Vuelve el irrepetible encanto de los restaurantes de las estaciones de trenes

Litoměřice

Al principio eran restaurantes para la clase alta, más tarde se convirtieron en bufés llenos de humo y cerveza barata. Los restaurantes de las estaciones de trenes son todo un fenómeno en la República Checa, con un ambiente muy particular. Los invitamos a visitar algunos de los locales más famosos del país.

Litoměřice | Foto: Petr Lukeš,  Radio Prague International

Los restaurantes de las estaciones de trenes abrieron sus puertas de la mano del transporte ferroviario en el siglo XIX. En la actualidad, su número disminuye por el cierre de líneas y estaciones ferroviarias más que por razones económicas.

Jan Nevola, portavoz de la Administración Ferroviaria, explica la razón principal por la que los restaurantes conocidos en checo coloquial como “nádražky” estén bajando las persianas.

Jan Nevola | Foto: Klára Stejskalová,  Radio Prague International

“Todo tiene que ver con el cambio de hábitos de la gente. Este tipo de restaurantes no tenían muy buena reputación en los años 90 y sus propietarios los fueron cerrando. En los últimos años, la Administración Ferroviaria se ha hecho cargo de la gestión de la inmensa mayoría de todos los edificios de las estaciones de trenes del país y se ha producido una oleada de reconstrucciones y reparaciones. Estamos intentando recuperar los espacios para devolverles su función original”.

De acuerdo con Jan Nevola, en los tiempos del Imperio Austrohúngaro en el siglo XIX, los restaurantes de las estaciones estaban orientados más bien a una clientela más adinerada, ya que entonces esta clase pudo permitirse viajar en tren. No obstante, esto cambió con la llegada del régimen comunista.

Estación Masaryk | Foto: Klára Stejskalová,  Radio Prague International

“Su nivel de precios era superior al de la mayoría de los restaurantes de la ciudad.  El gran cambio se produjo a partir de 1948, y luego en los años 50, cuando esos edificios de las estaciones de arquitectura preciosa empezaron a deteriorarse. Y así fue durante décadas bajo el socialismo, cuando los restaurantes destinados originalmente a la clase alta degradaron por completo. Empezaron a convertirse en bufés, cantinas de autoservicio, y los elementos históricos empezaron a ser eliminados y destruidos. Al cabo de unos años, muchos propietarios dejaron de gestionar sus restaurantes, principalmente por razones económicas”.

Estación Masaryk | Foto: Klára Stejskalová,  Radio Prague International

La Administración Ferroviaria pretende cultivar la hostelería ferroviaria con alimentación de calidad a precios asequibles, y al mismo tiempo conservar la magia de esos lugares, como los restaurantes situados en Praga-Braník y Praga-Dejvice, por ejemplo, agregó Nevola, apuntando que no son los restaurantes de estación más bonitos, pero son muy populares entre la gente. Al igual que el restaurante de la estación de Letohrad, en la región de Pardubice, que incluso ganó una votación pública para elegir el mejor restaurante de estación de la República Checa.

La cafetería de Fanta recupera su esplendor

Petr Patera | Foto: Petr Lukeš,  Radio Prague International

Uno de los restaurantes de estación de trenes más conocidos del país es la Cafetería de Fanta (Fantova kavárna), situada en el edificio histórico Wilson de la Estación Principal de Trenes de Praga. Construida en el siglo XX, la cafetería se caracteriza por una gran cúpula con paredes decoradas al estilo modernista y esculturas que simbolizan ciudades checas.

El edificio fue en su época una de las joyas de la arquitectura modernista de Praga. Con la llegada del comunismo, su esplendor se fue desvaneciendo a la sombra de nuevos edificios de mal aspecto y bajo la contaminación de la frecuentada carretera situada en su cercanía.

La cafetería de Fanta  | Foto: Petr Lukeš,  Radio Prague International

El edificio pasó en 2015 por una profunda reconstrucción y la cafetería ha recuperado su esplendor. Su actual propietario, Petr Patera, tomó las riendas de la famosa cafetería en 2020 con el fin de devolver al local la fama de Josef Fanta, arquitecto y diseñador modernista cuya aportación a la cultura checa ha sido inmensa. La reapertura de la cafetería se dio un mes antes de la llegada de la pandemia COVID-19, por lo cual los inicios no fueron precisamente color de rosa. Actualmente el negocio funciona bien, ofreciendo a los viajeros un menú variado, explica el propietario.

