Un monumento recuerda el primer encuentro de Occidente con el movimiento Carta 77

El monumento dedicado a Max van der Stoel en Praga, foto: ČTK

La primera expresión de apoyo al movimiento anticomunista Carta 77 por parte de un político occidental fue recordada e inmortalizada este miércoles en Praga. Un parque capitalino lleva el nombre del ministro de RR.EE. de Holanda, Max van der Stoel.

Max van der Stoel,  foto: Fotocollectie Nationaal Archief/Anefo/Rob Mieremet,  CC BY-SA 3.0 nl
Hace 40 años, el ministro holandés de RR.EE., Max van der Stoel, se reunió en secreto con el filósofo Jan Patočka, signatario del manifiesto Carta 77. Se trató entonces del primer político occidental en apoyar al naciente movimiento opositor checoslovaco que había desafiado al régimen comunista después de la invasión de las tropas del Pacto de Varsovia en 1968.

El historiador Petr Blažek es el editor de un nuevo libro sobre la importancia de aquella reunión, al tiempo que pone al descubierto la persecución sufrida por Patočka en manos de la Policía Política (StB).

El encuentro tuvo lugar en el hotel Intercontinental, donde se encontraba la delegación holandesa, explicó Blažek a Radio Praga.

“Se trató de una breve reunión en un pequeño salón privado. Sobre todo habló Jan Patočka que explicó los objetivos de Carta 77, dijo que se trataba de un movimiento legal, de una iniciativa ciudadana por los Derechos Humanos que buscaba persuadir al régimen para que respetara sus compromisos internacionales”.

El monumento dedicado a Max van der Stoel en Praga,  foto: ČTK
Aquel encuentro fue muy significativo, Patočka y los demás disidentes se percataron de que su lucha por la democracia no caería en el olvido.

El vicepresidente de la Comisión Europea, el holandés Frans Timmermmans, y el ministro de RR.EE. checo, Lubomír Zaorálek, asistieron el miércoles a la inauguración del monumento en honor a Max van der Stoel en Praga.

Timmermmans subrayó que Carta 77 ayudó a poner fin a la Guerra Fría, y que los disidentes fueron los ganadores.

Por su parte, el historiador Blažek insistió en que la reunión entre el ministro holandés y Patočka fue una noticia incendiaria en los medios de comunicación occidentales.

Petr Blažek,  foto: Šárka Ševčíková,  ČRo
"El acontecimiento fue tomado por los principales medios de comunicación occidentales y por las estaciones de radio que transmitían a Checoslovaquia. Se trató de un importante apoyo para los disidentes”.

Los comunistas se dieron cuenta que los disidentes se estaban convirtiendo en un punto de referencia paralelo y serio para los políticos de Occidente. Surgían entre ellos vínculos y vías de comunicación propios.

Aquello llevó a una mayor represión por parte de la Policía Política contra el mayor movimiento disidente checoslovaco que surgió a partir del manifiesto anticomunista Carta 77.

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