El primer ministro checo, satisfecho con Rompuy y Ashton
El Ejecutivo checo ha reaccionado positivamente a la elección de Herman Van Rompuy como presidente europeo y de Catherine Ashton como ministra europea de Relaciones Exteriores. Para el primer ministro checo, Jan Fischer, se trata de personas cercanas a los intereses del país.
En su función representativa le acompañará la laborista británica Catherine Ashton, hasta ahora eurocomisaria de Comercio, ex presidenta de la Cámara de los Lores y una de las artífices de la aprobación del Tratado de Lisboa en Gran Bretaña.
De esta manera, la Unión apuesta por el equilibrio: un hombre, una mujer, un conservador, una progresista. En palabras del presidente de la Comisión Europea, José Barroso, la decisión fue como armar un cubo de Rubik, haciendo coincidir los intereses de todos los países miembros.
En la República Checa, las primeras reacciones han sido positivas. El primer ministro, Jan Fischer, subrayó la proximidad de la República Checa a los nuevos representantes europeos.“Estos nombres nos son favorables. Se trata de gente con una relación cercana a nosotros. Estoy convencido de que ambos tienen potencial y de que van a ejercer muy bien sus nuevos cargos.”
Sin embargo, Van Rompuy y Ashton también han sido criticados por su escasa experiencia en política exterior y su relativa poca trascendencia en el marco europeo. No obstante, no son motivos, en opinión de Fischer, para cuestionar su nombramiento.
“Siempre se dice que ese hombre no encontrará el camino correcto, que vamos a mandar a alguien que no está capacitado, que nadie tendrá tiempo para él, que saldrá mal en las fotos, que nadie le pedirá el número de teléfono... Todo eso lo conozco muy bien.”
De hecho el primer ministro checo era un hombre en principio poco relevante, que también llegó al poder como fruto de un compromiso político. Ahora es uno de los dirigentes más populares que ha tenido la República Checa, y cuenta con el apoyo de más del 60 por ciento de la ciudadanía.Por otro lado, y hablando de relevancia, el primer ministro eslovaco, Robert Fico, explicó que en el proceso de elección se barajaron nombres mucho más conocidos en el seno de la Unión Europea, como el del presidente checo Václav Klaus. Por supuesto, esto se hizo en tono de broma, aclaró Fico, en alusión al euroescepticismo del mandatario.