Un recorrido por la historia de las máximas distinciones estatales de la República Checa

El 28 de octubre, día del surgimiento de la Checoslovaquia independiente en 1918, está tradicionalmente vinculado con la entrega de las máximas condecoraciones estatales, otorgadas o prestadas por el presidente de la República en la célebre Sala Vladislao del Castillo de Praga.

Tomáš Garrigue Masaryk | Foto: Library of Congress,  public domain

La condecoración más importante es la Orden del León Blanco que es prestada por “méritos excepcionalmente excelentes por el Estado” a los ciudadanos checos y por “méritos excepcionalmente excelentes a favor de la República Checa” en caso de ciudadanos extranjeros. Se trata de la distinción menos concedida y en dos de cada cinco casos se dirige a personas ya fallecidas.

Siguen la Orden de Tomáš Garrigue Masaryk para personas que “contribuyeron de manera extraordinaria al desarrollo de la democracia y los Derechos Humanos”, la Medalla al Heroísmo y la Medalla al Mérito, siendo la última condecoración mencionada la más otorgada – la recibieron ocho de cada nueve personas distinguidas.

La Primera República y el “modelo británico”

Jindřich Forejt  (a la derecha) | Foto: Filip Jandourek,  Český rozhlas

Las primeras condecoraciones checoslovacas fueron otorgadas en 1920 por el presidente Tomáš Garrigue Masaryk. Recuerda el antiguo director del Departamento del Protocolo del Castillo de Praga, Jindřich Forejt, que Masaryk entendía las condecoraciones como “una forma de expresar agradecimiento y respeto, cortesía diplomática y fortalecimiento de la colaboración entre los Estados”. Viajando por Egipto en 1928, Masaryk otorgó la Orden del León Blanco a un representante de la gestión de los ferrocarriles egipcios en El Cairo, por ejemplo.

De acuerdo con Forejt, entonces la percepción de los galardones era similar al modelo del Reino Unido que concede miles de condecoraciones al año en agradecimiento o reflexión de responsabilidad y respeto a los demás.

La República Checa y el Olimpo social

Václav Havel | Foto: Instituto Militar de Historia

La postura de los presidentes cambió considerablemente después de la Revolución de Terciopelo de 1989 y el restablecimiento del Estado democrático, seguidos tres años más tarde por la partición de Checoslovaquia en dos Repúblicas independientes. A pesar de que la República Checa surgiera el 1 de enero de 1993, las primeras condecoraciones puramente checas las entregó el presidente Václav Havel en 1995 debido a los cambios en la Ley sobre las condecoraciones estatales. A partir de entonces, Václav Havel, Václav Klaus y Miloš Zeman concedieron más de mil órdenes y medallas. Y más se sumarán este sábado, por primera vez entregadas por el presidente Petr Pavel.

Miloš Zeman  (2018) | Foto: Administración del Castillo de Praga

De acuerdo con las estadísticas, el presidente más “productivo” en este sentido fue Václav Havel quien en los años 90 “reparaba” las injusticias del régimen comunista condecorando a personas perseguidas por el comunismo o expulsadas del país. A su vez, Havel condecoraba personas que habían marcado la historia mundial posterior a la caída del Bloque soviético. En 1999, por ejemplo, con motivo del 10 aniversario de la Revolución de Terciopelo, fueron condecorados George Bush, Ronald Reagan, Mijaíl Gorbachov, Helmut Kohl, Margaret Thatcher, Lech Walesa o François Mitterrand.

Actualidad contra historia

Václav Klaus | Foto: Filip Jandourek,  Český rozhlas

Por su parte, Václav Havel es la única persona de la historia que recibió la Orden del León Blanco y la Orden de Tomáš Garrigue Masaryk a la vez. Sucedió en 2003 cuando lo sustituyó en el Castillo de Praga Václav Klaus.

El segundo presidente de la República Checa redujo la entrega de las mayores condecoraciones, buscaba elevar el número de mujeres condecoradas y se centraba más en galardonar personas vivas. “Las condecoraciones deberían otorgarse a personas vivas, no a nadie”, dijo en su momento para el servidor iRozhlas.

La Sala Vladislao del Castillo de Praga | Foto: René Volfík,  iROZHLAS.cz

Por otro lado, el tercer presidente, Miloš Zeman, indagaba más en la historia y hasta condecoró in memoriam a personas cuyos hechos se remontaban a la época previa a la Segunda Guerra Mundial. También fue el primer presidente en decidir solo los nombres de los galardonados ya que como el primero en la historia lo eligieron directamente los ciudadanos en vez del Parlamento.

Petr Pavel  | Foto: Khalil Baalbaki,  Český rozhlas

La decisión sobre la entrega y la prestación de las máximas condecoraciones estatales checas, actualmente, está en las manos del nuevo presidente checo, Petr Pavel. Este sábado, los ciudadanos llegarán a saber si su percepción de los galardones marcará una nueva dirección en la historia del país.

Autores: Martina Kutková , Kristína Zákopčanová | Fuente: iROZHLAS.cz
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