Van Rompuy recibe en Praga apoyo a su concepto de estrategia económica europea

Herman Van Rompuy y Jan Fischer, foto: www.vlada.cz

El presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, concluyó en Praga su ronda de reuniones con todos los países miembros. El mandatario coincidió con el Gobierno checo en la forma que debería adoptar la estrategia económica europea que se acordará el próximo 11 de febrero.

Herman Van Rompuy,  foto: www.vlada.cz
Como era de esperar, la crisis económica y la necesidad de plantear una estrategia común a escala europea dominó la reunión mantenida el pasado viernes entre el primer ministro checo, Jan Fischer, el primer y todavía reciente presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy.

La semana que viene, Van Rompey se enfrentará en Bruselas al reto de poner de acuerdo a los 27 en una serie de puntos básicos para trabajar conjuntamente en principio hasta 2020.

Y es que del éxito del plan dependerá el futuro del estado del bienestar que se disfruta en la Unión Europea, tal como subrayó Van Rompuy.

“Europa tiene un modelo social único, pero hay que dejar claro que si queremos conservar nuestro modo de vida europeo, necesitamos un mayor crecimiento económico y más puestos de trabajo en la Unión. Y tenemos que seguir el ritmo de las otras grandes economías del mundo”.

Por su parte, Jan Fischer destacó que la República Checa apoya el concepto de plan económico que pondrá en marcha Van Rompuy.

Herman Van Rompuy y Jan Fischer,  foto: www.vlada.cz
“Coincidimos en no detallar el documento en 20 puntos básicos o más. Debería haber como mucho cinco. Es una preferencia de la República Checa que cada país miembro tenga suficiente flexibilidad para su aplicación. Además, cada objetivo del documento debería formularse de manera que luego fuera comprobable y a ser posible cuantificable, para que puedan valorarse regularmente”.

Asimismo, Fischer recordó que el acuerdo que se alcance el 11 de febrero no solo debería estar bien diseñado. También habrá que saber venderlo ante la opinión pública.

“Para que el documento tenga éxito no debemos olvidar la estrategia comunicativa. Debe ser lo suficientemente comprensible, para que no sea un documento solo para jefes de Estado y analistas financieros. Los ciudadanos europeos deberían comprenderlo y debería ser escrito básicamente para ellos. Dicho de otra manera, hagamos todo lo posible para evitar la trampa en la que nos metimos cuando fue aprobado el Tratado de Lisboa”.

Fischer y Rompuy trataron además la necesidad de presentar un frente único ante la cuestión del cambio climático y el fracaso de la Cumbre de Copenhague. Al mismo tiempo, coincidieron en la necesidad de marcar un plan de acción en Haití que garantice que el país seguirá recibiendo ayuda, aún después de que la catástrofe deje de aparecer en los medios de comunicación.