Adiós España, Adiós Lenka
La obra póstuma de la escritora checa Lenka Reinerová, ‘Adiós España’ (‘Adiós, Španělsko’) aborda el tema de los checoslovacos que combatieron en las brigadas internacionales durante la Guerra Civil Española. Se trata no solo de un homenaje a la lucha contra el fascismo sino también a los grandes amores de su vida.
‘Adiós España’ es una obra breve de poco más de cincuenta páginas, en las que Reinerová retrata la motivación, ideas y angustias de los praguenses que en el difícil escenario de 1936 decidieron presentarse voluntarios para combatir en España, los llamados ‘Španěláci”.
Se trata de un ambiente de idealismo político que tuvo que enfrentarse en los campos de batalla a la crudeza y sinsabores de la guerra. Aunque Reinerová nunca puso un pie en España, la Guerra Civil constituye una parte fundamental de su biografía, de forma que la novela puede considerarse casi autobiográfica, según explica la traductora del libro de alemán a checo, Viera Glosíková.
“Se enteró de lo que había pasado allí por su propio marido. Tenía un prometido, un joven abogado, que también se marchó a luchar a España y cayó allí. También tenía toda una serie de amigos, gente joven de Praga, que fueron a España y allí se quedaron. Estas eran las fuentes. Así, aunque es un cuento ficticio está realmente basado en información auténtica”.Durante la presentación del libro en la Casa Literaria de Praga (Prager Literaturhaus), Glosíková destacó como uno de los detonantes de la novela el discurso que escribió Reinerová para ser leído en el Bundestag alemán en 2007 con motivo del aniversario del Holocausto. En él la autora reflexionaba sobre la lucha contra el fascismo y de cómo en aquellos años previos a la contienda mundial, los círculos intelectuales iban cobrando conciencia de la amenaza que suponía la Alemania nazi.
De hecho Reinerová recordaba muy claramente el momento en que se dio cuenta de que había que hacer todo lo posible para detener el fascismo, subrayó Glosíková.“Se celebró un acto antifascista en el que intervino un hombre pequeño y discreto que consiguió huir de un campo de concentración. Era el escritor Willi Bredel. Ahora es un autor casi desconocido, pero entonces era alguien que había vivido en su propia piel lo que era el fascismo. Bredel habló objetivamente sobre la situación en Alemania y de pronto se quedó pensando y dijo que no recordaba si lo que estaba contando pasó después de los primeros o los segundos latigazos”.
Además de su propia experiencia, y de la actualidad de manifestaciones ideológicas de corte fascista, como la xenofobia, también empujó a Reinerová el deseo de hacer justicia en la sociedad checa a esos interbrigadistas checoslovacos olvidados y malinterpretados, prosiguió Glosíková.
“Otra de las cosas que la impulsaron fue una noticia negativa que apareció en la prensa sobre František Kriegel, que también fue de voluntario a España en calidad de médico. Y este artículo, en cierto modo, lo deshonraba. Lenka se puso furiosa. Lo comparaba con lo que había visto en Londres, donde habían erigido monumentos a sus interbrigadistas”.
Además, y por encima de todo, la Guerra Civil Española contaba para Lenka Reinerová con una importante dimensión sentimental, según confesó la traductora y amiga de la autora Viera Glosíková.“Lenka sabía que era su último texto. Sabía que estaba enferma y que su edad era avanzada. Tengo la impresión de que en este último texto quería recordar, quizás solo para sí misma, sus amores. Los tres hombres de su vida. Su prometido, que murió, su marido Theodor, y el tercero no lo revelaré. Quizás lo encuentre el lector”.
Lenka Reinerová, de origen judío, escapó de Checoslovaquia en 1939 y tras pasar por Francia y Marruecos se exilió en México. Allí junto con Egon Erwin Kisch y André Simon dirigió la revista ‘El Checoslovaco en México’. Regresó en 1945 para encontrar que toda su familia había muerto en los campos de concentración nazis.
Con el fin de la Primavera de Praga de 1968 se le prohibió publicar y no pudo normalizar su actividad literaria hasta los años 80, cuando sus libros empezaron a ser editados en Alemania. De entre sus obras más conocidas destaca ‘El Café de los Sueños de una Praguense’ (‘Das Traumcafe einer Pragerin’) de 1996.
‘Adiós España’ es también un adiós a su carrera literaria, una despedida y un retorno a esos momentos cruciales de su vida, que lo cambiaron todo. El proceso de escritura del relato, concluido cuando Reinerová estaba ya muy enferma, hace que su edición haya sido también muy especial, según cuenta el director de la editorial Labyrint, Joachim Dvořák.
“Lenka escribió la primera versión a mano en un cuaderno escolar. Tenía una forma de escribir especial, similar a la taquigrafía, que podía entender solo ella. Y gracias a la Casa Literaria de Praga vinieron tres becarias de Alemania que pasaron a limpio el texto con la colaboración de Lenka. Cuando murió, el texto pasó un tiempo olvidado hasta que la editorial lo retomó y corrigió erratas y errores de sintaxis”.
Reinerová no pudo revisar la versión final ni opinar sobre la traducción a checo, por lo que la obra se puede considerar en cierta medida un fragmento más que un relato concluso. Curiosamente la versión original en alemán no ha encontrado editor, aunque se halla disponible en la Casa de la Literatura de Praga.La edición checa de ‘Adiós España’ cuenta con tres partes diferenciadas que la convierten en, además de novela, en un testimonio. El libro se abre con el relato de Lenka Reinerová y prosigue con una selección de fragmentos del diario personal de su marido, el médico yugoslavo Theodor Balk.
Este político e intelectual, que sirvió de voluntario en España antes de conocer a la que sería su esposa, escribió un diario durante la Guerra Civil del que dejó tres copias mecanografiadas. Todas se perdieron de una u otra manera, hasta que en los años 60 una de ellas salió inesperadamente a la luz. El diario se publicó en su lengua original, el alemán, en 1996 y esta puede considerarse su primera versión en checo.
La edición cuenta también con abundante documentación gráfica sobre las brigadas internacionales y a su carácter documental contribuye un ensayo final acerca de los interbrigadistas checoslovacos a cargo de Hana Bortlová.Precisamente la intención de la editorial ha sido presentar una pieza multidimensional sobre un mismo hecho: los interbrigadistas checos, destaca Joachim Dvořák.
“El destino de estos interbrigadistas no fue precisamente dorado después de 1948, porque eran “esos” de España. Y algunos de ellos lo pasaron tan mal como los que lucharon en Inglaterra o en los frentes occidentales. Y porque muchas veces la historia es injusta y ciega, después de 1989 tampoco se escribió demasiado sobre ellos. Se les consideraba izquierdistas y comunistas. En números históricos es evidente que no fue así. Con este libro queremos rendirles un homenaje, y darles las gracias a ellos y sus familias”.
Unos 2.000 checoslovacos combatieron en las brigadas internacionales. Cuando volvieron pronto se encontraron en el punto de mira de los estalinistas, que temían las influencias “contaminantes” que podían traer del extranjero y sobre todo el ejemplo yugoslavo, que era una espina en el ojo de Stalin. Muchos fueron depurados en los procesos y purgas de los años 50, y algunos incluso ejecutados.Con la llegada de la democracia en los años 90 los interbrigadistas salieron de los nuevos planes de estudio y actualmente constituyen un hecho prácticamente desconocido para las generaciones más jóvenes.