“Procuramos seguir las tendencias de la alimentación, ofreciendo comida sana, que además se ve bien en el plato y, por supuesto, tenemos que tener en cuenta la economía. Y eso se aplica a todos los platos del menú. Hay otro aspecto importante - una estación de trenes no es un aeropuerto, la gente tiene que alcanzar nuestros precios, como, por ejemplo, en el caso de familias con niños. Tiene que estar a su alcance”.

De acuerdo con el personal de la Cafetería Fanta, los viajeros no son los únicos capitalinos que se han aficionado al café local.

Todas las clases sociales en una mesa en Praga-Dejvice

Otro restaurante legendario se encuentra en la estación de trenes Praga-Dejvice y es especialmente popular entre los residentes del distrito de Praga 6. El local abrió sus puertas en 1873 y conserva su particular atmósfera hasta la actualidad. Después de la Revolución de Terciopelo de 1989, se ha convertido en un fenómeno donde en una mesa se reúnen personas de todas las generaciones y clases sociales - estudiantes, artistas, empresarios y lugareños. El local no ofrece solamente consumiciones a precios módicos, sino también un programa cultural con conciertos de varios géneros. El restaurante enfrentó épocas dramáticas, debido especialmente al aumento de la renta. La popularidad del lugar la demuestra también el hecho de que sus clientes organizaron actividades y peticiones para salvar su restaurante favorito.

En Ostrava Svinov se servían más de 7000 cervezas a diario

František Chmelík  | Foto: Petr Lukeš,  Radio Prague International

Por su parte, uno de los restaurantes de estación más famosos de Moravia se encuentra en Ostrava Svinov. Este local se vincula con otra primacía - su actual propietario, František Chmelík, es el restaurador de estación ferroviaria más antiguo de la República Checa.

Corría el año 1982, cuando Chmelík presentó su candidatura para explotar el restaurante situado en la puerta de entrada a la metrópoli de Moravia del Norte, por donde pasaban miles de personas que se dirigían a Ostrava a trabajar. Con su edad, František Chmelík ya podría disfrutar como pensionista, pero aun así acude regularmente a su restaurante y no vacila en ponerse detrás de la barra, si el lugar se llena demasiado.

El aspecto del restaurante recuerda tiempos pasados, pero las instalaciones no se mantienen en muy buen estado. Según Chmelík, el ambiente de antaño se ha recuperado a propósito. Destaca que la última vez que renovaron el restaurante, se aseguraron de que las instalaciones y los aseos fueran modernos, pero con el carácter original. Repararon el mobiliario, que era de muy alta calidad.

U přednosty,  Ostrava Svinov | Foto: Petr Lukeš,  Radio Prague International

El restaurante vivió su auge en los años ochenta, cuando sus entonces setenta empleados no descansaban, recuerda el propietario.

U přednosty,  Ostrava Svinov | Foto: Petr Lukeš,  Radio Prague International

Entonces, los precios de la comida, los bocadillos, la cerveza y las salchichas eran al menos diez, quizá veinte veces más baratos, y aun así facturábamos más que ahora. Abríamos a las cinco de la madrugada, pero el camarero tenía que haber preparado ya como doscientas cervezas para atender a la primera oleada de trabajadores que empezaban a trabajar a las seis. Solamente un camarero con mucha experiencia podía hacer eso. Y si no lo hubiera hecho, esa gente lo habría sacado de allí. Y en cuanto se iban, llegaban otros, que regresaban del turno de noche”.

Con tantos clientes sedientes era habitual tirar hasta treinta y cinco hectolitros de cerveza de barril en dos días. Para ser precisos, son unas 7000 cervezas. Hoy, poca gente se lo cree, afirma Chmelík.

Ostrava Svinov  | Foto: Petr Lukeš,  Radio Prague International

Cierto, la gente del sector de la cervecería no me cree hoy, dicen que es imposible. Y a eso súmale la cantidad de limonadas y café. Y toda la comida que se ha consumido aquí - ensaladillas de pescado y de patata, pero lo que más se vendía eran las salchichas”.

