiempo comenzó con el espectacular gol desde 20 metros de Lukáš Provod. Un balón raso fuerte y ajustado que cruzó el área hacia el otro palo y contra el que el portero del Real Madrid, Tibo Courtois, no pudo hacer nada. El delantero checo estaba muy orgulloso de su tanto al finalizar el encuentro.
“Debería tirar más, muchos entrenadores me reprochan que debería chutar más porque tiro bien. En esta jugada, Jankto me puso el balón muy bien frente al área, yo lo eché adelante y ya no había nada más que pensar, chuté y me alegro de que terminara dentro. El gol es resultado del trabajo de todo el equipo. Hemos jugado como un equipo, trabajando para el resto, y el resultado es que somos capaces de hacer sufrir a equipos excelentes con tantos jugadores excelentes como Bélgica”.
Diez minutos después, eso sí, llegó la respuesta belga. En una de las pocas jugadas de auténtico peligro del equipo visitante, De Bruyne metió un balón a Lukaku desde el centro del campo con el que sorprendió a la defensa checa. Lukaku hizo un eslalon para irse de Čelůstka y disparar desde dentro del área. Vaclík casi rechazó el balón con la pierna, pero terminó colándose en la red.
El guardameta cree que la suerte no estuvo de su lado en esa jugada, explicó a los micrófonos de la Televisión Checa.
“Sabía que iba a tirar, puse la pierna y le di, pero creo que Lukaku tampoco disparó bien y me dio en el espacio entre las piernas. Creo que el balón pasó por culpa del campo, tomó rotación y por desgracia se fue a portería”.
Chequia no se amilanó y pasó la última media hora de partido volcada arriba buscando la victoria. Primero Bořil puso a prueba la calidad de Courtois, después de que un balón se paseara incluso por la portería belga. A Chequia no le importó dejar espacios abajo y De Bruyne estuvo a punto de transformar un rápido contrataque que finalmente se estrelló contra el palo.
En el minuto 83, de nuevo Bořil remató el rechace de un córner que botó en el larguero de Courtois, y ya en el descuento, otros dos balones estuvieron a punto de dar la victoria a Chequia. Primero un remate de Masopust que se encontró delante al portero madridista y, prácticamente, en la última jugada del partido, un cabezazo de Souček que un defensa belga sacó desde la línea de gol, aunque probablemente no habría entrado de todos modos.
Aunque los checos sintieron que tuvieron la victoria entre los dedos, la satisfacción por el juego ante uno de los gigantes del fútbol europeo era evidente, como explicó el seleccionador Jaroslav Šilhavý.
“Queríamos ser activos y salimos al ataque arriba. En el primer tiempo nos salió bien a veces y en la segunda parte sabíamos que teníamos que seguir igual porque si nos íbamos a atrás, ya sabíamos la fuerza ofensiva que tenían. Al final hemos rozado la victoria. Bélgica es un equipo magnífico, con magníficas individualidades, pero nosotros jugando como equipo hemos podido hacerles sufrir y casi vencerlos. Confío en seguir así. Queremos jugar así y no defender empates contra Bélgica, por ejemplo”.
La prensa belga reconoció la superioridad checa y escribió el domingo que el resultado más justo habría sido la derrota de su equipo. También el seleccionador de Bélgica, el español Roberto Martínez, valoró la calidad del conjunto checo y considera que el duelo les da una información muy valiosa de cara a la Eurocopa de este verano.
En la selección checa, mientras, crece la motivación y la confianza en un equipo que hasta hace poco no lograba destacar. Así explicó la evolución de la selección Tomáš Vaclík a la Televisión Checa.
“Después de que llegara el seleccionador Šilhavý, empezamos a ordenarnos. Hubo momentos en los que las críticas eran muy fuertes, como después del partido contra Kosovo, por ejemplo. Yo en las entrevistas decía que seguía sintiendo que este equipo tenía algo, que las cosas iban a mejorar. Muchos de los jugadores juegan en buenos clubes de buenas ligas. Estoy contento de no haberme equivocado y, aunque no quiero decirlo muy alto, creo que este equipo va a seguir mejorando”.
Este martes tiene Chequia ya otra cita decisiva en su carrera hacia el campeonato del mundo de Catar, en el que tiene la esperanza de volver entre la élite del futbol mundial después de 16 años. Frente a Gales, continúa la incertidumbre de si jugará o no Ondřej Kúdela, por la polémica aún fresca de sus presuntos insultos racistas al jugador finlandés del Glasgow Rangers Glen Kamara.