La República Checa no adoptará el euro antes de 2019

Foto: Tomáš Adamec

La República Checa no adoptará el euro antes del año 2019. Esa es la previsión del Banco Nacional Checo, basada en el nivel de cumplimiento de las condiciones de adhesión y en la postura de la representación política frente a este tema.

Foto: Tomáš Adamec
La fecha de la integración de la República Checa en la zona euro ha sido cambiada varias veces. Primero se suponía que el país adoptaría el euro en 2010, posteriormente la fecha fue aplazada a 2012 y 2013 y ahora se afirma que el plazo más probable sea el año 2019.

Chequia no cumple todavía las condiciones de integración, o sea los criterios de convergencia económica y jurídica. En especial no logra reducir el déficit público excesivo. Al mismo tiempo, la situación económica de este país es mucho mejor de la de varios países de la eurozona. No obstante, según sostuvo Vladimír Tomšík, vice gobernador del Banco Nacional Checo, el ingreso a la zona euro es principalmente una decisión política.

”La adopción del euro es una decisión política mayormente. Por este motivo, el Gobierno checo deberá analizar detalladamente primero la situación de los países de la eurozona que actualmente es muy desfavorable. O sea cómo logran solucionar sus deudas y hasta qué punto son capaces de superar la actual crisis”.

Petr Nečas,  foto: archivo del Gobierno checo
La actual coalición de Gobierno checa, principalmente el Partido Cívico Democrático, adopta una postura reservada en cuanto al euro. Según dijo hace poco en entrevista para la Televisión Checa el primer ministro, Petr Nečas, sería un error determinar ahora la fecha exacta de la introducción de la moneda única.

”Considero que sería un error fijar ahora una fecha concreta de la adopción del euro. Debemos tomar en cuenta la difícil situación por la que atraviesa la eurozona. Los cambios en la economía de los países que integran esa zona son imprevisibles y muy dinámicos”.

La introducción del euro sería ventajosa actualmente para las empresas nacionales en especial, afirma Pavel Sobíšek, economista de UniCredit Bank.

 Herman Van Rompuy,  foto: Comisión Europea
”Una de las ventajas sería que las empresas no estarían obligadas a elaborar cálculos y suscribir acuerdos previos con los bancos sobre las tasas de cambio, con lo que ahorrarían sumas considerables de dinero que actualmente pagan a los bancos. Éstos a su vez, perderían así parte de sus ganancias. Lo negativo sería que en este período de inseguridad provocado por la crisis, la economía checa perdería su flexibilidad. Actualmente, en caso de un debilitamiento económico, a su recuperación ayuda una reducción temporal de la tasa de cambio”.

Durante la visita a Praga el pasado mes de abril del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, el primer ministro checo, Petr Nečas, reiteró que este país no entrará en la zona euro sin convocar antes un referendo sobre este tema.

Sin embargo, las simpatías de los checos hacia el euro van desapareciendo según se prolonga la crisis. Los resultados de un reciente sondeo de opinión realizado por la agencia CVVM demuestran que el 48% de los checos rechaza rotundamente el euro. Sólo un 4% de los encuestados indicó estar a favor de la introducción de la moneda única.