Los clientes de hoy valoran los precios que se mantienen bajos pese a la creciente inflación. El propietario explica que no quiere disuadir a la gente con precios exagerados y no todo el mundo lleva una billetera llena y busca locales de lujo. Señaló que muchos empleados de la estación van a comer a su local y, por tanto, tienen un menú del día, incluidos los domingos. El menú incluye una sopa y un plato principal por 5,40 euros.

Lokobar, un oasis en el caos ferroviario

Lokobar | Foto: Břetislav Tureček,  Radio Prague International

Por el municipio de Všetaty, situado en Bohemia Central, pasa uno de las rutas más frecuentadas por trenes de carga. En medio de todo el bullicio se encuentra el restaurante Lokobar. Su propietario Jaroslav Kubánek recuerda los inicios de su negocio cuando en junio de 1991 subastó un quiosco con refrescos en el andén.

El actual Lokobar surgió de las descuidadas salas del majestuoso edificio de la estación, rodeado a ambos lados por las vías. Los clientes alaban especialmente la cerveza local. En un cuarto de siglo, Lokobar se ha convertido en un restaurante de renombre conocido entre los expertos en cerveza no solamente de la zona de Všetaty, sino de todo el país. La mitad de los clientes son los residentes del pueblo, el resto son viajeros.

Lokobar | Foto: Břetislav Tureček,  Radio Prague International

El menú del restaurante incluye las típicas delicias de las cervecerías como el queso tipo camembert y salchichas encurtidas, pero también los clásicos perritos calientes y variados platos principales. De acuerdo con Kubánek, cocinar a precios módicos es todo un reto, pero afortunadamente su familia tiene otra fuente de ingresos, y Lokobar es un asunto de su corazón. Según apuntó, si cayeran en números rojos, probablemente lo dejarían, pero aún se mantienen a flote, disfrutando su trabajo.

Lokobar | Foto: Břetislav Tureček,  Radio Prague International

Lokobar se enfrenta a los mismos retos que otros negocios similares, que empezaron con la prohibición de fumar, la retirada de las máquinas tragamonedas, la pandemia del COVID-19 llegando hasta la actual crisis energética y despidos de empleados ferroviarios.

El romanticismo ferroviario en Jedlová

Ivan Hrdlička | Foto: Břetislav Tureček,  Radio Prague International

Buena cerveza y comida a precios asequibles y hermosos paisajes de las Montañas Lužice convierten al restaurante de la estación de Jedlová en uno de los más populares de la zona. En ocasiones, el número de visitantes incluso supera las capacidades del lugar.

Ivan Hrdlička lleva trece años dirigiendo el restaurante, pero su relación con el ambiente de ferrocarriles empezó a escribirse hace 44 años, cuando obtuvo el puesto de jefe de circulación y administrador de varias estaciones, incluida la propia Jedlová. Por tanto, es un experto tanto en hostelería como en ferrocarriles.

Jedlová | Foto: Břetislav Tureček,  Radio Prague International

El restaurante cuenta con alta afluencia de clientes, especialmente los fines de semana. En ocasiones, el número de visitantes supera las posibilidades del local, por lo cual Hrdlička queda un poco preocupado a la hora de hablar con los periodistas y apunta que los medios de comunicación y las redes sociales tienen el poder de generar un enorme interés y expectativas. Aunque a veces tienen cuatro personas en la cocina y tres camareros, simplemente no llegan a satisfacer todas las expectativas en un espacio limitado.

Jedlová | Foto: Břetislav Tureček,  Radio Prague International

Comida caliente a un precio popular de 5,5 euros y la cerveza también se vende a precios bajos. Con tanta popularidad de su local, el propietario seguramente podría aumentar los precios sin perder la clientela. No obstante, las ganancias no son lo más importante para Hrdlička. Según señala, subir los precios, aunque fuera en un euro, cambiaría su situación económica. No obstante, se considera una persona de la vieja escuela, por lo cual se atiene al propósito original de los restaurantes de la estación.

Jedlová | Foto: Břetislav Tureček,  Radio Prague International

Hace dos años y medio, se abrieron apartamentos para turistas en la última planta del edificio de la estación. Entre los huéspedes hay frecuentemente personas aficionadas a los ferrocarriles que disfrutan la posibilidad de trasnochar en la estación, observar los trenes a todas horas y tomar muchas fotografías.

Jedlová | Foto: Břetislav Tureček,  Radio Prague International
Autores: Petr Lukeš , Klára Stejskalová , Břetislav Tureček , Dominika Bernáthová
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