Zulay Fonseca, la estudiante venezolana candidata a Miss Expats 2011

Zulay Fonesca, foto: Miss Expat

Zulay Fonseca es la única latina finalista en el concurso Miss Expats 2011, el concurso de belleza para las extranjeras residentes en la República Checa. La venezolana, más pendiente de sus estudios en la Universidad Técnica de Praga y de sus clases de salsa, no esperaba semejante éxito.

Zulay Fonseca,  foto: Miss Expats 2011
Diez exóticas bellezas compiten por alzarse en noviembre con la corona de Miss Expats, las que en un principio son las extranjeras más hermosas que viven en la República Checa. La lista de finalistas refleja también a su manera la realidad demográfica de la inmigración en el país, ya que predominan las chicas llegadas desde países del este europeo. Por supuesto hay también una guapa candidata vietnamita, una de las minorías mayoritarias en Chequia.

Sin embargo solo hay una chica llegada desde el continente americano, y esa es la venezolana Zulay Fonseca. Su rizada melena negra, los marcados rasgos mestizos, mirada dulce y piel oscura y brillante, la hacen muy diferente del resto de sus compañeras en el concurso.

Un concurso que es el primero en el que compite, asegura, y todo porque la apuntó una amiga. Cuando le comunicaron que había sido seleccionada, no sabía bien siquiera de qué se trataba, dice Zulay.

Foto: Jana Ašenbrennerová
“Yo no me imaginaba entrar en un concurso. No soy de muchos concursos. Yo soy más de hacer fotografías, de anuncios de alguna marca, champú… Pero no mucho. Yo no iba a concursos de belleza porque no me identificaba bonita. En Venezuela ya hay muchas chicas lindas, y yo además estudiando una carrera técnica, yo era una chica totalmente desarreglada, solo dedicada a mis estudios y solamente con chicos, porque la carrera que estudio solo hay chicos… ¡Así que yo no me imaginaba que iba a estar aquí representando a mi país!”.

La carrera que estudia es ni más ni menos que la de ingeniería mecánica, una ocupación efectivamente poco común entre mujeres. Sin embargo Zulay asegura que esa es una de sus grandes pasiones de siempre. El curso pasado accedió a la Universidad Técnica de Praga, y se mudó a la capital desde České Budějovice, donde vivía desde que llegó hace cuatro años.

Zulay Fonseca
“El año pasado hice mis requisitos como una estudiante regular de la universidad, aprobé mis exámenes, entré, y ahora estoy estudiando en checo. Es un poco difícil porque no domino la parte técnica de la carrera. Pero poco a poco, con valor, voy aprobando las materias. El próximo año puedo escoger una especialización que es sobre todo de automatización y diseño mecánico por programas de computadora de mecánica. Me gusta mucho lo que hago, en Venezuela estudié mecánica y tengo técnico medio, en máquinas herramienta. Tengo experiencia de trabajo, cursos… Allí ya estudiaba en el segundo año de ingeniería, pero no culminé por venir a Europa y tuve que empezar de nuevo. Si no, ya estaría terminado la carrera”.

De su ciudad natal, Maracay, Zulay se fue a la República Checa por un amor. Muchas cosas han cambiado desde entonces. Lo peor de estar por aquí es no ver a su madre, insiste. Pero también se ha hecho su vida en Europa, y no cambiaría nada.

“No me puedo quejar, he vivido muchísimas cosas durante mi estancia aquí, he aprendido muchísimo y cada día me gusta más. Siempre me ha gustado mucho estudiar. Aquí dejé de estudiar tres años, pero en ese tiempo me capacité un poco con los idiomas y con otras cosas que te hacen útil en la vida”.

A pesar de todo, Zulay no piensa en un principio quedarse para siempre en la República Checa.

Zulay Fonseca
“Tengo muchos planes, bueno, no planes, sino sueños. Uno de ellos es ir a culminar mis años de universidad en España, quiero estudiar en español ¡Cómo lo extraño! Si fuese en inglés no tendría problema, pero hay palabras en checo que obviamente es imposible traducir. Y luego, cuando acabe ingeniería, me gustaría irme a trabajar a alguna de las grandes empresas, en Alemania por ejemplo, por eso quiero aprender la lengua alemana. Pero uno no puede decir qué va a hacer mañana. Los planes son una cosa y otra que la vida te dé la oportunidad. La vida da muchas vueltas, yo hace cuatro años no pensaba estar aquí”.

Una de las cosas de las que Zulay no podría prescindir nunca, dice, es del baile. En la República Checa es algo que se convirtió en algo más que una afición.

“El baile es una de las cosas que me han ayudado a que me conozcan y a ser más extrovertida. Estar aquí y no tener un oficio al inicio es algo que te pega mucho. Yo hacía millones de cosas en Venezuela y llegué aquí y tenía que conformarme con empezar con el checo a estudiarlo y otras mínimas cosas. Creo que el baile me abrió muchísimo las puertas. Enseño clases de salsa y pienso abrir en Praga mi propio estudio, antes de que acabe el año, estamos con la remodelación. Creo que es uno de mis sueños que estoy cumpliendo, tener mi propio estudio. Me gusta enseñar, el contacto con la gente, el calor… Me encanta que les guste nuestra cultura y yo que se la pueda enseñar. Eso no tiene precio. Y no solo bailo salsa, también samba. Conocí a unas chicas de Brasil aquí y me incorporé a su grupo. Es de mis bailes favoritos, bailo samba desde pequeña”.

Pero pase lo que pase con el concurso de Miss Expats, en el que puede conseguir, además de premios económicos, posibilidades laborales como modelo, Zulay tiene claro lo que quiere.

Zulay Fonseca
“Yo tengo mis metas, tengo mis responsabilidades. Mi responsabilidad número uno es la universidad, no me puedo descuidar en eso. Ganar sería un poco fuerte, sí, pero cambiaría solo que me conocería más la gente y que trabajaría más formal como modelo. Pero bueno, para mí el día siempre tiene más de 24 horas, siempre me las arreglo para encontrar un hueco y trataré que no cambien mis planes. Obviamente si gano voy a estar más ocupada, pero sería por un tiempo determinado, valdría la pena. Pero bueno, vamos a ver, yo no espero nada, me gustan las sorpresas y hay muchas favoritas, hay muchas chicas lindas allí. Veremos, veremos”.

El 3 de noviembre se sabrá en una gala el nombre de Miss Expats 2011, y también Zulay sabrá mejor cómo serán sus próximos meses en Praga.

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